Muere otro soldado estadunidense en atentado con bomba

Un soldado estadunidense murió y otro resultó herido al estallar una bomba colocada debajo de uno de los vehículos de un convoy militar en las cercanías de la ciudad iraquí de Fallujah, informó ayer el comando central estadunidense en Bagdad. El incidente tuvo lugar el lunes anterior en Habbaniya, a 20 kilómetros al oeste de Fallujah. Con esa muerte se eleva a 295 el número de militares estadunidenses abatidos, desde que el presidente George W. Bush declaró el fin de los principales combates, el primero de mayo de 2003.

Además, tres soldados resultaron heridos este martes en un ataque mientras patrullaban por el centro de la ciudad de Ramadi, cien kilómetros al oeste de Bagdad, informaron testigos. Los efectivos fueron blanco de granadas de mortero lanzadas contra su columna en el área de Maraab, en el centro de Ramadi.

En la sureña ciudad de Hilla, un atacante suicida hizo estallar el vehículo en el que se desplazaba cuando lo estrelló contra la vivienda de un jefe de la policía local, lo que le provocó la muerte; además, cinco iraquíes resultaron heridos.

Por otro lado, dos manifestantes iraquíes resultaron heridos ayer cuando varios centenares de desempleados tomaron parte en una protesta ante el edificio de la administración provincial de Najaf, en el sur de Irak. Los manifestantes lanzaron piedras contra el recinto, los agentes de la policía iraquí y los soldados del contingente español en la zona. Un portavoz de las tropas españolas en Najaf aseguró que se vieron forzados a lanzar disparos de advertencia al aire, y afirmó que ningún español resultó herido, sin dar más detalles. En total, fueron detenidas 32 personas, indicó la fuente.

En tanto, el ministro de Finanzas iraquí, Kamel al Kilani, anunció que fueron congelados los activos de unos 3 mil ex responsables del antiguo régimen, incluyendo al derrocado presidente Saddam Hussein, "su esposa y sus hijos, así como otros responsables que ocupaban funciones ministeriales y en el partido" Baaz.