BdeM: en lo que va del sexenio se han captado 41 mil 477.5 mdd por ese concepto

A intereses de la deuda externa, 98% del ingreso por remesas

El número de operaciones de envío de dinero ha crecido 174% con referencia al año 2000

Su monto equivale a casi cuatro quintas partes del ingreso petrolero de exportación

JUAN ANTONIO ZUÑIGA Y ROBERTO GONZALEZ

El presidente Vicente Fox llegó a su cuarto Informe de gobierno en el contexto de una precaria estabilidad financiera, sostenida parcialmente por el sector de la población más afectado por su política económica.

De acuerdo con informes dados a conocer por el Banco de México (BdeM), durante esta administración gubernamental los trabajadores mexicanos que laboran en Estados Unidos remitieron 41 mil 477.5 millones de dólares a la economía mexicana, hasta julio de 2004. Esos recursos fueron suficientes para pagar 98 por ciento de los intereses de la deuda externa total del país, los cuales significaron una salida de 42 mil 302.7 millones de dólares en el mismo periodo.

En ascenso constante, similar al de la propia migración de personas, el promedio mensual de operaciones de envío de remesas es actualmente 174 por ciento superior al que se observaba al comenzar el sexenio en curso.

Según los registros del banco central, entre enero y julio de 2004 en promedio mensual se realizaron 4 mil 109 operaciones de envío de divisas de mexicanos que laboran en Estados Unidos. Al inicio del gobierno del presidente Vicente Fox se registraban mil 500 transacciones al mes. En tanto, el Consejo Nacional de la Población estima que cada año han emigrado 390 mil mexicanos a Estados Unidos.

Tanto para las empresas privadas por las que se realiza la transferencia de remesas como en términos macroeconómicos, parece que la expansión de la pobreza, principalmente en el medio rural, se ha convertido en un buen negocio. El ingreso de divisas a la economía mexicana por este conducto es 61 por ciento superior al déficit de su balanza comercial acumulado de 2001 a julio de 2004, el cual fue de 25 mil 733.1 millones de dólares.

Menos onerosa que la industria petrolera, el aumento en el número de personas que huyen de la pobreza en México se ha expresado en una ascendente fuente de divisas para la economía, que no tuvo capacidad de proporcionales siquiera una ocupación informal en su país de origen.

Los informes oficiales indican que los recursos enviados desde el exterior a sus familiares en México equivalen a 78 por ciento de los ingresos de divisas provenientes de la exportación petrolera durante esta administración gubernamental, los cuales ascienden a 52 mil 959 millones de dólares, según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).

Sin embargo, el incremento en los ingresos petroleros son resultado de los elevados precios del crudo en el mercado internacional y pueden disminuir. Las remesas van en constante aumento en relación directa con el ascenso de la migración.

Esto, que no deja de ser una dramática paradoja humana, es también una contradicción económica. El pago del servicio de la deuda externa ha sido el factor fundamental de la escasa inversión, pública y privada, para la generación de empleos y riqueza en el país. Pero ahora el monto de las remesas alcanza, y hasta rebasa, las divisas requeridas para cubrir los intereses de endeudamiento.

Este fenómeno económico se produjo por primera vez en el tercer año de gobierno del presidente Vicente Fox. De acuerdo con los registros del Banco de México, en 2003 la salida de divisas como pago a los intereses de las deudas externa pública y privada fue de 11 mil 731 millones de dólares. Ese mismo año, los trabajadores mexicanos ocupados en Estados Unidos principalmente enviaron 13 mil 396.1 millones de dólares a la economía mexicana.

Entre enero y julio de 2004 las remesas implicaron el ingreso de 9 mil 371 millones de dólares a la economía nacional, cantidad 25.1 por ciento superior a la registrada en el mismo periodo de 2003.

Durante el primer semestre del año en curso, el pago de los intereses de la deuda externa total fue de 5 mil 806.8 millones de dólares y representó 62 por ciento de los recursos remitidos desde el exterior por los trabajadores mexicanos.