Laura Alicia Garza Galindo

Tesoros sepultados en lo profundo

No cabe duda de que la naturaleza es sabia. Protege sus riquezas de los piratas buscadores de tesoros. Me refiero a las inmensas reservas de petróleo y gas que el golfo de México resguarda en sus profundidades. Les va a costar el oro y el moro explotarlas. Pero lo harán en su momento, cueste lo que cueste, porque, según los expertos, restan sólo 10 años para que se agoten las reservas hoy en explotación, mas aún, las sujetas a las cruentas disputas en Medio Oriente -y sólo para hablar de la necesidad de tener o hacer gobiernos amigables por la fuerza, según el plan de Energía de 2001 de Estados Unidos- y sume usted las apetecibles reservas de tantos pueblos agobiados: Cuba, Nigeria, el golfo africano de Guinea, Bolivia, Argentina... nosotros mismos.

Para confirmar cantidad y calidad de las reservas, así como la profundidad de los mantos, tienen que invertir. Por eso la incursión de la Petrolera Repsol en Cuba, copropietaria del inmenso manto que comparte con México, Estados Unidos, Belice y Honduras, llamado el Polígono Oriental del golfo de México. Repsol rentó la plataforma noruega Eiriz Raude por un mes con costo de casi 6 millones de dólares. Concluyeron que el petróleo era de pésima calidad -mmmm- y que el proyecto no era viable. Taparon el pozo e, indiferentes, se retiraron. Cuba quedó desconsolada. El yacimiento lo explotarán cuando les convenga, mientras afinarán la tecnología para abaratar sus futuros costos.

Así, en el golfo de México se encuentran varios hoyos de dona: el primero, en el Polígono Occidental -llamado "Perdido" con sólo un pequeño triángulo que correspondería a México-, cuyo tratado firmara el Senado en 2000, concluyendo el arduo trabajo del senador Conchello.

Existe también una inmensa franja pletórica de hidrocarburos que corre desde Estados Unidos hasta Campeche, pegada a ambos territorios, de gran riqueza, que se pretende explotar en mares mexicanos con la segunda generación de los contratos de servicios múltiples (CSM).

En abril de este año, mi compañera Sauri y su servidora solicitamos información a las secretarías de Energía, Relaciones Exteriores y Marina, tanto sobre los avances en la explotación de "Perdido" -no obstante que el tratado bilateral condiciona la explotación del mismo hasta 2010- como sobre las negociaciones realizadas en el Polígono Oriental -explorado por Repsol- con vista a firmar, ahora, un tratado multilateral.

La Secretaría de Marina nos contestó, hasta agosto, que se había creado un Comité de Delimitación de Zonas Marinas Mexicanas, integrado por las entidades ya citadas, más Gobernación, Medio Ambiente, Agricultura, INEGI y Comunicaciones y Transportes, afirmando que ese gran comité no tiene facultades para delimitar el Polígono Oriental, pero que en la Cumbre de 2001 en Nassu, Bahamas, sobre delimitación marítima, negociaron con los gobiernos de Belice y Honduras los límites de nuestras fronteras marítimas; que hoy, pues, apenas evalúan las propuestas técnicas.

Ya pasaron cuatro años de la firma del primer tratado. Pero como usted puede constatar, del Polígono Oriental ni sus luces, no obstante que sólo restan cinco años para preservar los derechos de México a su explotación. Sin embargo, el Presidente en su cuarto Informe, jubiloso, anunció que se habían descubierto grandes reservas -Ƒen dónde?, Ƒquién sabe?- lo que fue desmentido rápidamente por Pemex, ante la Bolsa Mexicana de Valores, para no hacerse acreedores a sanciones por falsear información y, atenuando el golpe, afirmaron que sólo eran estructuras geológicas con un gran potencial.

ƑQué más puede esperarse de un gobierno que evita o difiere negociar cediendo sus derechos a otros? Mientras tanto nuestras reservas estratégicas disminuyen: pasaron de 32 mil millones de barriles (mmb) en 2000 a 18 mmb en 2004. Y la deuda de Pemex sigue creciendo: en el mismo periodo pasó de 80 mil millones de pesos a 770 mil millones de pesos, sólo en Pidiregas. Esto facilitará la quiebra técnica de la empresa, la que se decretaría una vez legislada la autonomía financiera y de gestión, lo que le haría perder su calidad de deuda soberana al no contar ya con el respaldo del Estado.

Mi supuesto es que persisten las acostumbradas negociaciones subrepticias a espaldas del pueblo. Por eso continúan con las mismas propuestas en el paquete económico para 2005, como los CSM en la extracción del crudo y en creación de un nuevo régimen fiscal para así cobrar menos impuestos, no a Pemex, sino, como el año pasado, a "quienes exploten yacimientos de crudo o gas" en los pozos petroleros nuevos y existentes; va de nuevo el ya fallido esquema importado por Repsol desde Bolivia -echado abajo para 2004 en la Ley de Derechos- compartiendo las ganancias con las trasnacionales en forma desventajosa para el país. Lo que significa menos recursos para Pemex y Hacienda y, claro, en el muy disminuido presupuesto nacional. ƑEn dónde, pues, reside la obligación del gobierno y de Pemex de ganar-ganar para México? Es de lamentarse, pero sólo se advierte en lo más profundo de sus compromisos externos.

Mi congratulación por estos espléndidos 20 años de La Jornada. šFelicidades!