Advirtió que no será dócil ante una condena injusta

López Obrador desconfía pese a "garantías" de Fox

La iniciativa sobre educación, acto "faccioso" de PRI y AN

ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ

El jefe del Gobierno del Distrito Federal (GDF), Andrés Manuel López Obrador, señaló que actuará de manera precavida ante el juicio de desafuero en su contra aun cuando el presidente Vicente Fox le aseguró que no hay intención de la autoridad federal de afectarlo políticamente.

"Si estoy diciendo que es un asunto político, ni modo que diga que confío", expresó el gobernante capitalino 12 horas después de la reunión que sostuvo con el Presidente en Los Pinos.

Si bien señaló que respeta el punto de vista de Fox, quien le sugirió "recurrir a los cauces de la ley" en el asunto del desafuero, señaló que él recomendó a su vez al primer mandatario "que volviese a consultar abogados", porque tiene la convicción de que el Ministerio Público es una autoridad autónoma y debió actuar en este caso de manera independiente.

En su conferencia de prensa matutina, López Obrador informó que el encuentro sirvió para dar a conocer al Presidente su punto de vista sobre lo que ha acontecido en la ciudad, y de manera particular, que desde finales del año pasado hay una campaña de asedio y acoso en contra suya y del gobierno de la ciudad.

Le advirtió también que no es una persona que acepte dócilmente una condena injusta, pero actuará de manera responsable porque lo más importante para el país, encima de cualquier interés personal, por legítimo que sea, es el interés del pueblo.

Serio al principio, López Obrador recuperó la actitud que normalmente le caracteriza en sus conferencias, "bateando" con apretada sonrisa algunas preguntas, como las que se referían a la presencia del secretario de Gobernación, Santiago Creel, en la reunión.

Al respecto, dijo que Creel solamente participó en una ocasión para hacer un comentario sobre el aspecto jurídico del caso El Encino, en el sentido de que si hubiera alguna irregularidad en el expediente, debía recurrir a recursos legales.

Entre los planteamientos que el gobernante capitalino hizo sobre el caso El Encino al Presidente, que ha expresado de manera reiterada, mencionó que no se trata de un asunto jurídico, sino político, para atajarlo con miras a las elecciones de 2006; que se está torciendo la ley; que el caso se fabricó para destituirlo, y que existen antecedentes de casos similares en los que la Procuraduría General de la República no ejerció acción penal.

Otro tema que abordó fue la reforma al artículo 122 constitucional, sobre el cual expresó que se trata de un acto arbitrario sin fundamento, una decisión facciosa del PRI y del PAN. "Nos quieren quitar de 6 mil a 9 mil millones de pesos del presupuesto de la ciudad, lo que va a generar un problema serio en las finanzas, y le volví a manifestar que estaban actuando de manera facciosa con el propósito de afectarme, pero al mismo tiempo afectando a la ciudad", señaló. El Presidente de la República sostuvo que no está involucrado y es un asunto que se está viendo en la Cámara de Diputados.

Otro tema fue el modelo económico, en el que ambos reconocieron que tienen profundas diferencias. "Ellos van a seguir sosteniendo que el vigente es el adecuado y nosotros consideramos lo contrario, que no funciona y hay que cambiarlo, pero que eso lo tenemos que resolver presentando opciones, alternativas, defendiendo posturas y al final de cuentas tiene que ser la gente la que decida."

Ya en la reunión de gabinete, el jefe del GDF comentó a sus colaboradores que se sentía muy satisfecho de haber dicho al presidente Fox todo lo que quería, independientemente de las respuestas del mandatario federal.

Funcionarios consultados al respecto refirieron que López Obrador les comentó que el tema del desafuero se llevó más tiempo y, en el caso de las reformas al artículo 122, Fox respondió que se trata de una propuesta del diputado mexiquense priísta Alfredo del Mazo, a lo que él le recordó que también el PAN está apoyando la iniciativa.