Implantes mamarios
Fabricarse un cuerpo para los hombres llena de riesgos a las mujeres

* Ha aumentado 600 por ciento su uso en una década
* Los de silicona, prohibidos en todo el mundo, muy usados en México
* Dos de cada diez implantadas son menores de 20 años
* En México ninguna regulación ni control


Amalia Rivera

Dicen que los caballeros las prefieren rubias y de senos grandes. El primer requisito lo salva un tinte; el segundo舰 implantes mamarios: basta una sencilla operación ambulatoria para elevar la autoestima, atraer las miradas masculinas y triunfar. Como dice el refrán: 舠tiran más unas buenas tetas, que dos carretas舡.
Si se cuenta con los medios económicos, una cirugía de aumento parece la solución. Aunque gran número de mujeres perdieron sensibilidad en los pechos y presentaron problemas de salud al romperse los implantes y desparramarse el gel por su organismo, los cirujanos plásticos insisten en que 舠son casos aislados y no hay estudios que demuestren científicamente el daño舡. Lo importante es que las chichonas son la locura del imaginario masculino y el deseo muchas mujeres de agradarlo es tan fuerte que lleva a correr cualquier riesgo, aun a costa de la vida.
En sectores menos pudientes se siguen aplicando, dado su bajo costo, las inyecciones de silicona prohibidas por ley en todo el mundo. Una mujer comenzó a inyectarse a los 23 años: a los 29 se le diagnosticó un cáncer que requirió primero la extirpación quirúrgica de los tumores, luego varias cirugías correctivas para eliminar completamente la silicona y, finalmente, los pezones. Si bien no es un problema generalizado, se presenta con más frecuencia de la que se informa.
Sin embargo hay un boom de implantes mamarios en todo el planeta; una moda que ha atrapado a mujeres de entre 18 y 50 años. Según cifras de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos de Estados Unidos, el número de mujeres que eligen el agrandamiento del seno aumentó de 32 mil en 1992 a 225 mil en 2002.
舠Es su cuerpo y su derecho a elegir舡, declaran los defensores de los implantes de siliconas, varones en su mayoría. Sí 舑ha respondido la Red Command Trust, dedicada al bienestar de mujeres con implantes舑, pero la elección comienza por otro derecho fundamental: el de la información, y hasta hoy la publicidad sólo destaca las bondades estéticas sin informar sobre los efectos colaterales, además de que ha ocultado la historia de demandas que pesan contra fabricantes de siliconas, como Dow Corning, que después de más de dos décadas no termina de pagar los daños. Esta es la historia que devino pesadilla. Este es el tema que hoy está en el ojo del huracán y ocupa a organizaciones de mujeres que luchan en todo el mundo para alertar e informar acerca del peligro que representan los implantes mamarios.

El litigio más costoso de la historia

Sybil Niden Goldrich y Kathtleen Anneken se conocieron presentando sus casos ante la Food and Drug Administration (FDA), entidad gubernamental que controla la calidad de medicamentos y alimentos en EU, y organizan la Red Command Trust para exigir a Dow Corning que detenga la fabricación de implantes mamarios. Ambas, en 1990, se colocaron implantes de silicona de gel fabricados por esta empresa, la primera luego de una extirpación por cáncer y la segunda para agrandarse el busto. A ambas las bolsas de siliconas se les rompieron al poco tiempo, el gel fue absorbido por sus organismos y comenzaron los problemas de salud.
No obstante que en 1992 probaron que la compañía sabía desde 1974 que los implantes no eran seguros pues provocaron daños en el sistema inmunológico de los perros sujetos a experimentos en el laboratorio, que la empresa fue condenada a pagar 3.2 millones de dólares para indemnizar a 200 mil mujeres afectadas, que esta aceptó pagar las indemnizaciones por los perjuicios que causó entre 1976 y 1991, han pasado los años sin que Dow Corning suelte un centavo de los 3.35 billones de dólares que hoy adeuda, aduciendo quiebras y empleando argucias legales y contables. 12 años después el litigio no ha concluido a pesar que -según informó Rachel Weisshaar, de NOW Communications Intern- un juez impuso como fecha de pago el 15 de junio para expedir los primeros cheques, que van de 2 mil dólares a 250 mil (una operación para retirar un implante dañado puede costar hasta 20 mil dólares, expuso Goldrich).


Teta que mano llena, teta buena; teta que mano no cubre, es ubre


Ante el cúmulo de demandas, Dow Corning se retiró del mercado en 1996; la siguieron Basf, DuPont, Exxon, Montell y Shell; sin embargo, es tan rentable la fabricación y venta de implantes que en todo este tiempo los fabricantes no han dejado de presionar a la FDA, que en 2002 reaprobó un implante menos pernicioso: el salino, pero de nuevo se desató la protesta. Las afectadas denunciaron que requirieron cirugías adicionales por infecciones o reacciones a la anestesia, distorsiones en la forma del busto, ruptura del implante, interferencia en mamogramas o dificultad para amamantar.
Apenas en octubre pasado, según informó Janice Billinsley, de Health Day, un comité consultor de la FDA recomendó la aprobación de los implantes de silicón a pesar de que muchas afectadas pidieron que no se levantara la prohibición. Para no verse blando exigió a Inamed Corp 舠proveer información, adiestrar a médicos en técnicas de implantes y proporcionar un número telefónico para que las mujeres despejen dudas舡. 舠Es un hecho que los científicos conocen los riesgos desde 1970 舑ha subrayado la NOW舑, pero la FDA históricamente ha desestimado la presión externa y la interna para mantener los implantes en el mercado.
El 28 de agosto pasado, el portal de Internet Women舗senews publicó los más recientes hallazgos con malas nuevas para los implantes: 舠Concentraciones de metal platino se han encontrado en una proporción de tres a uno en mujeres que tienen implantes en el busto comparadas con las que no los tienen, reveló S.V.M. Maharaj ante la Sociedad Americana de Química en Filadelfia. Su estudio demostró que las concentraciones de platino en niños amamantados por mujeres que tuvieron implantes también fueron mayores. Algunas mujeres desarrollaron tics nerviosos, problemas
visuales y en el oído, comentó el investigador.
El artículo indica que el estudio de Maharaj explica el carácter altamente reactivo del platino: 舠Esta reactividad ayuda a convertir el aceite de silicón en gel para dar al implante esa característica más natural. Sin embargo también le da la facilidad de que se adhiera al cuerpo, creando cortos circuitos con el cerebro. Las mujeres que han tenido los implantes por un periodo más largo son las que presentan las concentraciones de platino más altas舡.

Un mundo ancho y ajeno舰 a la regulación

Tras el retiro de prótesis de silicona de gel del mercado estadunidense hubo un desabasto en el suministro internacional, pero finalmente no faltó quien encontrara la solución: 舠en nuestro país no nos guiamos por lo que diga la FDA; somos independientes y responsables al aplicar las prótesis舡, dijo el cirujano plástico argentino Jorge Weinstein, cuyas palabras resumen que en América Latina toda la información la posee el cirujano,
quien sigue apelando a la libre 舠elección de la mujer para decidir sobre su cuerpo舡 y al elevado número de 舠damas satisfechas cuya vida tuvo un giro de 360 grados舡.
Brasil es un mercado muy atractivo para las exportadoras de EU y de Europa. Silimed tiene su casa matriz en Río de Janeiro desde 1999 y es hoy el primer productor de implantes de silicona en ese país, donde vendió 28 mil implantes en 2000 y preveía un aumento de alrededor de 30 por ciento sobre las 300 mil operaciones que se practicaron en ese año. Argentina es el quinto país del mundo en operaciones estéticas del busto y cuenta con una Ley de Prótesis Mamarias.
En España 舑según refiere la Red del Tercer Mundo舑, hay 18 empresas que comercializan 25 implantes mamarios 舑14 de gel de silicona, ocho de suero salino, uno combinado (silicona y suero) y dos de hidrogel舑 y la colocación de prótesis tiene estrecha vigilancia del Parlamento Europeo. Desde hace casi 10 años, sociedades médico científicas y representantes de la administración sanitaria, así como organizaciones de mujeres elaboraron un documento de consentimiento informado los posibles riesgos, así como un meticuloso registro de prótesis.
A todo ello habría que añadir los 舠centros comerciales de cirugía estética舡 en los que operan más de 6 mil seudomédicos sin formación quirúrgica. Abundan además las páginas de Internet que publicitan la mamoplastia (cirugía plástica de la mama) para el aumento del tamaño de los senos, resaltando en primer lugar las bondades estéticas del implante (舠aspecto y tacto del pecho natural, resultados elegantes, sin abultamiento antinatural), e inclusive el 舠gel de silicona de alta cohesividad probado internacionalmente para mejor retención de la forma anatómica y de absoluta seguridad舡).

México, sin norma oficial sobre implantes mamarios


Grupo Venta Internacional, SA de CV (GVI) tiene la exclusividad para distribuir en México los implantes mamarios de aumento y reconstrucción marca McGhan y CUI, producidos por INAMED Aesthetics. NL Surgycom distribuye los Mentor. Silimed, Europlex, Nagor y otras marcas.
La cirugía de aumento empezó a practicarse en nuestro país a finales de los años 60, y junto con la rinoplastía (operación para restaurar la nariz) y la liposucción (aspiración de la grasa subcutánea), son los procedimientos estéticos más realizados entre mujeres de un nivel socioeconómico medio y alto. Las edades en que se realiza van de los 18 a 50 años de edad. El costo de una operación de colocación de implantes es muy variado, pero oscila entre 35 mil pesos a casi 100 mil pesos, dependiendo del hospital, del tipo de implante mamario y de los honorarios médicos, según dio a conocer Michael Hirsch, reconocido cirujano plástico de la Asociación Mexicana de Cirugía Plática, Estética y Reconstructiva (AMCPER).
En México no existe una Ley de Prótesis Mamarias, la Secretaría de Salud ni siquiera ha emitido una Norma Oficial para el uso de los implantes mamarios y proliferan las clínicas estéticas comerciales que siguen colocando implantes sin la vigilancia de esa dependencia, muchas veces sin que quienes 舠operan舡 cuenten con el permiso oficial legal para ejercer como cirujanos plásticos. 舠Existen charlatanes 舑señala Hirsch舑 que sin la menor ética y haciendo alarde de la publicidad o de una oficina elegante, incluso de diplomas falsos, engañan a las personas que acuden a ellos por recomendación o por la publicidad.
Triple Jornada solicitó a la Comisión de Arbitraje Médico (Conamed) información acerca del número de quejas presentadas en contra de médicos o clínicas que realizan operaciones estéticas de aumento. Esta fue la respuesta: 舠Uno de los principios básicos del actuar de esta Conamed es la alta confidencialidad de los casos que se ventilan ante ella, por lo que existe imposibilidad para satisfacer sus pretensiones, ya que se violaría el principio de confidencialidad, vulnerando la confianza depositada tanto por los usuarios como por los médicos que dirimen las controversias en esta comisión舡.
Según el cirujano plástico José Luis Haddad, miembro de la AMCPER, 舠dos de cada 10 solicitudes de implantes son de menores de 20 años舡. (universia.net.mx)
Un sondeo realizado en México a 20 mujeres, cuyas edades oscilan de 15 a 26 años, reveló que más de la mitad se aumentaría el busto en una o dos tallas. Todas coincidieron en que algo de su cuerpo se 舠arreglarían舡 si la operación fuera gratuita (ibid)
Las mujeres de entre 18 y 25 años acuden a cirugía para aumentar el busto, y las mayores de 25 solicitan más el levantamiento. En México se introducen lo mismo implantes de solución salina que con gel, ya que en nuestro país no está prohibido su uso (ibid). Dados los hechos, moda y modelos impuestos por el patriarcado, cabe augurar un largo reinado a los implantes mamarios; sin embargo, habrá que exigir información y seguridad, saber que entre las complicaciones más comunes figuran el endurecimiento doloroso de los senos, que pueden causar deformidades, necrosis, y pérdida de la sensibilidad en los pezones. Las infecciones no son infrecuentes y es muy elevado el número de rupturas de siliconas después de 10 años de operadas, con la subsecuente diseminación de silicona, gel o sales en más de la mitad o en dos tercios de ellas.
Quizá los estudios no han logrado probar del todo el vínculo entre implante y alteración inmunológica y otras enfermedades sistémicas, pero las mujeres que han vivido la pesadilla existen y son miles. Tal vez haya que reflexionar no sólo en todas las posibles consecuencias antes de decidir colocarse dos bombas de tiempo sino también en por qué tantas mujeres siguen aferradas al imaginario sexual masculino hasta el extremo de no importarles poner en riesgo su cuerpo, salud y vida con tal de satisfacerlo.

Regreso a clases舰 operadas

Las niñas bien de la década de los 90, que con maestría retrató Guadalupe Loaeza en sus libros, regresaban a clases contando las novedades de sus viajes a Europa o a Estados Unidos, presumiendo su nuevo vestuario adquirido en Harrods, Selfridges, Marks & Spencer o Friedrichstraße.
Pero eso ya quedó en el siglo pasado. Hoy la novedad es platicar a las condiscípulas cómo les fue en la operación estética que se practicaron y dejar que toquen sus implantes (舠se sienten como globos duros llenos de agua舡) o enseñar los orificios que dejó una liposucción del vientre.
Veamos cómo platican su experiencia tres estudiantes de una universidad
privada.

Giselle, 22 años: 舠Me las operé en Miami porque antes aquí no había salinas y quise que fueran de agua porque con ésas corres mucho menos riesgo de que se rompan, claro que si tienes un choque muy fuerte en el coche sí se pueden romper, pero no es como con las de gel, que si se te derrama el organismo lo absorbe y causa problemas y enfermedades.
Antes de operarme me hicieron todos los estudios: del aparato inmunológico, de sangre, de todo. La operación nos costó 150 mil pesos con hospitalización. Me las pusieron pegadas al hueso para que pueda amamantar cuando tenga un hijo. Mi mamá me dijo que si eso me ayudaba a sentirme mejor que me apoyaba y se encargó de todo. Yo usaba talla 32 A, y ahora soy 34. Eso fue hace ya casi tres años y no me ha pasado nada, aunque sí perdí sensibilidad en el pecho y en este antebrazo, cerca de la axila, pero me siento mucho mejor porque, te lo juro, ¡era una tabla! A mí me fue bien, yo creo que tuve suerte. Mi tía, por ejemplo, se las operó y quedó bien, pero ya en la segunda operación, cuando se quiso arreglar los pezones, porque los tenía muy grandes, casi se muere. Tenía la piel no morada, ¡negra! en todo el costado izquierdo. Le habló al doctor y le dijo que se estaba muriendo, `no, véngase para acá´, y la arregló. Lo que pasa es que su cuerpo rechazó el implante. Te digo que es cuestión de suerte porque era un cirujano reconocido, lo que pasa es que llegó borracho a operarla.舡

Roxana, 23 años: 舠舖Y ahora ¿qué te operaste舗, me dijo mi papá cuando llegó a verme al hospital luego que me hice la liposucción en la panza, pero no se enojó, me lo dijo en buena onda. Es que cuando me la hice en la espalda, porque estaba muy espaldona, no le gustaron los hoyos que quedan, pero casi ni se notan. Luego me puse los implantes para
agrandármelas más, a copa C, y ya no dijo nada. Pero ahora que me hice la lipo en los cachetes, mejor me la hice poquito, para que no me vea operada舡.

Elizabeth, 21 años: 舠Yo me las operé porque no tenía nada: era un palo de todos lados, era horrible no tener nada. Mi mamá y yo no le dijimos a mi papá. Yo creo que ahora debe creer que por fin me desarrollé舡.

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