LA VIDA (BREVE) EN SAN LAZARO

José Agustín Ortiz Pinchetti

Los motivos del lobo

Graves violaciones en el dictamen sobre la reforma del artículo 122 constitucional

šLA INDIGNACION SE extiende! šSe ha violentado el estado de derecho! šEl orden en la Cámara de Diputados! Escenas desagradables han sido transmitidas y retransmitidas por la televisión, narradas por radio y fotografiadas en los periódicos. Por dos ocasiones en una semana, miembros del PRD tomaron la mesa directiva y la tribuna en el salón del pleno del Palacio de San Lázaro para protestar contra la reforma al artículo 122 constitucional. Lamentable, sí..., no injustificable.

EL BLOQUE PAN, PVEM y PRI tiene que reconocer lo que hizo para llegar a estos extremos; he aquí unos hechos sólidos: 1) los políticos mexiquenses lograron bloquear, desde el año 2001 en el Senado, la reforma política del Distrito Federal, en la cual se plantea un proceso de descentralización educativa; 2) la mayoría de los representantes priístas en la Comisión del Distrito Federal de la Cámara de Diputados son mexiquenses. Fueron ellos quienes presentaron la iniciativa de reforma al artículo 122 constitucional; 3) en la Comisión de Puntos Constitucionales se intentó aprobar la reforma al vapor, durante una reunión que no tenía el quórum necesario; 4) la aplanadora PRI-PAN impuso, en la Comisión del Distrito Federal, un dictamen no discutido en ella y firmado fuera de la comisión; y 5) en la Comisión de Educación, los diputados del magisterio firmaron la iniciativa que concede al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación el aberrante monopolio de la representación sindical en la ciudad de México, violentando así la Constitución. Estas son algunas de las 29 distintas violaciones que tuvo el proceso.

DURANTE 10 MESES, tanto el PRI como el PAN se negaron a debatir y negociar. Ambos partidos, apoyados en el voto de la mayoría, ejercido de forma unilateral, manifestaron que el único derecho de las minorías es someterse a estas decisiones. Hasta el último momento hemos intentado negociar y nos hemos encontrado con una negativa total. Confieso que en mi larga trayectoria como negociador, privado y político, nunca me había enfrentado a tal nivel de intransigencia.

LA JUNTA DE Coordinación Política, controlada por la coalición PRI-PAN, se negó a recibir a representantes de diversas instituciones. Entre ellos representantes de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, agrupaciones de empresarios, maestros, padres de familia y el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública. Las mencionadas instituciones se han posicionado en contra de la reforma y poseen argumentos contundentes. Por el contrario, se impuso una campaña para hacer creer a los capitalinos que la reforma implica mejorías en la educación y una distribución más equitativa del gasto. Se ha ocultado una razón fundamental: favorecer a las entidades ricas como el estado de México y Nuevo León.

LA MESA DIRECTIVA de la Cámara de Diputados, controlada por la coalición PRI-PAN, se negó a dar turno a la Comisión de Presupuesto, competente por obvias razones, en este caso. Cerraron las puertas al esclarecimiento, el debate y la negociación.

SE HA INTENTADO, por la mayoría, violentar el proceso interno y las normas que lo rigen. En un sistema constitucionalista no se puede aceptar que los derechos de la mayoría se ejerzan sin la defensa y protección efectiva de los de la minoría. En México, hasta hoy, las aplanadoras han hecho lo que han querido. En ninguna democracia del mundo los derechos de las minorías tienen tan escasa protección como aquí. Cuando se niegan la deliberación, el debate y la negociación; cuando en el estatuto vigente no hay derecho de minoría ni mecanismos de protección, la política acaba y la fuerza hace su aparición. Resultan extremadamente hipócritas los clamores por los cuales los tripulantes de la aplanadora PRI-PAN se quejan de la reacción de los diputados perredistas, que ellos mismos provocaron debido a su intolerancia e incapacidad política.

[email protected]