Exigen reabrir el caso

Resalta Samuel Ruiz la labor de Digna Ochoa

ANGELES CRUZ MARTINEZ

A tres años de la muerte de Digna Ochoa y Plácido, su familia y organizaciones civiles de defensa de los derechos humanos mantienen su exigencia de que se reabra la investigación del caso y se tomen en cuenta las pruebas y peritajes con los que se comprobaría que la luchadora social fue víctima de homicidio.

Ayer se llevó a cabo una misa oficiada por el obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz García, quien resaltó que a pesar de los obstáculos, la defensa de los derechos humanos va ganando reconocimiento y avanza en el camino de la democracia.

Hizo un reconocimiento a la labor realizada por Digna Ochoa en defensa de los más pobres, humildes y sencillos. Ella, señaló, "pasó por encima del miedo y las amenazas y no cejó en su lucha por la defensa de los más oprimidos". En seguida, el prelado convocó a la sociedad para que busque la unidad y que las diferencias no sean eliminadas, sino conjugadas y respetuosamente aceptadas por todos.

Antes, Pilar Noriega, abogada y amiga de Digna Ochoa, recordó el trabajo y la perseverancia de quien, dijo, se distinguió por su sencillez y espíritu de solidaridad. Siempre luchó por la dignidad del ser humano, por su individualidad y su libertad, agregó.

Durante la celebración realizada en la iglesia del Cristo de la Conquista en la colonia Lomas Quebradas, y ante de decenas de familiares y amigos de Digna Ochoa, el obispo Ruiz García también mencionó que no debería existir diferencia entre ricos y pobres. Sin embargo, "hoy vemos que la pobreza no es resultado de la voluntad de las personas, sino de este sistema que la generaliza y concentra el poder político y económico en un número cada vez más reducido de personas". En esas condiciones, se agudizan el sometimiento y el despojo, subrayó.

En punto del mediodía inició la ceremonia eucarística a la que asistieron, entre otros, Rosario Ibarra de Piedra, integrantes del Centro Nacional de Comunicación Social y Erika Zamora, encarcelada luego de los hechos ocurridos en 1998 en la comunidad El Charco, municipio de Ayutla de los Libres, Guerrero, y en los que resultaron 11 personas muertas y cinco heridas.

Todos, junto con el hermano de Digna, Jesús Ochoa y Plácido, exigieron que la autoridad judicial del Distrito Federal reabra la investigación y admita las evidencias con las que se sustenta la tesis del homicidio.