México D.F. Domingo 10 de octubre de 2004
El agrupamiento inglés presentó Taylor's Dummies
La propuesta escénica de Gecko complace, pero no alcanza la poesía
PABLO ESPINOSA ENVIADO
Guanajuato, Gto., 9 de octubre. En un laberinto invisible trazado sobre los andamios del aire, cuatro actores elevan el teatro del cuerpo a las alturas que marcan las dimensiones del escenario, y que ellos, con el rendimiento físico y la imaginación, rompen ascendiendo escaleras de éter y caminando paredes no convencionales. Gravitando.
La propuesta de Gecko, agrupamiento inglés conformado por una cuarteta de acróbatas-actores, busca la metáfora mediante lo inasible, trazan una historia con el imaginario detonado a fuerza de músculos tensados y gestos minimales. Producen en el espectador fascinación mientras ellos se esfuerzan en espacios mínimos donde irrumpen la inteligencia, el humor y la fascinación de lo que es posible realizar con la máquina del cuerpo.
En el Teatro Cervantes esos cuatro fantásticos ejercitaron la fantasía del músculo tensado con la fuerza de una historia que busca trascendencia, pero que queda limitada por una narrativa que recurre al arte de Marcel Marceau, al universo escénico de Alan Parker y Roger Waters, y a un humor inglés, perfectamente inglés. Pero no alcanza la poesía.
Taylor's Dummies se titula su espectáculo de menos de una hora y de más de mil esfuerzos físicos, que arrancan carcajadas, asombros, sonrisas y el beneplácito de una historia intrascendente pero eficaz.
En escena, el arte de la mímica, y el esfuerzo físico y la vida de las marometas. Y nada más. Bonito esfuerzo pero pocas nueces. El ruido del músculo les impide oír el bosque. El público, sin embargo, queda complacido.
Son los riesgos y la naturaleza de un festival que busca mostrar lo que se hace en otros países en materia teatral, en la vanguardia.
No pasó a mayores. |