ASTILLERO

Julio Hernández López

Libros (y libretos)

Primer desafuero, el presupuestal
Los Pazos de Ponce
Costa Rica: corrupción y elecciones

TODO PARECIERA ESTAR en línea para que hoy sea aprobado el primer desafuero a la administración capitalina, el presupuestal, a cuenta de descentralizaciones educativas sacadas a última hora de una ancha manga de complicidades bipartidistas. De poco habría servido el receso establecido la semana anterior, luego del segundo asalto perredista a la tribuna de San Lázaro, pues ambas partes beligerantes subieron el tono de sus acusaciones en lugar de buscar posibles salidas. Un primer paso exploratorio fue dado el viernes por el vicecoordinador de los diputados panistas, Germán Martínez (hombre de Felipe Calderón que, desde la Cámara, ha contradicho más de una vez las opiniones o presuntas indicaciones presidenciales), quien habló la semana pasada de una disposición de sus compañeros de bancada a negociar lo que fuera necesario en el tema de la descentralización, a cambio de que el partido del eclipsado sol azteca se abstuviera de más tomas o asaltos. La declaración de quien en los hechos ha asumido el liderazgo de la diputación blanquiazul (ante la abulia de Francisco Barrio Terrazas, que es una mera figura decorativa) fue desechada al día siguiente por el propio destinatario de la distensión declarativa: hipocresía y cinismo encontró López Obrador en los diputados panistas y priístas que formarían parte de una "camarilla" dispuesta a quitarle recursos al gobierno capitalino porque a éste "le ha ido bien".

LA OTRA OBRA en curso, la de El extraño retorno de Gustavo Ponce, también camina conforme al libreto autorizado. Con prontitud que en circunstancias de menor anestesia cívica llevaría a los ciudadanos a protestar por la abierta intromisión de altos funcionarios federales en un proceso judicial, el secretario de Gobernación, Santiago Creel, y el acomodaticio director de Banobras, Luis Pazos, se han tropezado para asentar públicamente la tesis de que con la detención del ex secretario de apuestas del Gobierno capitalino caerá la tesis del compló. Cual si supieran el guión de la película por ser estrenada, los dos idiólogos (sí, con i) del foxismo auguran malos ratos para el tabasqueño en problemas.

EL MISMO DIA, López Obrador presentaba su libro de campaña. Primero fueron las Tablas de los Veinte Mandamientos, reveladas ante Zócalo lleno. Ayer fue la Biblia del 2006, dada a conocer ante arcángeles de la prensa convidados a la mesa desayunadora del Señor. Mientras tanto, Vicente Fox en diminutivo celebraba en León, en el Barezzito, el cumpleaños de su esposa con una fiesta nocturna de amigos. Chentillo Fox festejó los 22 años de edad de su cónyuge con 150 invitados, habiendo dejado a Vicente III con su abuelo porque, dijo Chentillo, el Presidente de México es "superniñero" (este tecleador acusa al corrector automático de Windows de cambiar el Chentillo escrito originalmente por la palabra "cuentillo", como si la cibernética supiera tanto de la vida real). La señora Marta, a su vez, continuaba en Monterrey con el libreto de su retomada campaña electoral, aprovechando el viaje para ver si podía acomodar una comida privada con uno de sus hijos en aquella tierra de siempre prósperos negocios.

ASTILLAS: ESTA SECCION NACIO el lunes 26 de mayo de 1997, y su segunda entrega (martes 27) se anunciaba así en primera plana de La Jornada: "Hank, aliado incómodo del virtual candidato socialcristiano en Costa Rica". Decía en aquella fecha la columna en pañales: "Carlos Hank González estaría en vías de causar la derrota electoral de sus candidatos favoritos y de ser investigado como narcotraficante... pero en Costa Rica". El bebé Astillero informaba del "nuevo escándalo" del jefe del grupo Atlacomulco al saberse en San José que el principal candidato a presidir aquella nación centroamericana, Miguel Angel Rodríguez, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), había viajado a la hacienda de Santiago Tianguistengo, en el estado de México, para entrevistarse con quien en algunos medios costarricenses fue llamado "el capo de capos". De San José a Toluca, el candidato Rodríguez y un grupo de sus allegados viajaron en un avión de la línea hankista Taesa y, de regreso a casa, usaron una nave propiedad de Maseca, la empresa de Roberto González Barrera. Dado que Hank jefaturaba negocios varios de capital mexicano instalados en Costa Rica, quedó la impresión fuerte de que el candidato a presidir aquella nación había venido a México a buscar financiamiento a cambio de favores futuros. A pesar de todo, Rodríguez ganó las elecciones y fue presidente de 1998 a 2002. Buen servidor de los intereses estadunidenses, el ex presidente fue impulsado en 2004 para encargarse de la Organización de Estados Americanos (OEA), pero apenas a unos días de haber tomado posesión de la presidencia de ese organismo fue acusado por uno de quienes fueron sus ministros en el gobierno costarricense de haberse quedado con 60 por ciento de 2 millones de dólares dados en soborno por Alcatel, empresa francesa, para autorizar la compra de 400 mil líneas de telefonía celular. Los antecedentes de quien ha debido renunciar a presidir la OEA, como se ve, deberían haber frenado a Rodríguez desde que quiso ser presidente de Costa Rica. La parte mexicana de aquella conexión es la que hoy impulsa a Roberto Madrazo, con plena complacencia del segmento pragmático de la Casa Blanca, que a su vez mantiene un veto a Andrés Manuel López Obrador al costo que sea. Los asistentes a aquella reunión de 1997 en Santiago Tianguistengo fueron Manuel Gurría Ordoñez, Jorge de la Vega Domínguez, José Andrés de Oteyza, Roberto González Barrera, Juan Sánchez Navarro, Enrique Díaz Ballesteros, Carlos Abedrop Dávila, Juan Bautista Morales Doria, José Luis Chaín Matta, Humberto Artigas del Olmo, Mario Ramón Beteta, recientemente fallecido, y Ernesto Enríquez Rubio, actualmente funcionario de la Secretaría de Salud encargado del productivo negocio de "controlar" la comercialización de los productos dietéticos, curativos y de toda índole llamados genéricamente chatarra. Corrupción, sobornos, candidaturas, países bananizados (dicho sea con el perdón de la Real Academia).

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