México D.F. Martes 12 de octubre de 2004
Representantes de 14 idiomas realizan recital
en la Sala Miguel Covarrubias
''Sublevación planetaria contra la globalización
de la usura''
Subraya el poeta Juan Bañuelos el resurgimiento
mundial del pensamiento indígena
Las lenguas de América reúne a
escritores como Ledo Ivo y Humberto A'kabal, entre otros
ARTURO GARCIA HERNANDEZ
El resurgimiento mundial del pensamiento indígena
''está generando una sublevación planetaria contra la globalización
de la usura"; está interrogando ''al mundo de la técnica
que está al servicio del dinero" y ha venido ''a turbar el sueño
dogmático y la satisfacción anodina del poder".
La observación es del poeta Juan Bañuelos,
quien ve en el arte metafórico de las lenguas indígenas una
de las expresiones más poderosas de dicho pensamiento: desde su
cosmogonía, a partir de mitos que tienen proyección universal,
''escruta el sentido del devenir, el ritmo de la historia, la atmósfera
del Eros e incluso la atmósfera de la verdad".
Bañuelos, conocedor profundo y reivindicador de
las culturas indígenas, participa en el recital Las lenguas de
América que hoy, fecha emblemática, se llevará
a cabo en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario,
donde estarán representados 14 idiomas que se hablan en el continente,
10 originarios y cuatro de los que llegaron hace 512 años con los
conquistadores y colonizadores europeos.
Actos como el recital de hoy, reafirman en el autor de
A
paso de hierba. Poemas sobre Chiapas, la convicción de que ''la
poesía no es una causa perdida, como desean las casas bursátiles.
Y no tiene duda que uno de los detonadores de esta ''insurrección
cultural" fue el levantamiento del EZLN en 1994.
Dice: ''Descubrimos la fuerza poética de los pueblos
indígenas, que es al mismo tiempo su secreto y su respiración.
En la zona indígena de Chiapas, en Centro y Sudamérica, la
poesía, como dicen los más viejos, se encuentra en estado
de parto".
Desprecio por lo autóctono
Entrevistados
por separado, otros poetas participantes en Las lenguas de América
también ofrecieron a La Jornada su percepción de la
circunstancia de sus lenguas y culturas en el continente. Unos son optimistas
y hablan de un ''renacimiento" de los idiomas originarios mientras que
otros adiverten sobre el proceso de desaparición en que éstos
se encuentran y denuncian la común falta de políticas de
Estado en varios países para revertir esta tendencia.
Nacido en Guatemala, hablante de maya quiché, ''la
misma lengua en que fue escrito el Popol Vuh", Humberto Ak'abal
destaca que el recital es ''una oportunidad para dar a conocer que las
lenguas indígenas primigenias aún continúan vivas
y tienen una estructura idéntica a la de los idiomas mayoritarios
que se hablan en el mundo. Son lenguas en las que podemos crear y expresar
vivencias y sentimientos" sin limitaciones, como en cualquiera otra.
El maya quiché lo hablan dos de los 11 millones
de habitantes que tiene Guatemala. Ak'abal es uno entre ellos. Aunque en
ese país el levantamiento zapatista de Chiapas no tuvo repercusiones
políticas directas, señala que sí las tuvo de manera
indirecta:
''Vino a despertar la conciencia de que está el
otro, de que caminamos paralelamente y no lo vemos. Esa es la importancia
de este tipo de levantamientos, que despierta conciencias."
Traducido al inglés, francés, alemán,
italiano, portugués, vietnamita, hebreo, español y catalán,
Ak'abal muestra cierto optimismo sobre el reconocimiento en el mundo a
las lenguas originarias, pero afirma que todavía persiste, inclusive
en sus lugares de origen, la mentalidad colonialista o colonizadora que
ve ''al indígena como un ser inferior y a sus lenguas como algo
que produce vergüenza".
En el caso de Guatemala, los acuerdos de paz consideraban
en una de sus cláusulas ''precisamente revitalizar las lenguas indígenas,
crear escuelas bilingües, hacerlas oficiales". Pero es una disposición
a la que ''no se ha dado cumplimiento; se le ve de reojo y continúa
el desprecio al respecto. Mejor personas del extranjero vienen a estudiar
nuestras lenguas que nosotros mismos".
Pero Ak'abal es de la idea de que no hay que esperar a
que ''otros nos abran los espacios, porque nunca lo van a hacer, por eso
nosotros mismos nos estamos abriendo los espaios".
Al respecto, subraya la importancia del recital de hoy
en la Sala Miguel Covarrubias.
Recapitulación de 14 años
Natalio Hernández, poeta en náhuatl y tenaz
defensor de las lenguas indígenas, explica que La voces de América
es la culminación de un proceso iniciado en 1990, hace 14 años,
''cuando Carlos Montemayor, Jacinto Arias -poeta en tzeltal y tzotzil-
y yo, coordinamos un encuentro nacional de escritores en lenguas idígenas,
en Ciudad Victoria, Tamaulipas".
Nunca antes se había realizado algo así:
''A partir de entonces se inició un proceso de diálogo, de
compartir experiencias".
De ese encuentro surgió la Asociación de
Escritores en Lenguas Indígenas, en noviembre de 1993, significativamente
dos meses antes del levantamiento del EZLN.
En 1996 se creó la Casa del Escritor en Lenguas
Indígenas, que sirvió para establecer vínculos con
autores de otros países. En 1997 se desarollaron los encuentros
con literatos indígenas de Centro y Sudamérica. Y en 2000,
en Cancún, tuvo lugar el primer encuentro continental de escritores
en lenguas originarias.
Entonces,
el recital ''recapitula un proceso de 14 años y al mismo tiempo
abre el diálogo de cara a la diversidad y la interculturalidad del
siglo XXI".
En esta ocasión, 10 de esas lenguas establecerán
un diálogo en condiciones de equidad con las cuatro lenguas europeas
representadas en el recital: francés, portugés, inglés
y español.
Al respecto, Natalio Hernández comenta: ''Está
planteándose una equidad, no se trata ya de apartar a las lenguas
indígenas del contexto de nuestros propios países, sino pensar
en un proyecto que incluya a las lenguas originarias junto a las que predominan
en cada uno de nuestros países".
Con un optimismo similar al de Ak'abal, Hernández
sostiene que '''hay un renacimiento de las lenguas originarias de México,
lo cual tiene gran trascendencia, porque ante el proceso colonial que han
vivido nuestros países al imponer las lenguas dominantes como las
única válidas, ahora se abre la perspectiva de equidad, de
respeto y de enriquecimiento mutuo".
La primera reivindicación del derecho de las lenguas
indígenas a desarrollarse y permanecer se remonta a 1974, en un
congreso indígena llevado a cabo en Chiapas.
''Desde entonces -recuerda Natalio Hernández- se
planteaba el derecho de los pueblos a preservar y mantener sus propias
lenguas. A escala nacional, dicha demanda se planteó en 1975".
Sin embargo -coincide con Bañuelos- es hasta 1994,
con el movimiento zapatista, ''que la sociedad empieza a darse cuenta de
la presencia contemporánea de los indígena".
Discurso oficial en entredicho
Del lado de los pesimistas se coloca Thaayrohyadi Bermúdez,
narrador y poeta de la nación otomí, ''antecedente de la
civilización olmeca, tolteca y teotihuacana".
Escribo en esta lengua -dice Bermúdez--''para que
siga viviendo, para que siga floreciendo la palabra de mis ancestros, para
poder platicar con la madre tierra, con el padre sol, con la abuela luna;
y para transmitir a las nuevas generaciones, presentes y futuras, las ciencias
sagradas, la sabiduría ancestral, nuestra visión acerca del
mundo y para que el otomí pueda tener un lugar en la historia del
planeta".
El poeta otomí también acepta en el recital
de esta tarde (17 horas) ''la oportunidad para que se reconozca la esencia
de nuestras lenguas, para que se comprenda que no hay lenguas superiores
o inferiores, que los idiomas indígenas son verdaderos sistemas
de lenguaje que nos permiten una serie de expresiones lúdicas, metafóricas,
sintácticas, que no son ni más ni menos que las llamadas
lenguas internacionales".
Bermúdez es de quienes ponen en entredicho el discurso
gubernamental presuntamente en favor de las culturas indígenas.
En los hechos -acusa- faltan presupuestos y voluntad política: ''Que
el gobierno federal deje de emular a Cristóbal Colón y al
hacer conquista en forma de invasión cultural contemporánea".
Le consta en carne propia el doble discurso gubernamental
sobre culturas indígenas: fue ganador del Premio Nacional de Poesía
Indígena Joven 2003, sin embargo ni el Consejo Nacional para la
Cultura y las Artes ni el Fondo Editorial Tierra Adentro han cumplido con
el compromiso de divulgar la obra del ganador.
Bermúdez aclara que no es la afectación
a su persona lo que le molesta y le preocupa, sino la discriminación
racial, el menosprecio y la falta de interés implícitos hacia
una lengua que cada vez tiene menos hablantes entre los niños y
jóvenes de la nación otomí.
Con la intención de revertir esa tendencia, desde
hace dos años Thaayrohyadi se encuentra promoviendo un proyecto
de Universidad Indígena Internacional, ''para convocar a diferentes
naciones indígenas de México y de América para promover
una educación en nuestra lengua".
''Idioma sufijante'', el aymara
Aunque
en un ámbito distinto, el poeta aymara -de Bolivia- Juan de Dios
Yapita se muestra tan preocupado como Bermúdez sobre el destino
de su lengua. Señala que, aun cuando 25 por ciento de los bolivianos
habla aymara y desde 1994 se instituyó la educación bilingüe
en su país, ''cada vez hay menos hablantes", entre otras razones
''porque quienes la imparten no conocen las lenguas originarias".
El aymara tiene 30 finemas, 26 consonantes y tres vocales.
Es un ''idioma sufijante" que carece de preposiciones; las ideas se expresan
a partir de una palabra base a la cual se le añaden tantos sufijos
como sean necesarios.
Para Juan de Dios Yapita, el recital de hoy será
importante ''para ver cómo funcionan los otros idiomas, para comparar
estructuras".
Desde su punto de vista, esto esto es ''indispensable
para buscar el diálogo y el entendimiento; si no sabemos el idioma
de un pueblo es imposible que podamos entender sus aspectos sociales y
económicos. Luego de aprender otras lenguas es que podemos dialogar".-
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