La vía adolece de errores y deficiencias estructurales, anuncia Comunicaciones

Destinará el gobierno $1,200 millones para restructurar la carretera del Sol

La SCT abre la licitación para construir el Libramiento Norte de la ciudad

VICTOR CARDOSO

Para cubrir errores y deficiencias estructurales en la construcción de la llamada autopista "del Sol", que cubre el tramo Cuernavaca-Acapulco, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) determinó, de plano, "restructurar toda la carretera" con un gasto de mil 200 millones de pesos.

Paralelamente, como parte del programa de construcción de autopistas concesionadas reiniciado por el actual gobierno, la dependencia lanzó la convocatoria para construir la autopista concesionada conocida como Libramiento Norte de la Ciudad de México, quizá la más ambiciosa obra carretera de este sexenio. Tendrá 222 kilómetros de longitud y cruzará por los estados de Tlaxcala, Hidalgo y México, y en principio se calcula una inversión ligeramente superior a los seis mil millones de pesos.

Para su construcción la SCT dispuso que los interesados deberán depositar una fianza "de seriedad" de cinco millones de pesos, pagar el costo de las bases de 14 mil 950 pesos y comprobar un capital contable mínimo de mil 200 millones de pesos.

Asimismo, los concursantes que cuenten con concesiones u operen cualquiera de los tramos Toluca-La Venta, Chamapa-Lechería, Villa de las Flores-Texcoco y Los Reyes-San Martín Texmelucan, deberán presentar la opinión favorable de la Comisión Federal de Competencia "para no resultar en situación de poder sustancial de mercado que afecte el proceso de competencia y libre concurrencia".

Errores del pasado

Por lo que se refiere a la autopista Cuernavaca-Acapulco, se comenzó a construir en septiembre de 1989. El concesionario fue el Grupo Mexicano de Desarrollo, pero la empresa creó un consorcio en el que participaron además Ingenieros Civiles Asociados (ICA) y Triturados Basálticos y Derivados (Tribasa), a la sazón los tres principales consorcios de la construcción en México.

El costo inicial de la carretera fue calculado en 2 mil 800 millones de pesos, pero finalmente se invirtieron unos 4 mil 600 millones. Finalmente fue inaugurada en julio de 1993, pero en agosto de 1997, ante los problemas financieros que presentaba, fue incluida en el rescate carretero decidido por el gobierno de Ernesto Zedillo. Ese año el Banco Mundial y analistas financieros la pusieron como ejemplo del fracaso del programa de concesiones carreteras.

Actualmente la concesión está asignada al Fideicomiso de Apoyo al Rescate de Autopistas Concesionadas y sus ingresos se encuentran bursatilizados, es decir, sirven de garantía a la emisión de bonos que ha emitido esa institución para pagar parte del costo del rescate carretero.

De acuerdo con cifras oficiales, la Autopista del Sol registró un tránsito de 11 millones 70 mil 411 vehículos hasta agosto de este año. Sus ingresos alcanzaron el nivel máximo de sus 11 años de operación, con 840.25 millones de pesos. De no encontrarse comprometidas, esas entradas apenas alcanzarían para cubrir 70 por ciento de lo que costará su "restructuración".

La "supercarretera" fue un proyecto que empezó mal y sigue mal. Esa infraestructura comenzó a presentar fallas casi desde el inicio de sus operaciones, particularmente por derrumbes y hundimientos. Los presupuestos para corregir las deficiencias han sido crecientes y sólo durante este sexenio se han destinado alrededor de 582 millones de pesos: 22.9 millones en 2001, 62.8 millones al año siguiente, 24.3 millones en 2003, alrededor de 100 millones para este año y 372 adicionales para 2005.

Los conductores de más de 11 millones de vehículos que anualmente transitan por la autopista han tenido que padecer constantes desvíos y cortes en la circulación. Apenas en septiembre pasado se registró uno de los derrumbes más recientes en el kilómetro 245, a unos 200 metros del puente Mezcala-Solidaridad, considerado en su momento como una de las obras de ingeniería más avanzadas.

"La autopista del Sol, efectivamente, ha tenido una serie de fallas estructurales no previsibles (porque) el comportamiento del terreno fue distinto al que pudo haberse pensado y eso ha provocado algunos hundimientos diferenciales que han causado a su vez el hecho de columpios elevados en la carretera. Esto, obviamente, no es algo que pueda resolverse metiéndole carpetas por encima, sino que hay que entrarle de fondo", explicó el titular de la SCT, Pedro Cerisola y Weber, en una reunión con diputados hace apenas tres semanas.

Con base en ese dictamen se adoptó la decisión de "restructurar toda la carretera", para lo cual ya se concursó y asignaron los contratos con las empresas Gutsa (40 kilómetros), Rostec (37 kilómetros) y Pavimentos y Construcciones de Guerrero (9 kilómetros). Se encuentra en proceso la asignación de un tramo de 21 kilómetros y próximamente otro por igual kilometraje.