Carmen Pérez Pérez tiene 50 años.
Desde sus 36 padece diabetes mellitus del tipo 2. Lleva casi 15 años
con la enfermedad. Estuvo a punto de perder la vida por no seguir
las indicaciones médicas consistentes en llevar una dieta rigurosa
e inyectarse diariamente la insulina que su organismo necesitaba.
"No quería aceptar mi enfermedad", dice.
Maquila ropa en su casa, en el municipio de Coacalco. Estudió
hasta la secundaria. Cada día se inyecta 15 unidades de insulina
por la mañana y la misma cantidad por la tarde. Hace apenas
cinco años tomó conciencia de su mal y empezó
a controlarlo, desde entonces no ha tenido complicaciones.
Aunque sabía que podía ser presa de la enfermedad, pues
su padre es diabético, no hizo nada por evitarla, no obstante
saber que no es una enfermedad curable.
Una vez al año acude a pláticas al Instituto Mexicano
del Seguro Social (IMSS), donde le explican las acciones a tomar para
evitar el deterioro físico por la diabetes (1).
Existen tres tipos de diabetes, la tipo 1 o juvenil, la tipo 2 o diabetes
mellitus y la gestacional (ver recuadro). La diabetes mellitus o del
tipo 2, es una enfermedad causada por un desorden metabólico,
relacionado con la forma en la que el cuerpo digiere los alimentos
para obtener energía. La comida se convierte en glucosa, para
aprovecharla mejor se necesita una hormona llamada insulina generada
en el páncreas, un órgano cercano al estómago.
En las personas con diabetes, la insulina no ayuda a que las células
del cuerpo usen el azúcar como energía y por ello aumenta
la cantidad de glucosa en la sangre.
La diabetes constituye la tercera causa de muerte en nuestro país.
De acuerdo con el Atlas Mundial de Diabetes, en México existen
4.5 millones de enfermos/as de diabetes, es decir, 7.4 por ciento
de las y los mexicanos.
Cerca de 50 mil murieron por diabetes en 2002, según datos
de la Secretaría de Salud (Ssa). "En los últimos
cinco años prácticamente ha subido a la primer causa
de muerte por razones específicas", informó en
entrevista Irma Fernández Gárate, jefa de la División
de Salud de la Mujer y el Hombre, de la Coordinación de Salud
Pública del IMSS.
Cada hora, siete personas fallecen por esta afección. El 65
por ciento de quienes viven con la enfermedad son mujeres. Cerca del
23 por ciento de los que la padecen desconocen que la tienen, lo cual
quiere decir que existe más de un millón de habitantes
no diagnosticados/as. La diabetes mellitus es responsable del 50 por
ciento de las amputaciones no traumáticas y es la principal
causa de ceguera en adultos/as de entre 20 y 74 años, de acuerdo
con datos del IMSS y de la Federación Mexicana de Diabetes
A.C. (FMD).
Hasta los 49 años, afecta igual a hombres y a mujeres, sin
embargo, a partir de los 50, son más las mujeres con la enfermedad,
porque por lo general son obesas. Los hombres tienen más riesgos
de morir en su etapa reproductiva por la diabetes, pues una de las
causas asociadas a la muerte prematura por diabetes es el infarto
al miocardio o la enfermedad cerebro-vascular, "ocasionada porque
el metabolismo de la glucosa en el diabético está alterado
y produce sustancias químicas que hacen viscosa la sangre".
Las mujeres en esa época generan hormonas que las protegen.
Tomando en cuenta la esperanza de vida de las y los mexicanos, el
IMSS detectó que en 1995 se perdieron casi 70 mil años
de vida por este mal, en tanto que en el 2003 la cifra ascendió
a 190 mil. Asimismo, ésta institución detectó
diariamente 414 nuevos casos en el 2003.
La herencia es una de las causas que hacen sensibles a las personas
a la enfermedad, "en el caso de los latinoamericanos existe una
predisposición genética a padecerla", asegura Gisela
Ayala de la FMD.
La mala alimentación, el sedentarismo, el sobrepeso u obesidad,
son elementos que están por encima de cualquier otro factor
de riesgo, por ello, el mal se multiplica en estados del norte del
país y en las grandes ciudades, donde la tradición culinaria
está basada en el consumo de grasas y refrescos.
"La obesidad predispone a la diabetes mellitus, porque favorece
el síndrome de deficiencia de la insulina... sabemos que las
mujeres tienen una alimentación deficiente por someterse a
la doble y triple jornada de trabajo, al estrés laboral y familiar,
que generan estas condiciones de estrés metabólico",
detalla Fernández. Complicaciones para las mujeres.
Las que han padecido de ovario poliquístico, son propensas
a la diabetes. El ovario poliquístico es ocasionado por un
trastorno hormonal que provoca irregularidades en el periodo menstrual,
infertilidad, acné, exceso de vello y quistes múltiples
en los ovarios. Es generado por el aumento en la producción
de andrógenos -hormona masculina que normalmente la mujer tiene
en poca cantidad-. Es común que a quienes se le han detectado
ovarios poliquísticos sean obesas y tengan, sin saberlo, diabetes.
Cerca del 40 por ciento de ellas presentan intolerancia a la glucosa,
explicó Ayala.
La menopausia puede afectar la cantidad de insulina que una paciente
requiere y algunas tendrán que cambiar su dosis. Durante el
embarazo la diabetes se agrava y requiere un ajuste terapéutico,
sin embargo si el tratamiento es correcto, la proporción de
abortos y de mortalidad materna es la misma que en condiciones normales.
Durante la gestación se requiere un esfuerzo especial para
obtener un buen control metabólico que permita evitar la mortalidad
materna y fetal, pero la prevención de las malformaciones debe
iniciarse antes del embarazo, sugiere María Beatriz Sosa en
el artículo: Diabetes: aspectos ginecológicos y obstétricos.
Síntomas
Sed, hambre incontrolable, orinar frecuentemente y en grandes cantidades
"son signos de alarma", aunque también hay otros
que alertan sobre la posibilidad de padecer diabetes mellitus del
tipo 2, como neuropatías -alteraciones de los nervios- hormigueos
en alguna zona del cuerpo, cansancio extremo, prurito o comezón
en zonas como los genitales externos o la aparición de pequeñas
úlceras. Las heridas de las/os diabéticos sanan lentamente.
El padecimiento, dice Fernández, tiene una evolución
muy larga y cuando se presentan los síntomas, la diabetes ya
tuvo 20 años previos de evolución, a lo que algunos/as
médicos/as llaman "pre-diabetes", eso impide que
su detección y tratamiento se hagan a tiempo para controlarla.
Cuando se diagnostica la diabetes, precisa, 10 o 15 años después,
la o el paciente empieza a presentar complicaciones como el "pie
diabético", retinopatía -daño en los ojos-
insuficiencia renal, que lleva a tener que realizar trasplantes renales
o hemodiálisis para que la gente pueda sobrevivir.
"Se presentan también afectaciones sexuales. Depresión,
que degenera en la disminución de la libido, reducción
del placer sexual y anorgasmia. Cuando los niveles de glucosa están
elevados, se presenta resequedad vaginal y eso ocasiona dolor al momento
del coito.
"Muchas veces las áreas ginecológicas, odontológicas
u oftalmológicas son las que detectan que una mujer padece
diabetes, pues algo muy frecuente antes que la diagnostiquen, son
las constantes infecciones vaginales como candidiasis; la pérdida
de la visión o heridas bucales que no sanan" indica Ayala.
Hacerse la prueba de la glucosa con frecuencia, aunque no se tengan
los síntomas antes mencionados, podría disminuir el
problema. Debe solicitarse cada tres años, si se tiene de 30
a 45 años de edad, no presenta problemas de sobrepeso, obesidad
o hipertensión arterial y cada año si tiene de 30 a
45 años, en el caso contrario, y si además tiene familiares
que sufran la enfermedad.
Se requiere, reitera, cambiar los hábitos alimenticios, tanto
de enfermos/as, como de la población en general, a fin de evitar
que los factores genéticos, aunados a la tradición cultural
alimenticia y el sedentarismo, continúen haciendo que crezca
la enfermedad. El ejercicio y los quehaceres domésticos.
En relación con el ejercicio necesario, Fernández Gárate
alertó que las mujeres, "no deben confundir el hacer ejercicio
con el quehacer doméstico" a pesar de que éste
resulte una "actividad fuerte", ya que no activa los músculos
ni quema las calorías requeridas. "El ejercicio doméstico
no sirve para mantenerse sana, motivar su circulación y disminuir
el estrés, ni ayuda a pasar un momento agradable en el que
ella se dé el gusto de pensar en sí misma", aclara
Fernández.
Los tratamientos de insulina y los automonitoreos constantes del índice
de glucosa son caros, pueden ser una carga económica para aquellas
que no cuentan con seguridad social. Ahora existen plumas portátiles
para suministrar la insulina (2), también se encontrará
próximamente este medicamento en su modalidad de inhalable,
informó Ayala.
El costo anual del tratamiento de una persona con diabetes mellitus
que no tiene complicaciones, ni Seguro Social, va de un millón
960 mil a 4 millones 150 mil pesos -depende de la cantidad de insulina
que necesite y del tipo de medicamentos que adquiera-. Esta suma incluye
la compra de medicamento, nueve glucemias en laboratorio, 156 monitoreos
de glucosa capilar, 12 consultas con médico general, dos consultas
con especialistas y exámenes de laboratorio. En tanto, para
una persona con diabetes que presenta complicaciones, los gastos van
de 6 millones 860 mil pesos a 14 millones 525 mil pesos, ello de acuerdo
con estimaciones de la FMD. La insulina tiene un costo promedio de
200 pesos y puede durar de uno a dos meses, dependiendo de las unidades
que requiera cada enfermo/a; pero "si no se lleva la alimentación
adecuada, ni se realiza ejercicio, no sirve de nada gastar dinero
en un tratamiento", expresó por su parte Ayala.
En México, "no existe la cultura de prevención
de la diabetes, se ataca cuando ya ha afectado la calidad de vida",
alerta Ayala. Es un mal de altos costos sociales y económicos
y un problema de salud pública, asegura Fernández, "si
no lo enfrentamos ahorita nos va a rebasar. A nivel mundial actualmente
hay más de 170 millones de diabéticos, esto en el transcurso
de 10 o 15 años va a duplicarse si no hacemos algo eficaz en
áreas como la educación, en la cultura laboral y el
sector salud".1) Otro lugar donde se dan pláticas de orientación
a diabéticos, aunque con un costo de 95 pesos, es el Centro
Integral de Diabetes (CIA) en el DF, que tiene además sucursales
en algunos estados. Teléfono: 5276-3636 o 01800-523 9011.
2) Estas plumas están a la venta en el CIA, el problema con
ellas para derechohabientes del IMSS, es que se requiere comprar la
insulina en cartuchos especiales para ser usados en la pluma. RECUADROSCruzada
contra los refrescos y la comida chatarra
Una forma de evitar la diabetes o llevar un tratamiento que alargue
la vida de las personas que la padecen, es incluir verduras y frutas;
tratar de desterrar las grasas en la alimentación, la comida
"chatarra" y los refrescos como la Coca Cola -que se han
integrado como parte de la alimentación de los y las mexicanas-,
así como hacer ejercicio diario y sistemático, porque
para controlar la diabetes mellitus tipo 2, la clave no son los medicamentos,
sino el régimen dietético y de ejercicios.
El sector salud de México, debe hacer conciencia entre la población
para luchar "contra la comida chatarra" y el consumo excesivo
de refrescos, causantes de la obesidad entre los y las mexicanas,
y buscar que en lugar de contar con "maquinitas" con este
tipo de alimentos, se tengan en los centros de trabajo "comedores
limpios" promotores de dietas nutritivas.
Es necesaria, dice Irma Fernández Gárate, jefa de la
División de Salud de la Mujer y el Hombre, de la Coordinación
de Salud Pública del IMSS, enfrentar mediante una cruzada nacional
a las grandes empresas como la Coca Cola y Sabritas, no obstante que
éstas impliquen "fuentes de empleo y movimientos económicos".
Urge buscar alternativas, dice, "para que ellos sigan ganando,
pero no sea la población la que pierda en cuanto a calidad
de vida, salud y años de vida, con enfermedades como la diabetes"
La silenciosa diabetes gestacional La diabetes gestacional aparece
durante el embarazo. Repercute tanto en el feto como en la madre.
La mujer con diabetes gestacional tiene a corto, mediano y largo plazo,
riesgo de padecer diabetes mellitus o del tipo 2.
Si la sangre de la madre tiene demasiada glucosa, el páncreas
del feto recibe esos niveles y produce más insulina en su esfuerzo
por usar esa glucosa. El feto convierte el excedente de glucosa en
grasa, lo cual ocasiona sobrepeso.
Cualquier mujer puede desarrollarla durante el embarazo, pero la obesidad
aumenta el riesgo, igual que antecedentes de diabetes en la familia,
haber parido a un bebé de gran tamaño, muerto o con
defectos congénitos y tener mucho líquido amniótico,
señala María Beatriz Sosa en el artículo: Diabetes:
aspectos ginecológicos y obstétricos.
Muchas mujeres pueden no darse cuenta de que están padeciendo
este tipo de diabetes, "porque en México no hay una cultura
de salud suficiente para que los médicos estén alerta
para detectar este tipo de problemas" denuncia Gisela Ayala.
Los hijos/as de las mujeres que padecen diabetes gestacional, pesan
al nacer más de cuatro kilos y cuando son adultos tienen predisposición
a la obesidad, en tanto que las madres presentan altas probabilidades
de que después de cinco años o más de haber dado
a luz, desarrollen diabetes mellitus del tipo 2.
"Habría que advertir a las mujeres que están embarazadas
o a las que están por embarazarse, que primero mantengan un
control adecuado de su peso y si son obesas y sedentarias, pedirle
a su médico les practique una prueba de detección de
diabetes", señala Ayala.
"A nivel internacional, el riesgo de tener diabetes gestacional
es de dos a tres por ciento y en México llega a ser hasta del
seis por ciento" en algunos estados del norte del país"
informó Fernández Gárate.
Tipos de diabetes
Los tipos de diabetes más comunes son la tipo 1 o diabetes
juvenil, es autoinmune, es decir, cuando el sistema inmunológico
-encargado de defender al cuerpo contra enfermedades- desconoce algún
órgano y lo ataca. En el caso de la diabetes, este sistema
se vuelve contra las células beta -que son las que producen
insulina- del páncreas y las destruye. Lo anterior motiva al
páncreas a producir poca insulina o a dejar de producirla.
Una persona que padece diabetes tipo 1, necesita recibir insulina
todos los días para poder vivir. De no ser así, corre
el riesgo de caer en un coma diabético.
Se estima que entre el cinco y 10 por ciento de los casos diagnosticados
de diabetes son tipo 1. Se presenta con mayor frecuencia en niños
y adultos jóvenes, sin embargo puede desarrollarse a cualquier
edad.
La diabetes tipo 2 es la más común y en nuestro país
representa un problema de salud pública severo. El páncreas
de quienes tienen diabetes tipo 2 sigue produciendo insulina, pero
el cuerpo no es capaz de utilizarla. A esto se le llama 舠resistencia
a la insulina舡 y aún se desconocen sus causas. Con el
tiempo, la producción de insulina disminuye. Normalmente la
mayoría de quienes padecen diabetes tipo 2 tienen más
de 40 años. Nueve de cada 10 personas con diabetes tienen diabetes
tipo 2. A pesar de ser considerada como una enfermedad de adultos,
cada vez es más frecuente su presencia en niños.
Diabetes gestacional. Sólo aparece durante el embarazo. Se
comporta de manera similar a la diabetes tipo 2. Normalmente desaparece
después del parto, aunque la madre presenta un alto riesgo
de tener diabetes tipo 2 en años posteriores.
Fuente: Federación Mexicana de Diabetes