Una farmacéutica hará análisis clínicos al escozol

Estudian en Cuba dar registro a veneno útil contra el cáncer

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 18 de noviembre. El Ministerio de Salud Pública (Minsap) informó hoy que una empresa farmacéutica cubana investiga y prepara un ensayo clínico para el futuro registro sanitario del escozul, un preparado con base en el veneno del alacrán azul que se usa en terapias contra el cáncer, aunque aún no lo reconoce legalmente como medicamento.

El escozul, ya conocido en México, surgió al diluirse el veneno del rophalurus junceus, una especie de escorpión azul que habita y se reproduce en cautiverio en las provincias de Guantánamo (oriente) y Matanzas (occidente).

El Minsap señaló en un comunicado oficial que la empresa farmacéutica Labiofam analiza el producto con asesoría del Centro para el Control Estatal de la Calidad de los Medicamentos, a fin de precisar la forma de desarrollarlo y someterlo a ensayo clínico "con vistas a su futuro registro sanitario como medicamento natural".

Agregó que reportes sobre el empleo del preparado no son "una evidencia científicamente documentada y reconocida por las autoridades sanitarias" de Cuba y que "no se ha seguido un diseño correcto de investigación", aunque "las referencias sobre sus efectos y curas son sugerentes de una posible actividad y utilidad terapéutica".

"La caracterización del producto es insuficiente y su método de producción es totalmente artesanal", apunta el informe, que se abstuvo de descalificar las capacidades del escozul.

El empleo terapéutico de la ponzoña fue descubierto al cabo de una década de trabajo por el biólogo cubano Misael Bordier, que inició el criadero de escorpiones y la investigación del caso en la Facultad de Ciencias Médicas de Guantánamo.

El diario oficial Granma reportó el 3 de octubre de 2003 que más de 70 mil personas se habían aplicado la sustancia. También consignó informes sobre "notable mejoría, incremento de la calidad de vida y erradicación total de las protuberancia en la mayoría de los enfermos" de algunos tipos de cáncer.

Granma agregó que el escozul era entonces parte de un proyecto nacional de investigación del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, dirigido por el Instituto de Oncología y Radiobiología y que disponía de registro de marca de la Oficina Cubana de la Propiedad Industrial.