Usted está aquí: viernes 15 de abril de 2005 Política Escupitajo, argumento panista en San Lázaro

Lemus Muñoz Ledo agredió al perredista Horacio Duarte

Escupitajo, argumento panista en San Lázaro

Enfureció al PAN despliegue de fotos de próceres y ofrenda

ROBERTO GARDUÑO Y GEORGINA SALDIERNA

Ampliar la imagen Aspecto de la manifestaci�erredista que desat� ira panista en el Palacio Legislativo FOTO Francisco Olvera

El rechazo de la bancada del PRD al desafuero de Andrés Manuel López Obrador, en el pleno de la Cámara de Diputados, fue objeto de una nueva forma de "hacer política" entre los panistas. Ahora recurrieron a un escupitajo sobre el rostro del presidente de la sección instructora, el perredista Horacio Duarte.

Mientras el PRI en San Lázaro continúa sin pagar el costo político del desafuero de López Obrador y diluye su responsabilidad entre los panistas, que aceptaron mandar, con su abstención, a la congeladora el proceso contra el senador priísta Ricardo Aldana, los legisladores de Acción Nacional, impulsados por los gritos de Jorge Triana, la emprendieron contra los perredistas, que se colocaron en bloque frente a las curules para mostrar fotos de próceres de la nación y extender una manta con la leyenda: "Todos ellos fueron perseguidos injustamente por el poder, y la historia los absolvió".

A las 13:25, la ofrenda de claveles y las imágenes de Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Emiliano Zapata, Francisco I. Madero, Gertrudis Bocanegra, Heberto Castillo, Pancho Villa, Ricardo Flores Magón y Belisario Domínguez -al pie de la tribuna, mientras se cantaba el Himno Nacional- propiciaron agresiones de diputados del PAN a los del PRD, y en el momento más acalorado Francisco Isaías Lemus Muñoz Ledo se parapetó entre sus compañeros panistas Beatriz Zavala y Tomás Trueba para escupir el rostro de Duarte.

Al concluir el Himno Nacional, la presidenta en turno de la mesa directiva, Marcela González Salas -quien solicitó ocupar ese sitio para evitar que el panista Juan de Dios Castro o el priísta Francisco Arroyo Vieyra reprobaran públicamente la protesta de sus compañeros-, pidió que los perredistas se retiraran a sus curules.

Mientras la mayoría de los 96 legisladores del sol azteca se dirigían a sus sitios, otros colocaban los retratos de las figuras históricas al pie de la tribuna con pequeños ramilletes de claveles blancos, y algunos paseaban la manta al frente. Desde el área panista, Triana comenzó a gritar que entre los manifestantes había personas ajenas a la bancada del PRD.

Lo que sucedía era que algunos legisladores no portaban traje ni ropa de marca, sino pantalones de mezclilla y camisas a cuadros, y ello los convirtió en blanco de los ataques de Triana, que se multiplicaron desde el bronx panista: "¡Fuera provocadores, queremos orden, ellos no son diputados! ¡Pobretones, desarrapados!"

Al aumentar las ofensas, Duarte levantó su credencial que lo acredita como integrante de la 59 Legislatura, y se dirigió al frente de la bancada panista para demostrar que tenía derecho a protestar pacíficamente en ese lugar, "como lo hizo Vicente Fox cuando se puso orejas de burro" en la histórica calificación de la elección presidencial por la cual Carlos Salinas se convirtió en titular del Ejecutivo federal.

Al estilo barriada

Duarte se acercó a Tomás Trueba para explicarle que todos los actores de la protesta eran diputados federales del PRD y, de paso, recordarle el error de haber rechazado la propuesta de turnar el dictamen de Aldana a la mesa directiva de San Lázaro. El perredista relató más tarde que el legislador del PAN coincidió en la necesidad de "sacar adelante" el asunto.

En esos momentos, mientras los diputados del PRD mantenían desplegada la manta amarilla frente a los panistas, Duarte seguía conversando con Trueba. Pero por un costado apareció Lemus Muñoz Ledo, quien intentó empujar a Horacio Duarte, y al no alcanzarlo, le soltó un escupitajo y huyó a refugiarse en un fallido anonimato.

Duarte intentó avanzar en dirección de la curul del coordinador de la bancada panista, José González Morfín, quien desesperado decía a sus compañeros: "¡Vámonos, dejemos el salón!" Frente al perredista se ubicó Alberto Torres, quien le impidió llegar hasta el líder del PAN.

Se formó alrededor de Duarte una cámara húngara de panistas, y sus compañeros corrieron para defenderlo y sacarlo de la zona. Entonces los ataques se dirigieron a la presidenta de la mesa directiva, González Salas, quien al intentar calmar los ánimos aseguró que los manifestantes, todos, eran diputados federales, y decretó un receso de cinco minutos.

La respuesta de los panistas fue a coro: "¡Fuera, mojigata! ¡Irrespetuosa, estás en contubernio con los perredistas! ¡Falta al respeto a los diputados! ¡Que venga Juan de Dios Castro a poner orden!" El caos se multiplicó en las bancadas del PRD y el PAN. La del PRI sólo observaba.

De inmediato el priísta Arroyo Vieyra asumió la presidencia y reinició la sesión, pero los panistas, enfurecidos, se obstinaban al reclamar que en la protesta, que ya había concluido, había personas ajenas. Se ordenó al perredista José Cigala continuar con su participación en tribuna.

Transcurrieron más de 10 minutos y en el salón de plenos continuaba el desorden. Hasta la curul de Duarte llegó Alberto Torres, quien iba a disculparse con el perredista, pero fue recibido con dureza por Dolores Gutiérrez, quien le reclamó: "Regrésate, provocador, cínico, cobarde". Rafael García le recriminó: "Ustedes asesinaron la democracia el 7 de abril".

Para entonces la mayoría de los panistas ya sabía quién había escupido al perredista, menos José González Morfín, a quien se acercó Lemus Muñoz Ledo para confesarle que él era el agresor.

No habían transcurrido ni 20 minutos de la provocación cuando los panistas Juan Molinar Horcasitas, Manuel Gómez Morín, Beatriz Zavala y Elizabeth Yáñez se deslindaron de la actitud de su compañero, acusaron al PRD de propiciar el enfrentamiento y anunciaron que solicitarán se impidan las manifestaciones en el salón de plenos, "hecho inconstitucional por naturaleza propia".

Zavala negó haber visto a Lemus Muñoz Ledo escupir -cuando ella estaba a menos de un metro- y Molinar no quiso identificar a las "personas ajenas" al PRD.

Duarte e Inti Muñoz anunciaron que no habrá denuncia contra el panista agresor, porque "ése es su nivel", y no caerán en los actos de violencia orquestados desde el Estado. "Mantendremos de manera permanente nuestra protesta pacífica por la canallada del desafuero contra López Obrador. Ojalá de la boca de los panistas salieran ideas, no escupitajos".

 
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