La estrategia, "nociva": Iglesia católica

La Iglesia católica reprobó enérgicamente la campaña radiofónica contra la homofobia, que comenzó ayer en siete ciudades del país y se extenderá en breve a otras 12. El presidente de la Comisión Episcopal para la Familia, Rodrigo Aguilar Martínez, criticó al gobierno foxista, el cual, dijo, por un lado promueve los valores familiares, inclusive con iniciativas como el Día Nacional de la Familia, y por otro atenta contra la célula de la sociedad con ese tipo de iniciativas.

El también obispo de la diócesis potosina de Matehuala señaló que todos los esfuerzos de los obispos por encontrar y dialogar con diversas autoridades del gobierno federal, principalmente con el secretario de Salud, Julio Frenk, con el propósito de abordar ese tema, del que se tenía información desde hace tiempo, han sido infructuosos.

Calificó la campaña de "nociva para la persona, la familia y la sociedad entera", pues los espots, lejos de evitar la discriminación contra los homosexuales -acción con la que la Iglesia católica está de acuerdo-, dan la impresión de promover este tipo de prácticas y la presentan como algo "verdaderamente normal y hasta natural.

"Ese tipo de relativismo moral es muy nocivo para la persona, la familia y la sociedad. Tarde o temprano va a provocar degradación del ser humano y de la sociedad mexicana; la cosa es mucho más grave de lo que muchos imaginan", aseveró el prelado, quien recordó que desde principios de marzo el episcopado se pronunció sobre el particular.

El obispo aseguró que sí se pueden elaborar espots radiofónicos que realmente promuevan la no discriminación contra los homosexuales, pero sin fomentar la homosexualidad. Pero este no es el caso de la campaña que ayer comenzó en varias ciudades del país. "Los actos homosexuales no pueden tener aprobación. Hay que ayudarle (al homosexual) a que encauce su vida, aceptar a la persona, pero ayudarla a que resuelva su problema (...) Un espot debe ir en ese sentido", insistió.

La Comisión Episcopal de Pastoral Familiar, en ese primer pronunciamiento, afirmó que "defiende, respeta y promueve la dignidad" de las personas, pero condena los actos homosexuales y el derecho a que se considere "opción personal legítima". Además, señala que los homosexuales viven "la heterofobia", es decir, "el miedo al otro sexo", y negó que tengan "el derecho a ser diferentes".

Citando siempre la Biblia y el catecismo, los obispos subrayan que la práctica de la homosexualidad es "depravación grave" y este tipo de actos son "intrínsecamente desordenados" y "contrarios a la ley natural", por lo que no pueden recibir aprobación en ningún caso.

Aguilar advirtió que si la campaña busca presentar ante la sociedad esas acciones como opción personal legítima, "con derecho a ser diferente", se asume una aparente postura de humanidad y respeto a la persona. Pero en realidad se está apoyando en bases antropológicas falsas y engañosas, tergiversando conceptos y lenguajes.

José Antonio Román