Usted está aquí: martes 31 de mayo de 2005 Sociedad y Justicia Logran importantes avances en el rescate del pez blanco de Pátzcuaro

Los investigadores resaltan la cooperación de las 500 familias de pescadores involucradas

Logran importantes avances en el rescate del pez blanco de Pátzcuaro

La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo encabeza los esfuerzos multidisciplinarios

ANTONIO AGUILERA/LA JORNADA MICHOACAN

Ampliar la imagen El objetivo final del proyecto es devolver al lago de P�cuaro la sustentabilidad y garantizar la subsistencia de los pescadores que habitan en sus orillas FOTO Jos�ntonio L�

Morelia, Mich., 30 de mayo. Investigadores de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo informaron que el plan de rescate y regeneración del pez blanco (Chirostoma estor estor), especie nativa del lago de Pátzcuaro que se encuentra en peligro de extinción, reporta avances importantes, lo que significa beneficios para 500 familias de pescadores que subsisten de la venta de ese animal.

La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, en coordinación con la Universidad de Stirling, en Escocia, aplica el proyecto, diseñado y coordinado por el doctor Carlos Antonio Martínez Palacios, adscrito al Instituto de Investigaciones sobre Recursos Naturales (Inirena), el cual empezó hace cinco años con el propósito de cultivar la especie endémica en las comunidades que se encuentran alrededor del lago de Pátzcuaro, para lo cual se analizó la información genética de la especie.

Antonio Campos Mendoza y Mayra Toledo Cuevas, colaboradores del proyecto Pez blanco, comentaron que inicialmente se estudió si era posible el cultivo del animal por medio de sistemas de incubación.

La idea fundamental del proyecto -comentó Campos Mendoza- es que en un futuro próximo se puedan construir criaderos comerciales semintensivos que ayuden a regenerar el pez y que pueda ser comerciado por las 500 familias de pescadores vecinas del lago que subsisten gracias a la venta de la especie.

Señaló que el proyecto cuenta con la colaboración del Departamento de Asuntos Ambientales, Alimentarios y Rurales (DEFRA, por sus siglas en inglés) del gobierno británico, por medio de la Iniciativa Darwin.

Dicho plan permite transferir la tecnología de cultivo creada en el Inirena a las comunidades ribereñas y comenzar la producción de la especie en criaderos especialmente, diseñados por los investigadores nicolaitas.

"Buscamos que la gente que se dedicó a la explotación de la especie por tanto tiempo tome conciencia de la preservación y conozca las herramientas de cultivo que hemos diseñado para que sean aplicadas en sus comunidades", agregó Campos Mendoza.

Hasta el momento cinco comunidades ribereñas se han sumado al proyecto: Ichupio, San Jerónimo Purenchécuaro, Erongarícuaro, Jarácuaro y Santa Fe de la Laguna, las cuales cubren los cuatro puntos cardinales del lago de Pátzcuaro.

Se cuenta con el apoyo de la Secretaría de la Reforma Agraria para aterrizar el proyecto en las comunidades. Con ese objetivo investigadores capacitan a los comuneros en el manejo aprovechable del pez.

El proyecto también se aplica en comunidades alejadas de la zona lacustre, como Tzitzio e Ixtlán de los Hervores, donde se prevé la construcción de criaderos más grandes para trabajar con productores a mayor escala.

El proyecto, comentó el investigador, cuenta con el respaldo de fondos mixtos del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología y la fundación Produce. La meta es lograr 250 mil crías de pez blanco antes de 2006.

Por su parte, Mayra Toledo Cuevas señaló que la situación que aqueja al pez blanco es crítica, ya que, como se ha constatado, en menos de 20 años bajó dramáticamente la presencia del animal en el lago.

Señaló que primero se tiene que asegurar la conservación y reproducción de la especie para después buscar la repoblación del lago.

Dijo que crear granjas será una forma de permitir que las poblaciones del animal acuático se recuperen y los pescadores obtengan una especie más saludable, lejos de la contaminación de parásitos que habitan el lago.

Los investigadores de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo señalaron que el proyecto ha contado con muy buena aceptación social, ya que en el caso de los comuneros de Ichupio, donde se instaló el primer sitio de cultivo experimental, recibieron cerca de mil crías en noviembre pasado.

"En condiciones de semicultivo no sabemos qué puede pasar con la especie, cuál será su desempeño y eficiencia en otros criaderos o en el lago de Pátzcuaro, por lo que el sitio de cultivo experimental nos va a permitir conocer el desarrollo del pez blanco y al mismo tiempo vamos a generar otros sitios de cultivo alrededor del lago, donde las comunidades indígenas han manifestado interés", detalló Antonio Campos Mendoza.

Señaló que la idea básica del proyecto es transferir las crías y las técnicas de cultivo a los comuneros para inculcarles la acuacultura, enseñarlos a alimentar los peces, cuidar los estanques, medir el crecimiento de los organismos y asesorarlos a la hora de hacer la cosecha del pez blanco, ya apto para su comercialización.

Bajo este esquema, en un plazo de un año o dos ciclos de cultivo, los comuneros podrán ser capaces y autosuficientes al momento de producir sus cultivos de pescado blanco.

El investigador señaló que en un primer momento se ofrecen las crías a los comuneros, y si el cultivo resulta exitoso venderán el producto y resarcirán la inversión de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

El costo general del proyecto, incluyendo los procesos de ciencia básica y los trabajos de campo, ha sido de 24 millones de pesos, subsanados con apoyos del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología, la fundación Produce Michoacán, y los recursos asignados por la universidad vía la Coordinación de Investigación Científica, a cargo de Rodolfo Farías Rodríguez.

"Actualmente hemos logrado lo suficiente como para iniciar el cultivo semi-intensivo de esta especie tan importante para Michoacán; ya conocemos su biología, aspectos de su reproducción, crecimiento, manejo y tenemos dominado el cultivo en ciclo cerrado, con supervivencias más allá de 90 por ciento de los peces obtenidos, por lo que tenemos la habilidad de generar producciones de crías a nivel industrial.

"Todos estos avances han sido posibles gracias al concurso de estudiantes de la universidad que participan en los proyectos de investigación básica y aplicada. Lo que ha resultado en la elaboración de tres tesis doctorales y en la conclusión de ocho tesis de maestría y 10 de licenciatura. Nuestros alcances han sido plasmados en un capítulo de un libro, cinco trabajos en revistas internacionales, tres en revistas nacionales, 20 presentaciones en congresos y tres invitaciones internacionales con ponencias magistrales".

 
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