Usted está aquí: sábado 18 de junio de 2005 Cultura Vasta cirugía arquitectónica para embellecer el Palacio Nacional

La idea es refrendar su relevancia como recinto histórico y cultural, dice funcionario

Vasta cirugía arquitectónica para embellecer el Palacio Nacional

Hundimientos diferenciales propician inestabilidad en el inmueble: José Ramón San Cristóbal

Organizarán una propuesta museográfica para disfrutar ese espejo de la historia de México

ARTURO GARCIA HERNANDEZ

Ampliar la imagen Los Edificios Landa, ubicados en el costado oriente del Palacio Nacional y que ser�demolidos el pr�o agosto, as�omo la construcci�e un estacionamiento para 300 autom�es forman parte de los trabajos en el Centro Hist�o para remozar la sede del Poder Ejecutivo federal y su entorno FOTO Mar�Luisa Severiano

Con el propósito de refrendar su lugar como uno de los recintos de mayor importancia histórica y cultural del país (además de política), en breve el Palacio Nacional será sometido a una serie de intervenciones arquitectónicas que concluirán antes de que termine el sexenio de Vicente Fox.

La parte central del proyecto incluye la demolición de los llamados Edificios Landa, situados en el costado oriente de Palacio, construidos en los años 60 del siglo XX y severamente dañados en su estructura por los terremotos de 1985.

En lugar de los Edificios Landa será levantado un conjunto arquitectónico que estará en armonía estética con el resto de los inmuebles que conforman Palacio Nacional.

En el nuevo edificio habrá un museo de sitio, un auditorio, salones de usos múltiples, sala de proyección, una librería, una tienda, una cafetería, oficinas administrativas, bodegas y un estacionamiento para aproximadamente 300 automóviles.

Además de lo anterior, se acondicionará un espacio con ''instalaciones dignas" para alojar a los más de cien soldados de la Primera Región Militar encargados de la salvaguarda del Palacio, los mismos que todos los días izan y arrían la bandera en el asta central del Zócalo.

El monumento más importante

De acuerdo con José Ramón San Cristóbal Larrea -director de Promoción Cultural, Obra Pública y Acervo Patrimonial de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público- ya se ha iniciado el desmantelamiento de los Edificios Landa y en agosto empezarán los trabajos de demolición.

El proyecto, inscrito en el plan maestro de Palacio Nacional, se ha diseñado y se realiza en coordinación con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

San Cristóbal Larrea subraya el interés en consolidar Palacio Nacional como recinto cultural y fomentar el orgullo por ''el monumento más importante de nuestra nación: no hay otro que le iguale en importancia".

Los Edificios Landa enmarcan el Jardín Botánico, también llamado Jardín de la Emperatriz porque se presume que por él paseaba Carlota durante el imperio de Maximiliano. En ese lugar se encontraban las Casas Nuevas de Moctezuma, que Hernán Cortés mandó derribar.

Con el nuevo proyecto, se añadirán pórticos y arcadas similares a los de la parte más antigua del conjunto. El estacionamiento estará dispuesto de tal manera que los automóviles estacionados no podrán ser vistos desde el interior ni desde el exterior del Palacio.

Erigido en una superficie de 40 mil metros cuadrados, con 87 mil metros cuadrados de construcción, el hoy llamado Palacio Nacional fue en sus orígenes Palacio de los Virreyes de la Nueva España y Palacio Imperial en tiempos de Maximiliano y Carlota.

De edificio medieval a barroco

De acuerdo con José Ramón San Cristóbal, el principal problema de Palacio es la inestabilidad producida por los hundimientos diferenciales que presenta el conjunto, principalmente por dos razones: los desniveles del subsuelo por la extracción de agua, y por tratarse de un conjunto que se ha ido edificando en diferentes épocas y por lo mismo con diferentes sistemas de construcción.

En 1523 Hernán Cortés mandó construir su residencia sobre las Casas Nuevas de Moctezuma; en 1563 la corona española le compró el inmueble al hijo de Cortés, Martín, para que fuera habitado por el segundo virrey, don Luis de Velasco, quien lo acondicionó para dar cabida a los tribunales y a la cárcel de la Corte Real.

Entre los siglos XVII y XVIII, luego de diversos siniestros y saqueos, fue remozado y ampliado hasta cambiar su aspecto de edificio medieval por uno barroco.

Al consumarse la Independencia, en 1821, albergó los tres poderes de la Unión -Ejecutivo, Legislativo y Judicial- y se le empezó a denominar Palacio Nacional.

Durante la primera mitad del siglo XIX permaneció deteriorado y en el olvido hasta que Mariano Arista ordenó su remozamiento y ampliación de la sección norte. Fue en esa parte donde habitó Benito Juárez cuando fue presidente. Y ahí murió en 1872.

En el siglo XX, Plutarco Elías Calles inició la construcción de un tercer nivel, haciendo en la fachada las modificaciones que el inmueble conserva hasta nuestros días.

Millón y medio de visitantes al año

Palacio Nacional recibe un millón y medio de turistas al año, nacionales y extranjeros. Uno de sus principales atractivos son los murales de Diego Rivera, pero también está el llamado Recinto Juárez, en la parte donde habitó el Benemérito de las Américas.

Ahí se exhiben muebles, fotografías, retratos y múltiples objetos pertenecientes o relacionados con el prócer oaxaqueño. Por ejemplo, la banda presidencial que usó durante su mandato o los distintivos que portaba como miembro de la logia masónica.

San Cristóbal Larrea también resalta la belleza y el valor histórico de lo que fue la primera Cámara de Diputados, destruida por un incendio en el siglo XIX, abandonada por cerca de 100 años y hoy restaurada.

Otra joya es el Salón de la Tesorería, soberbia muestra de art decó que hasta hace 20 años aún estaba en funciones. Hoy sólo lo usa Presidencia para actos protocolarios.

Por todo eso, entre muchas otras cosas, el funcionario insiste en denominar a Palacio Nacional como el monumento histórico más importante del país.

Explica que la presencia de la Secretaría de Hacienda en el inmueble es histórica: la real hacienda estuvo aquí durante la Colonia. En tiempos de Porfirio Díaz, el secretario de Hacienda José Ives Limantour trasladó sus oficinas a Palacio.

En tiempos recientes la presencia de Hacienda en Palacio ''ha sido importante porque ha transferido al INAH y al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes importantes recursos para la conservación del inmueble".

Una vez concluida la parte material de la intervención, se organizará una propuesta museográfica que integre a todos los espacios culturales que funcionan en Palacio, de tal manera que el público conozca y disfrute este espejo de la historia de México.

Pero aun antes de que todo ese proyecto se concrete -subraya el funcionario- y más allá de ser sede y símbolo del poder político, el Palacio Nacional es desde ahora un espacio de intensa actividad cultural.

 
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