Usted está aquí: viernes 9 de septiembre de 2005 Cultura Con la reinauguración de El Eco se rinde homenaje a Goeritz

Comprometernos con la cultura hace posible los proyectos complejos: De la Fuente

Con la reinauguración de El Eco se rinde homenaje a Goeritz

Pronto tendremos planes para el Centro Cultural Tlatelolco, anunció el rector de la UNAM

Montan exposición con obra y documentos del artista en la sala Daniel Mont del museo

MERRY MACMASTERS

El acto para reinaugurar el Museo Experimental El Eco, efectuado el miércoles 7, exactamente 53 años después de la fecha original de apertura, demostró que el recinto concebido por Mathias Goeritz y Daniel Mont no ha perdido capacidad de convocatoria, pues logró reunir a las máximas autoridades citadinas, políticas, educativas y culturales, así como personajes de las artes, empresarios, universitarios, galeristas y coleccionistas.

Juan Ramón de la Fuente, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), expresó su beneplácito por la presencia de Alejandro Encinas, jefe de Gobierno del DF; Reyes Tamez Guerra, secretario de Educación Pública, y Sari Bermúdez, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Aunque no es la primera vez, eso ''viene muy a cuento que sea hoy que se pone nuevamente de relieve que varios de los proyectos que hemos emprendido juntos, aun en tiempos complejos, convulsos, han podido seguir adelante y van llegando a feliz término", afirmó el rector.

Ovación a Juan Soriano

La cultura, continuó De la Fuente, tiene esa característica muy particular: ''Cuando la entendemos, cuando la valoramos, cuando nos sentimos comprometidos con ella, nos permite llevar a cabo proyectos que en otros contextos probablemente serían muy difíciles".

Reiteró su deseo de ''seguir trabajando de la mano" con las instancias mencionadas. Respecto del Gobierno del DF, ''pronto tendremos los primeros proyectos para el Centro Cultural Tlatelolco", aseveró.

Dadas las dimensiones de El Eco, un grupo reducido de personas asistió a la reinauguración oficial. (Anoche hubo una apertura con invitación y a partir de las 11 horas de este viernes el recinto estará abierto al público.)

Entre ellos estaban el pintor y escultor Juan Soriano, para quien el rector pidió un aplauso especial; el banquero Alfredo Harp Helú, el empresario Manuel Arango, el etnólogo Sergio Raúl Arroyo, los arquitectos Teodoro González de León y Enrique Norten, entre otros.

En su discurso, Graciela de la Torre, directora de Artes Visuales de la UNAM, tocó un punto, tal vez el único cuestionado: la falta de las obras que Goeritz y Mont encargaron a artistas que les eran afines, y participaron del proyecto. Pero si la recuperación de El Eco ''es casi un milagro, no podemos restituir otras obras que se perdieron para siempre o jamás fueron concluidas.

''Después de arduos debates y consultas con artistas, amigos y familiares de Mathias Goeritz, así como historiadores del arte y arquitectos, decidimos devolverle a El Eco, si no sus obras, la vocación que el propio Goeritz le confería: la de ser un espacio de encuentro emocional entre artistas muy diversos -pintores y escultores, desde luego, pero también, músicos, coreógrafos, cineastas, poetas.''

Rodríguez Prampolini, ausente

Alejandro Encinas también refrendó la relevancia del rescate de esa obra emblemática, pues representa la labor de la UNAM para difundir las actividades culturales en el norte de la ciudad. Encinas conoció El Eco a finales de los años 60, como el Foro Isabelino, y recordó que más adelante se convirtió en un espacio de teatro alternativo, ''a veces muy alternativo".

Reyes Tamez felicitó a la UNAM por retomar con el mismo propósito un proyecto que en su tiempo fue innovador.

En el recorrido posterior se pudieron apreciar las obras creadas por Gabriel Orozco, Damián Ortega y Carlos Amorales. En el patio del museo, el rector De la Fuente intentó una cascarita con los balones de futbol ponchados, de Orozco; inclusive dio una patada inicial, pero no tuvo eco. La escultura movible Balones está integrada por piezas de la colección personal de Orozco, así como pelotas proporcionadas por los equipos Pumitas de la UNAM.

La presencia de Mathias Goeritz nunca deja de sentirse en El Eco, primero mediante el proyecto arquitectónico, restaurado por Felipe Leal y Víctor Jiménez. Leal confirmó que la UNAM adquirió en fecha reciente el terreno colindante, lo que permitirá conservar el perfil urbano y la escala del museo. En la torre amarilla se encontraron los restos del poema poético de Goeritz, que fue reconstruido.

En la sala Daniel Mont, en la planta alta, se presenta una exposición sobre El Eco, con texto introductorio de Guillermo Santamarina, director del recinto, así como referencias a la escultura de la serpiente que Goeritz creó para el lugar, libros, reproducciones ampliadas del mural que no hizo Rufino Tamayo por falta de recursos, los apuntes que dejó Henry Moore y fotografías.

Una ausencia notable fue la de la historiadora Ida Rodríguez Prampolini, viuda de Goeritz. Gerardo Estrada, titular de Difusión Cultural de la UNAM, dijo que había hablado con ella la noche anterior, acababa de regresar de un viaje a la sierra y estaba muy cansada, pero que próximamente visitaría el museo.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.