Usted está aquí: jueves 22 de septiembre de 2005 Política Desorden, pauta de la búsqueda

Siete veces se difundió el "rescate" a lo largo del día y la versión resultaba falsa

Desorden, pauta de la búsqueda

Los jefes de cada corporación participante daban órdenes sin consultarse ni apoyarse

GUSTAVO CASTILLO, ISRAEL DAVILA Y SILVIA CHAVEZ ENVIADO Y CORRESPONSALES

Ampliar la imagen En la imagen superior, de enero pasado, el titular de la SSP federal en el mismo helic�ro en el que ayer perdi� vida. Abajo, despliegue militar en busca del aparato extraviado FOTOS Pedro Pardo y Alfredo Dom�uez Foto: S Pedro Pardo y Alfredo Dom�uez

Los reportes sobre la búsqueda del helicóptero Bell 412 en el que viajaban el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Ramón Martín Huerta, y ocho personas más eran confusos y contradictorios. Se pasaba de la esperanza a la decepción en segundos. Primero se aseguró haber hallado la aeronave y enseguida la versión fue desmentida. Así ocurrió en al menos siete ocasiones a lo largo del día.

Las brigadas de rescate subieron y bajaron cerros sin éxito. Las zonas boscosas de Huixquilucan y Lerma, en el estado de México, fueron peinadas, recorridas por aire y tierra. Ante los intentos fallidos, por la tarde la búsqueda se extendió hasta la región verde de los municipios Otzolotepec y Xonacatlán, casi colindando con Jilotxingo.

Los casi 3 mil hombres que participaron en la búsqueda fueron y vinieron de los mismos lugares en varias ocasiones, pero ninguna dependencia era capaz de poner orden ni encabezar las acciones.

Decenas de vehículos de policía, bomberos, Protección Civil y ambulancias marchaban a los sitios que les indicaba cada uno de sus mandos.

No importaba que militares hubieran recorrido una zona o que el helicóptero de alguna dependencia ya había sobrevolado los sitios; los convoyes de policías o rescatistas se lanzaban a toda velocidad de nuevo a revisar sitios como el Cerro de la Campana, Dos Ríos, Piedra Grande, Llano Grande o el Valle del Conejo.

Iban y regresaban a los "puestos de mando" que se instalaron en Huixquilucan en espera de ver qué nuevo grupo salía para ir detrás de él, y cuando eso ocurría, las unidades eran tantas que obstruían el paso a los habitantes e incluso entre ellos.

La Guía Roji y los mapas estatales fueron el apoyo fundamental para desplegar improvisadas rutas de búsqueda, definidas también por el subsecretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, Gabriel Regino, y el comandante de la tercera región de la Policía Federal Preventiva.

Así ocurrió durante todo el día, hasta que cerca de las 5 de la tarde, en la frecuencia de la policía estatal se confirmó que los restos del helicóptero desaparecido por más de cinco horas habían sido localizados en San Miguel Mimiapan.

Los comandantes de la policía estatal pidieron confirmar la especie en tres ocasiones y, tras obtener respuesta positiva, todas las brigadas de rescate se trasladaron a la zona.

Decenas de patrullas, camionetas, camiones, motocicletas y helicópteros de las corporaciones policiacas y de medios de comunicación se dirigieron a Mimiapan para confirmar la especie.

Al llegar al lugar volvió a reinar la confusión. Se manejaron diversos parajes donde se ubicaba el helicóptero accidentado. Las brigadas se dividieron, pero alrededor de las 7 de la noche, finalmente los cuerpos de seguridad llegaron al lugar.

Cuando todavía no se daba la información oficial, el titular de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, adelantó que podría tratarse de un "accidente fatal" y demandó "no especular".

 
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