Usted está aquí: viernes 23 de septiembre de 2005 Política "Ya quedó claro que se trató de un accidente"

Miguel Angel Yunes

"Ya quedó claro que se trató de un accidente"

KARINA AVILES

Luego de asistir a las exequias del tercer visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), José Antonio Bernal, el subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, Miguel Angel Yunes Linares, expresó que no existe una confrontación entre el organismo encabezado por José Luis Soberanes y esa dependencia federal, pues según el funcionario "ya quedó claro" que la muerte de los servidores públicos se debió a un accidente.

Por su parte, Enrique Montiagudo, familiar del tercer visitador, aseguró que se decidió no asistir al Campo Marte para el homenaje a los funcionarios fallecidos por una cuestión que corresponde únicamente a la privacidad de la familia y por "salud mental".

Dijo que el presidente Vicente Fox se comunicó con ellos y le expresaron su determinación de no acudir al Campo Marte, y aseguró: "No tenemos ninguna duda sobre la causa de la muerte de José Antonio Bernal". A pregunta sobre el peritaje de lo ocurrido, manifestó categórico: "No esperamos nada".

Los restos fueron velados en las salas Bearn y Aquitaine del panteón Francés, adonde principalmente acudieron familiares, compañeros de trabajo -como el primer visitador, Raúl Plascencia Villanueva- y amigos cercanos. Hoy al mediodía se rendirá homenaje a Bernal en la CNDH y asistirá el titular del organismo, José Luis Soberanes.

Después de las declaraciones del vocero de esa comisión, Guillermo Ibarra, quien no descartó que la amenaza del narcotraficante Osiel Cárdenas Guillén se haya cumplido, Yunes Linares indicó que habló con aquél y ya "quedó claro". En última instancia, añadió, "lo más lamentable es lo que pasó".

Por otra parte, expresó que al menos en su gestión no ha habido una recomendación de la CNDH contra la SSP por temas penitenciarios. De hecho, agregó, hubo una "buena relación".

Luego de expresar sus condolencias, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, Emilio Alvarez Icaza, enfatizó que este hecho debe analizarse "a la luz de la gravedad" que representa, y las instituciones de la República están obligadas a dar certeza y absoluta seguridad sobre lo acontecido. Pero el hecho en sí, destacó, "es extremadamente preocupante y no hay precedente de un asunto de esta naturaleza".

El ombudsman capitalino insistió en que la mejor manera de defender a un representante de los derechos humanos es mediante la justicia: "Este es un caso que se aplica en lo particular".

Alvarez Icaza consideró necesario separar dos circunstancias. En primer lugar, las investigaciones sobre las amenazas contra los funcionarios de la CNDH y el origen de las mismas. En segundo, "tendrá que darse un proceso en el que las instituciones se encuentren".

Sobre las dudas acerca del origen del percance, dijo: "habrá que ver". Sin embargo, expuso que el actual debe ser un momento de mesura.

 
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