Usted está aquí: lunes 3 de octubre de 2005 Economía MEXICO SA

MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Tiempo de "agradecer" favores y/o protegerse la espalda

Benefician a trasnacionales de bebidas gaseosas

ES COSTUMBRE QUE LOS altos funcionarios públicos, con el Presidente de la República a la cabeza, dediquen sus últimos días en el puesto a dar concesiones a sus amigos y consentidos, o bien firmar decretos en beneficio de uno u otro grupo poderoso para "agradecer" los favores recibidos, pagar facturas y/o protegerse la espalda.

SANTIAGO CREEL (BY, BY) lo hizo con Televisa poco antes de salir de Bucareli; otros han procedido en igual sentido, y ahora, en plena desbandada y "enroques" en el gabinetazo, Fernando Canales Clariond no tenía por qué proceder en sentido contrario y actuó en consecuencia en sus últimos días en la Secretaría de Economía.

LAS GRANDES TRASNACIONALES de bebidas gaseosas, por medio de sus representantes en México, los barones de la industria refresquera, obtuvieron el visto bueno del ahora secretario de Energía para que las importaciones de fructosa estadunidense retomen el nivel existente casi cuatro años atrás, cuando en medio del conflicto y pocos días después de la expropiación de ingenios el Congreso decidió restringir a su mínima expresión la entrada de ese edulcorante a territorio mexicano por el elevadísimo efecto negativo que producía en el sector azucarero nacional.

EN PLENA CRISIS CAÑERA y 24 horas antes de dejar la Secretaría de Economía para ocupar la de Energía, el 28 de septiembre pasado, Canales Clariond estampó su firma en un decreto (publicado en el Diario Oficial de la Federación el viernes 30), mediante el cual autoriza la importación de 250 mil toneladas métricas de fructosa estadunidense (destinadas a la industria refresquera, con Coca-Cola y Pepsico a la cabeza), no obstante que en el propio decreto se reconoce el impacto negativo que ese edulcorante tiene en la industria azucarera mexicana, y que Estados Unidos ha violado el Tratado de Libre Comercio en el renglón azucarero.

SEÑALA EL DECRETO firmado por Canales Clariond que "ante el incumplimiento de Estados Unidos, la situación de la industria azucarera nacional se ha visto seriamente amenazada, ya que la participación de la fructosa en el país desplaza al azúcar, que al no encontrar salida al mercado de Estados Unidos por las restricciones que este país mantiene, deprime y desestabiliza el mercado mexicano".

SIN EMBARGO, LA Secretaría de Economía autorizó premisos previos de importación hasta por 250 mil toneladas métricas de fructosa estadunidense, del primero de octubre de 2005 al 30 de septiembre de 2006, "con el ánimo de establecer un clima que favorezca la posibilidad de llegar a una solución que resuelva la controversia bilateral en materia de edulcorantes; se ha decidido otorgar un acceso recíproco a las importaciones de fructosa originarias de Estados Unidos", ya que el Departamento de Agricultura de aquel país elevó la importación de azúcar mexicano en una proporción idéntica "para aliviar la escasez de ese producto tras el paso de los huracanes Katrina y Rita".

EL DECRETO FIRMADO por el ahora Secretario de Energía tira al bote de la basura la decisión que en 2001 adoptó el Congreso nacional, y de nueva cuenta abre la puerta a las trasnacionales refresqueras que operan en el país, por medio de sus barones mexicanos, para que se abastezcan de un producto que sin duda ha dañado, daña, a la industria azucarera que supuestamente debe proteger.

EN 2001, LA IMPORTACION de fructosa estadunidense sumó 250 mil toneladas métricas; un año después, el volumen se redujo 96 por ciento, y para 2004 sólo llegó a 4 mil 700 toneladas. De un plumazo, y sin resolverse el problema de la industria azucarera mexicana, el decreto de Canales Clariond permite a las trasnacionales refresqueras recuperar el terreno perdido en los pasados cuatro años.

DE ACUERDO CON SU propia información, el 18 de septiembre de 2001 la Cámara de Diputados presentó una iniciativa de ley con carácter de decreto que prohibía la importación de jarabe de maíz de alta fructosa y de maíz destinado a la elaboración de la misma, la cual quedó pendiente. Sin embargo, el 31 de diciembre de ese año se aprobó, dentro del paquete tributario, un impuesto especial de 20 por ciento a los refrescos elaborados con otro endulzante que no fuera azúcar, concentrados o jarabes, esencia o extractos de sabores que utilicen fructosa, lo que alentó el consumo de azúcar mexicana, que fue sustituyendo paulatinamente la elaboración de bebidas con jarabe de maíz de alta fructosa.

LAS MEDIDAS COMERCIALES impuestas propiciaron la drástica disminución en las importaciones de fructosa a partir de 2002, año en el que alcanzaron únicamente 9 mil 800 toneladas, y su valor pasó de 59.5 millones de dólares a 5.8 millones en ese periodo. En 2004, el valor se redujo a 1.3 millones de dólares, aproximadamente. Así, después de que Estados Unidos fue el principal proveedor de este producto, pues cubría casi el 100 por ciento de las importaciones en la década de los noventa, en 2004 representó sólo 23 por ciento de éstas, mientras que de Canadá se importó el 87 por ciento restante.

AL SER LA FRUCTOSA un buen sustituto del azúcar, existe una relación inversa entre el azúcar producida en México y las importaciones del edulcorante provenientes de Estados Unidos; el 70 por ciento las disminuciones en las importaciones de fructosa pueden explicar el aumento en la producción de azúcar mexicana.

SIN EMBARGO, CANALES Clariond quiso atender a sus amigos, sin considerar a la industria azucarera nacional. Habrá que ver qué "atenciones" tiene en la Secretaría de Energía.

Las rebanadas del pastel:

EN SU RECIENTE visita a Canadá, el inquilino de Los Pinos dijo que la Coca Cola "tiene 100 años en México y nunca ha registrado pérdidas". Algunos lectores pusieron en duda el tiempo de operación de la trasnacional en el país, pero parece que es el único dato correcto ofrecido por el presidente Fox. De acuerdo con estudios de Gustavo Castro Soto (La Coca-Cola en México. El agua tiembla), integrante del CIEPAC, en 1898 el refresco Coca-Cola entró en México y hasta 1903 se registró la marca en el país. Durante los primeros años de la Coca-Cola en México existieron cuatro cocacolas diferentes registradas con el mismo nombre... A precios actuales, un barril de petróleo mexicano cuesta, en promedio, 52.33 dólares; uno de Coca-Cola, 144.55 dólares.

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