Testigos de Jehová
Tres mayas dicen que mataron "en nombre de Dios"
Mérida, Yuc., 4 de octubre. "Fue en nombre de Dios." Así, enérgicos, explicaron los tres mayas seguidores de los testigos de Jehová la forma por demás cruel en que dieron muerte al católico José Gualberto Chi Ku, la madrugada del domingo pasado en la comunidad Cepeda, municipio de Halachó.
Al ser presentados por las autoridades ministeriales para rendir su declaración preparatoria, los campesinos Luis Enrique Ku Fernández, su hijo Wilberth Ku Ucán y su sobrino Carlos Keb Ku destacaron que ya estaban hartos de las amenazas y agresiones que sufrían a manos de José Gualberto.
Reconocieron que sometieron a Chi Ku cuando estaba en compañía de su esposa y, después de golpearlo, lo arrastraron 40 metros hasta el patio de la casa donde se reúnen los testigos de Jehová, y allí lo lapidaron. Describieron que al final le machacaron la parte izquierda del cráneo con una roca.
Los asesinos admitieron que hicieron justicia por su propia mano, "pero en nombre de Dios", y se declararon culpables. No obstante, Luis Enrique Ku intentó deslindar a su sobrino Carlos del homicidio, incluso imploró por él, pero el joven aceptó que también participó en el linchamiento.
Aunque no se descarta que tres o cuatro personas más estén implicadas en la muerte de José Gualberto Chi, los victimarios se negaron a dar nombres.
Detallaron que Chi Ku los ofendía constantemente por su religión y los agredía físicamente, pero ellos, "por prudencia", no respondían a los ataques. Comentaron que el domingo "el hilo se rompió por lo más delgado" -esto es, no soportaron insultos que el hoy finado profirió después de ingerir bebidas alcohólicas- y todo terminó en tragedia.
El Ministerio Público canalizó a los tres testigos de Jehová a los juzgados de Defensa Social, donde se les emitirá sentencia. Al menos uno de los implicados podría recibir la pena máxima de 40 años de prisión que se aplica en Yucatán por asesinato.