Usted está aquí: domingo 9 de octubre de 2005 Cultura Visualizar nuevo mapa étnico, plantea el investigador Federico Navarrete

Su libro Las relaciones interétnicas de México propone repensar diferencias culturales

Visualizar nuevo mapa étnico, plantea el investigador Federico Navarrete

"La categoría mestizo, aunque habla de integración y homogenización, es muy racista"

Zapatistas y otros movimientos populares buscan definir una nación plural e incluyente

ARTURO JIMENEZ

Como un libro de interés general, para ciudadanos, concibe Federico Navarrete su texto Las relaciones interétnicas en México, con el cual busca romper las inercias en la interpretación del pasado y el presente.

Por ejemplo, dice Navarrete en entrevista, se asume de modo simplista que mientras 90 por ciento de los mexicanos es mestizo, el restante 10 es indígena. Pero esa visión de una mayoría "moderna" y una minoría "tradicional" enfrentadas esconde una realidad más diversa en cada una de ellas.

"Paradójicamente, la categoría 'mestizo', aunque habla de integración y homogenización, es profundamente racista. En México, parte del peor racismo no es contra los indígenas, que sí lo hay, sino entre los mestizos, lo cual casi no se discute: de los más blancos contra los más morenos o de los ricos contra los pobres. Ahí raza y clase se mezclan de una manera muy complicada."

Es por ello que el académico del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien en su libro hace un breve recorrido histórico desde poco antes del siglo XVI al presente, propone visualizar un nuevo "mapa étnico" de México.

Con este volumen, editado por la UNAM como el tercer tomo de la colección La Pluralidad Cultural en México, el historiador señala que además intenta repensar a este país, caracterizado por la desigualdad social y el racismo, con el fin de poder transformarlo.

"En realidad, el país es muy diverso. Por el lado de los indígenas, no son un solo grupo, sino muchos, con tradiciones, valores y culturas muy diferentes. Y además, en los últimos años los indígenas han cambiado profundamente.

"Ya no son las comunidades tradicionales dedicadas a la agricultura, como hace 50 años. Ahora hay indígenas viviendo en las ciudades, participando en la vida política y cultural del país, emigrando a Estados Unidos."

Blancos, morenos, ricos, pobres...

En cuanto a los mestizos, Navarrete dice que ellos también son muy diversos. Los mestizos, abunda, están divididos racialmente, no es lo mismo ser blanco que moreno; regionalmente, no es lo mismo ser de Monterrey que de Oaxaca; en clases: ricos, pobres y clases medias; o en valores y religiones: católico, protestante, judío o ateo.

Navarrete habla de la conformación histórica de un mestizaje "desde arriba" y de otro "desde abajo". El primero, recuerda, implicó muchas veces el etnocidio, mientras el segundo muchas veces dio muestras de querer participar en la vida nacional, dejando incluso sus lenguas maternas a favor de la castellanización, pero no sus tierras o identidad.

"El mapa étnico de nuestro país es, de alguna manera, resultado de la contradicción y de la confluencia entre estos dos mestizajes. Y lo mismo sucede a nivel político."

El investigador comenta que cuando se dice que México es un país de ciudadanos, la idea de ciudadanía de las elites, por excluyente, es diferente a la de los sectores populares, los cuales construyen otras formas de ciudadanía.

"Ellas tienen que ver con su derecho a participar en la vida política, de tomar las armas y rebelarse contra un mal gobierno o de participar en la conformación de nuevos gobiernos.

"Es la ciudadanía de los movimientos populares de Morelos y Guerrero durante la Independencia, de Juan Alvarez durante la guerra de Reforma, de Zapata y Villa durante la Revolución y, obviamente, de los neozapatistas de ahora."

Racismo vs. inclusión

Comprendido así, agrega Navarrete, el mapa étnico de México se ve de manera diferente. Por eso propone asumir otras maneras de pensar las diferencias culturales en el país. Y plantea:

"Por un lado está el principio racista de una elite que se sigue identificando como más moderna que el resto de la población y basa su privilegio en esa modernidad.

"Esa élite son los tecnócratas del gobierno, pero también los actores de Televisa y la televisión, que es una de las principales fuerzas racistas y discriminadoras."

Por otro lado, concluye, están los movimientos populares que buscan definir una nación plural e incluyente, como los neozapatistas y otros movimientos políticos y sociales, como los de la diversidad sexual, entre muchos otros.

"Ya no podemos sostener que en México hay un sector moderno y otro tradicional. Toda la sociedad mexicana es moderna, pero de maneras distintas."

De ahí deriva reflexiones sobre otros temas, como el de la autonomía indígena, por lo que propone derechos culturales no sólo para ese sector sino "para todo mundo", que impliquen una democracia más profunda y la forma de vida de cada uno de los muy diversos sectores.

 
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