Insiste el precandidato en "dar vuelta a la página"
La mansión de Montiel en Jalisco estará lista este año
La Huerta, Jal., 14 de octubre. La casa que el precandidato presidencial priísta Arturo Montiel Rojas construye desde enero de 2004 en una bahía y playa privada de Chamela -kilómetro 63 de la carretera federal 200 Melaque-Puerto Vallarta- estará lista el primero de diciembre.
"Ya di vuelta a la página", declaró hoy Montiel Rojas en su visita a la capital jalisciense, cuando los reporteros preguntaron por las cinco residencias -tres en Valle de Bravo, una en Acapulco y la de Chamela, y no Careyes- adquiridas por él, su esposa o su hijo Arturo.
El predio, de 40 mil metros cuadrados, compuesto en su mayoría por vegetación agreste, está registrado como El Milagro en la oficina de catastro de la cabecera de este municipio, puerta de entrada a la Costa Alegre de Jalisco.
El permiso de construcción 103-2004 confirma que la edificación se inició en enero de 2004 y ampara una superficie a construir de mil 230 metros cuadrados. Su valor catastral (no comercial) es de 9 millones 404 mil pesos.
El lote fue adquirido el 24 de junio de 2003 mediante la empresa Servicios Inmobiliarios del Centro EM, cuyo administrador único es José Alfredo de la Cruz.
La transacción fue con la particular Martha María Teresa Contreras y Pagés, como consta en el Registro Público de la Propiedad, y se realizó en Autlán, Jalisco, por intermedio del notario público titular 73 del estado de México, René Gámez Imaz, según consta en el número 29 del libro 154, folios 203-215. La escritura tiene el número oficial 14 mil 168.
No es fácil llegar aquí. El poblado más próximo es Careyes, a nueve kilómetros al sur. Por carretera es necesario recorrer más de 100 kilómetros desde el aeropuerto de Manzanillo, Colima. Sin embargo, a cuatro kilómetros hacia el norte hay una pista de aterrizaje, por lo que se puede arribar al lugar en avión sin problemas.
Enamorado de la zona, Montiel Rojas fue asiduo visitante del hotel de gran tu-rismo de Careyes hasta que decidió comprar su playa privada.
Sus vecinos son científicos de la UNAM, quienes trabajan en la estación de Biología Chamela-Cuixmala al cuidado de esta región de 13 mil hectáreas de selva, flora y fauna únicas en el mundo protegida desde 1993.
Al menos 50 empleados trabajan a marchas forzadas para tener todo listo antes de la fecha en que el contratista Antonio Peñaloza, ingeniero vallartense, se comprometió a concluir el proyecto.