Número 113 | Jueves 1 de diciembre de 2005
Director fundador: CARLOS PAYAN VELVER
Directora general: CARMEN LIRA SAADE
Director: Alejandro Brito Lemus

Católicas por Derecho a Decidir
El ejercicio indebido de un derecho

“No hay violación en el matrimonio, sólo se realiza el ejercicio indebido de un derecho”, así resolvió la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en 1994 en que sentó con esta tesis de jurisprudencia un antecedente ofensivo contra los derechos y la dignidad de las mujeres. Con ella sentenciaron, durante once años, a un número importante de mujeres mexicanas a padecer una sanción sin juicio previo, a recibir una pena ilegal y de hecho contra la libre determinación sobre el ejercicio de su sexualidad.

Desde entonces, algunos jueces utilizaron este criterio para resolver casos de violación en el matrimonio. Ha sido aplicado aún en contra de las reformas introducidas en 1997 tanto en el Código Civil como en el Código Penal Federal, que tipifican como delito la violación conyugal; además de las legislaciones de 20 estados de la República que establecen que, en el delito de violación, el bien jurídico tutelado es la libertad sexual, aquella que tiene toda persona para decidir si desea tener relaciones sexuales y con quién.

El 16 de noviembre de 2005, once años después de la primera intervención de la Corte en este asunto, bajo la presidencia de la ministra Olga Sánchez Cordero –quien ha buscado la rectificación desde 2003–, la SCJN resolvió que cuando uno de los cónyuges obtiene la cópula por medios violentos, sean físicos o morales, queda debidamente integrado el delito de violación. El que este resolutivo de la SCJN se haya dado a conocer en el contexto de la conmemoración del 25 de noviembre, Día Internacional de la No Violencia hacia las Mujeres, es una razón más para celebrarlo y aplaudirlo. Indudablemente esta resolución es un paso importante en la lucha por erradicar la violencia contra las mujeres.

La violación en el matrimonio es un acto que atenta contra los derechos humanos de las mujeres, que las daña física, moral y psicológicamente; es un acto infame de negación de su poder de decisión, es además agravado por ser cometido en el espacio de mayor confianza para la mujer: el ámbito conyugal.

Las organizaciones de la sociedad civil que nos dedicamos a la defensa y promoción de los derechos sexuales y los derechos reproductivos como derechos humanos, y que hemos venido trabajando para lograr este resolutivo, debemos ahora llevarlo a las instancias internacionales -Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Hacia las Mujeres y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos-, para que sirva de referente en la construcción de un orden internacional más justo, que considere a las mujeres como sujetos de derecho pleno, como agentes morales capaces de tomar decisiones a quienes debe respetárseles su derecho a decidir sobre su sexualidad; un orden internacional que avale el poder de decisión vinculado a una ética y una moral propias e incuestionables.

Este es y ha sido nuestro compromiso desde Católicas por el Derecho a Decidir, quienes celebramos, junto con todas las mujeres mexicanas, este resolutivo que reconoce que la mujer no pierde su libertad sexual al casarse ya que dispone plenamente de su cuerpo, su sexualidad y mantiene íntegra su autoridad moral.

Un tema como este pone además en evidencia lo que hemos venido planteando respecto a la caracterización de las familias y a la necesidad de develar la violencia intrafamiliar como un flagelo vigente y creciente ante el reclamo de autonomía de las mujeres. Que una instancia tan importante como la SCJN haya reconocido que puede haber violación en el marco del matrimonio es una base incuestionable para promover la discusión acerca del matrimonio y las familias, en tanto lugares en donde puede haber tanta crueldad como armonía. No necesariamente espacios solamente de amor y protección.

Aplaudimos la Resolución de la Corte y el empeño de la ministra Olga Sánchez Cordero para que se llegara a este resolutivo.

Este 25 de noviembre continuamos trabajando en la construcción de políticas públicas que sean asumidas por el Estado y sus instituciones en la defensa y promoción de los derechos humanos de las mujeres, lo que permitirá crear una nueva cultura, que haga imposible el fenómeno doloroso e inadmisible del feminicidio, que marca cada año el tema de esta celebración: Día Internacional de la No Violencia hacia las Mujeres.

¡ Demandamos que cese la impunidad y se haga justicia ante los asesinatos de mujeres en Cuidad Juárez y Chihuahua!