Usted está aquí: martes 21 de febrero de 2006 Política Mi gobierno "vomita la demagogia y el populismo", asegura el Ejecutivo

En gira por la sierra Tarahumara admite que la pobreza extrema acabaría en 18 años

Mi gobierno "vomita la demagogia y el populismo", asegura el Ejecutivo

Ante rarámuris y sin traductor, Fox afirmó que los indígenas hoy tienen presencia, voz y voto

ROSA ELVIRA VARGAS ENVIADA

Choguita, Chih. En la sierra Tarahumara, donde siempre todo parece estar apenas por hacerse, el presidente Vicente Fox abrió su discurso: "mi gobierno vomita la demagogia, el populismo, el engaño y la mentira", aunque momentos después aseguraría que la pobreza extrema en México se acabará dentro de 15 o 18 años a lo sumo y admitió que lo que más necesita el país es credibilidad, que la gente crea en sí misma y en el gobierno.

Con los alcaldes de la zona serrana, algunos gobernadores tarahumaras y el obispo de la región, Rafael Sandoval, Fox Quesada encontró el escenario adecuado para responder indirectamente, desde aquí, a las limitaciones impuestas por el Instituto Federal Electoral: "yo regreso a los mismos lugares siempre; hoy se dice que lo hago por razones electorales o por promover imagen, pero lo he hecho siempre, cuatro veces a la semana dejo el escritorio para recorrer el país".

A un lado del gobernador priísta, José Reyes Baeza, el mandatario lamentó una vez más la falta de las reformas fiscal y hacendaria, para lo cual se usó el "falso argumento de que atentarían contra los pobres, cuando es exactamente al revés".

Se envió, dijo, una propuesta bien estructurada que habría beneficiado a los pobres, a los marginados de este país porque al no tenerla se retrasan las soluciones. "No es más que la necedad en la que nos hemos metido de pensar que el gobierno federal tiene dinero y puede resolver todo y eso no es cierto, no hay tal dinero."

Por la mañana en Guachochi, donde puso en marcha la primera semana nacional de vacunación 2006, Vicente Fox aseguró que en su gobierno "hemos dado vuelta a la página de los agravios, las injusticias y el abandono que han sufrido los pueblos indígenas durante generaciones. Estamos cerrando el capítulo de la exclusión y la discriminación", para construir una nueva relación de respeto, dignidad y justicia.

En esa misma población y ante habitantes que lo escuchaban impertérritos, pues nadie tradujo al rarámuri el mensaje presidencial, el mandatario aseguró que hoy los indígenas tienen presencia, tienen voz y voto en el desarrollo del país; que se ha puesto fin al tiempo donde había mexicanos de primera y segunda.

El gobierno por la salud, dijo también, como un imperativo ético y social y que ya no admite demora ni justificaciones, que no tolera indiferencia ni distracciones.

El gobierno federal inició en Guachochi la aplicación de la vacuna contra el neumococo, causante de meningitis, infecciones del oído y otras graves enfermedades respiratorias. La medida se aplicará a los niños de los 58 municipios con mayor marginación en el país, casi todos indígenas, con la idea, explicó el secretario de Salud, Julio Frenk, de reducir en 30 por ciento la tasa de mortalidad por esas causas e inmunizar a un universo de infantes de entre dos y 23 meses de edad.

En las nuevas instalaciones de la radiodifusora comunitaria XETAR, Vicente Fox aseguró que en cinco años la democracia ha hecho por las comunidades indígenas más que los gobiernos anteriores, y señaló que mientras hay muchos que siguen hablando de la pobreza, "nos hacen programas, nos dicen cómo le van a hacer, aquí ya no estamos hablando de la pobreza, no estamos diciendo cómo le vamos a hacer, sino que ya lo estamos haciendo, ya estamos trabajando decididamente y con mucho compromiso".

Más adelante, en la comunidad de Bocoyna, el titular del Ejecutivo, a quien acompaña su esposa, Marta Sahagún, visitó la clínica Santa Teresita a cargo de sacerdotes jesuitas y donde se atienden, sobre todo, gravísimos cuadros de los efectos de la miseria de los niños rarámuris. Entregó un millón de pesos a nombre de la asistencia pública y ofreció certificar este nosocomio para dar servicio a las familias de la sierra Tarahumara, adscritas al Seguro Popular.

Terminó en el albergue escolar de Choguita, donde pasó la noche con los niños internos, en una reunión donde el gobierno local presentó el programa para la región serrana Manos a la Obra.

Ahí destacaron las expresiones del obispo de la tarahumara, Rafael Sandoval, quien pidió no ver a los indígenas como indigentes, fuentes de trabajo y respeto a su cosmovisión. "Ya estuvo bueno de verlos de arriba abajo", y pidió detener la destrucción de los bosques de esta entidad.

 
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