Usted está aquí: martes 21 de marzo de 2006 Sociedad y Justicia Elevar 14% la disponibilidad de agua para agricultura, reto: FAO

A la vez, debe crecer 70 puntos producción de alimentos

Elevar 14% la disponibilidad de agua para agricultura, reto: FAO

ANGELICA ENCISO, MATILDE PEREZ Y JOSE GALAN

La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) pugnó por que los gobiernos de los países de todo el mundo incluyan en sus agendas un enfoque integrado en torno a la agricultura, y consideren que, si bien es una consumidora de agua, es también el sector que genera alimentos.

Louise Fresco, asistente del director de la FAO, recordó que 70 por ciento de las personas más pobres del mundo viven en las áreas rurales y dependen de la agricultura. "No se puede hablar de pobreza y agua sin mencionar a la población rural."

En el contexto de la sesión Agua para la Alimentación y el Medio Ambiente, en el cuarto Foro Mundial del Agua, Fresco mencionó que en los últimos años la producción de alimentos se incrementó 25 por ciento, incluso por arriba del aumento de la población mundial, pero la productividad agrícola depende del agua. Se han logrado avances, abundó, ya que en la actualidad, por ejemplo, se requiere dos veces menos del líquido para la producción de un kilo de trigo que hace 40 años.

Los precios de los alimentos han disminuido, con efectos positivos para algunos y negativos para otros, y muchos países no han podido superar la pobreza porque no han logrado invertir más en la agricultura y el agua.

El reto, dijo a los asistentes, entre quienes por primera vez se vio a numerosos campesinos mexicanos que se distinguían del resto del auditorio, es aumentar 70 por ciento la producción de alimentos y paralelamente lograr un incremento de 14 por ciento en la disponibilidad del agua para ese sector.

Puntualizó que la irrigación agrícola sólo consume 10 por ciento del líquido y es en esas zonas donde se produce tres a cuatro veces más alimentos que en las parcelas que "sólo son irrigadas por las lluvias".

Es cierto, abundó, que el modelo de irrigación que en años anteriores se desarrolló a gran escala resulta ya anticuado, pero a la agricultura no se le puede excluir ni dejar sin ese recurso; lo esencial es modernizarla y lograr un equilibrio en el uso del recurso
y aumentar la productividad.

Para lograrlo se requiere que participen los agricultores, que la iniciativa privada invierta y los gobiernos pongan mayor atención al sector, ya que siguen asignándole mayor prioridad al desarrollo urbano o industrial. Propuso romper con el círculo vicioso: agua, pobreza y degradación de recursos naturales, pero sin aislar a la agricultura.

En la jornada de ayer se advirtió que existe el riesgo de no cumplir con las Metas del Milenio sobre alimentación, sobre todo la de reducir para 2015 a la mitad el número de personas que padecen hambre.

Para lograr dicho objetivo debería alcanzarse mayor seguridad en el acceso a la alimentación para 22 millones de personas por año, pero en la actualidad no se alcanzan ni 6 millones; además se estima que para 2025 enfrentarán severos problemas de escasez de agua, alimentos y creciente contaminación del ambiente 3 mil millones de personas, un tercio de la población mundial entonces.

Por su parte, el director de agricultura del Banco Mundial, Kevin Cleaver, instó a los gobiernos a duplicar las inversiones en irrigación y en áreas rurales. Hay que destinar al menos 40 mil millones de dólares por año en esa tecnología para incrementar la productividad agrícola y así evitar una potencial crisis alimentaria global en los próximos 20 años.

Al dar a conocer el libro Gestión del agua en la agricultura de riego, Cleaver recordó que para producir alimentos para una persona se requerían seis metros cúbicos, y actualmente sólo tres; sin embargo, la situación actual marca que es necesario elevar la productividad, sobre todo donde escasea el líquido.

"Los productores, gobiernos y otros actores clave tendrán que adoptar opciones que tiendan a favorecer la gestión sustentable de los recursos hídricos."

El reporte, abundó, destaca que tendrán que promoverse nuevos arreglos institucionales e inversiones que promuevan la participación y la responsabilidad de los agricultores en la toma de decisiones, fortaleciendo el desarrollo del empresariado rural.

En esta jornada temática, autoridades de las secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales y de Agricultura afirmaron que el gobierno canalizó en este quinquenio mil 596.6 millones de pesos para tecnificar el riego en casi 352 mil hectáreas.

Isidro Gaytán Arvizu, gerente de distritos de temporal tecnificado de la Comisión Nacional del Agua, recordó que en las zonas del trópico húmedo del país se concentra 70 por ciento de las tierras con medio a alto potencial agrícola.

México ocupa el sexto lugar en el mundo con superficie agrícola bajo riego, con 6.3 millones de hectáreas que poseen infraestructura hidroagrícola.

En el informe Agua y agricultura: sostenibilidad, mercados y políticas, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) recomendó a los gobiernos crear un marco legal robusto que facilite la fijación de tarifas y el comercio del agua, la competencia entre servicios de suministro, el comercio de nutrientes para la reducción de la contaminación y el aumento de la participación de agricultores, industriales y comunidades en el diseño y la elaboración de políticas de gestión para el agua.

Mencionó que el secretariado de la OCDE deberá vigilar y evaluar las políticas relacionadas con la cantidad y calidad del agua para la agricultura; determinar las formas para medir los costos y beneficios de su uso por ese sector productivo y desarrollar una serie de principios comunes que ayuden a los países a mejorar el marco institucional de la gestión del líquido.

Por su parte, en la mesa Tendencias de las perspectivas de género y agua para el crecimiento y el desarrollo, las mujeres hicieron un llamado a la sociedad para que reflexione sobre cómo las relaciones de género intervienen y median la ges-tión de las personas con el agua.

La Red de Género y Medio Ambiente, que agrupa a organizaciones no gubernamentales y académicas de diversos estados del país, presentó la llamada Agenda azul de las mujeres. En este documento insisten en que el acceso al agua debe ser tratado como un derecho humano y que el Estado tiene que mantener el control y la distribución del líquido.

Demandaron ser incluidas y que se les otorgue representatividad en todos los espacios de toma de decisiones nacionales e internacionales, y la creación en México de estadísticas segregadas por sexo que evalúen la situación de las mujeres respecto al agua y el medio ambiente.

Ayer también se presentó el informe correspondiente a Medio Oriente y el norte de Africa, en el que se destaca que se requiere una gestión integrada de los recursos hídricos, de lineamientos de política modernos y fomentar la cooperación regional e internacional para hacer que las aguas de la región sigan fluyendo.

 
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