Usted está aquí: lunes 8 de mayo de 2006 Cultura La cama, protagonista de exposición de Marisa Lara y Arturo Guerrero

Este mueble nos permite desprendernos de las cargas cotidianas, afirma el artista

La cama, protagonista de exposición de Marisa Lara y Arturo Guerrero

Buscamos que no sólo cobije sueños, sino también reflexiones, asegura la creadora

MERRY MACMASTERS

Ampliar la imagen Marisa Lara y Arturo Guerrero con una de sus obras Foto: Jesús Villaseca

Hay camas de cinco estrellas, pero también las hay de pesadillas y dolor, expresan los artistas visuales Marisa Lara y Arturo Guerrero, a nombre de su alter ego "los siameses", quienes han hecho de ese mueble esencial en todo hogar, no importa la forma, el protagonista de su próxima exposición. El lecho y la cama, compuesta de pintura, arte objeto e instalación de diferentes épocas, será inaugurada el martes 9 a las 20 horas, en la Alianza Francesa Centro Polanco, Sócrates 156.

Ni hablar, Supercama de siameses, que sirve de soporte para una instalación, preside la galería de la Alianza Francesa. Este mueble de cinco metros de largo y dos de alto, en la parte de la cabecera -el tamaño de un minidepartamento estudiantil en París, asegura Lara-, está cubierto, entre otros elementos, de pequeñas palomas con las alas abiertas, que representan la libertad del vuelo.

"La cama es donde nos desprendemos de la carga cotidiana", apunta Guerrero, quien suele soñar que vuela. Bajo las sábanas de la supercama los siameses encuentran la pantalla de proyección de una compleja red de signos sociales y estéticos. Sus grandes dimensiones contrastan con la pequeña Cama de faquires siameses, ya que "las habituales tensiones de la vida cotidiana obligan a sacar un clavo con otro".

De acuerdo con Lara, el tema de la cama desde el punto de vista de un objeto ritual, casi sagrado en nuestra vida, siempre ha estado presente en los más de 20 años de trabajo profesional de esta mancuera artística. Al vivir en Nueva York, en la década de los 90, aparecieron sus primeras obras relativas a la habitación y la cama.

En el Soho, donde solían visitar a su amigo, el artista pop Roy Lichtenstein, comenzaron las ideas acerca de "la aventura de meterse entre tibias sábanas a una especie de capullo-cama, desde el cual se viera la bóveda celeste". De allí, la cama con base de raíces hace el vientre de la tierra, o la cama que es inundada por el agua en una habitación donde ya no hay fronteras, hasta la cama que vuela para sobre las dunas.

"Hemos querido -apunta Lara- que la cama se transforme mediante nuestra obra en un lugar, no sólo de reposo para dar cobijo a los sueños, sino para la reflexión y, por supuesto, el erotismo. Pero, depende de la cama, también puede ser un lugar para la convalecencia."

Cama de gigante recuerda que el lecho puede quedarle chico a cualquiera. Armados de humor, Lara y Guerrero agradecen al "cuerpo yacente haber prestado sus restos al morir para la presentación de esta instalación, previo consentimiento forense registrado en acta notarial".

En su texto Bajo las sábanas del arte, Gérard Saurin, artista y agregado cultural de Francia en Guatemala, se refiere a la propensión y el interés del binomio artístico por el cuerpo en sus varios estados. Anota: "Más allá de la anécdota y del pretexto, el lecho y la cama son para Arturo Guerrero y Marisa Lara conceptos y objetos tomados como construcciones históricas".

Ocupando de manera global el campo artístico, con una hambre por hacer nunca saciada, el par de artistas que gustan trabajar al alimón "construyen ficciones teñidas de irreverencia y de trasgresión". La presente exposición, asegura Saurin, es una invitación singular a "explorar bajo las sábanas de la vida para entender los diferentes estratos que la constituyen". También han definido su postura, "elegida bajo la forma de una situación de ruptura permanente, sin temer, como lo sugería Tapiés, 'saltar en el vacío o echarse al agua'".

Ya que la cama sirve tanto para nacer como para morir, una pieza culminante es Empaque final: exclusivo uso siamés, un ataúd doble, compartido, para el viaje eterno, que tiene por único accesorio unas lámparas de pared para alumbrar la travesía sin retorno. Porque, "cuando muera uno, morirá el otro", afirma Guerrero.

Lara acota que en esta ocasión los siameses, como curadores de la exposición, no han trabajado con el grupo del Animal Global. Sin embargo, colaborarán con ellos en septiembre en Casa Lamm.

 
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