Usted está aquí: lunes 8 de mayo de 2006 Política Nos reunimos para gritar al poder, a los políticos, que no nos vencerán: CNI

Al penal de Santiaguito arribaron 300 integrantes de congreso para apoyar la lucha

Nos reunimos para gritar al poder, a los políticos, que no nos vencerán: CNI

HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO

Ampliar la imagen Integrantes de diversas organizaciones protestan afuera del penal de Santiaguito, para demandar la liberación de los atenquenses detenidos Foto: Mario Vázquez de la Torre / Agencia MVT

Almoloya de Juárez, Mex., 7 de mayo. Esta madrugada, a las 2:30 horas, una representación de 300 delegados, participantes en el cuarto Congreso Nacional Indígena (CNI), arribó al plantón instalado a las puertas de penal de Santiaguito La Loma para expresar su apoyo a los detenidos y detenidas de San Salvador Atenco que se encuentran aquí, y demandar su libertad. Con cantos, discursos y rituales, los indígenas calentaron la fría noche en torno a un gran fuego en la zona de acceso. Muchos de los plantonistas velaban. Otros dormían al sereno o en tiendas de campaña. La llegada del convoy los tomó por sorpresa, y cuando se congregaron los delegados, los plantonistas, reconociéndolos, gritaron jubilosos: "Zapata vive, la lucha sigue".

David Carrillo, uno de los casi 100 delegados del pueblo wixárika que acudieron al CNI, tomó un micrófono y habló hacia las rejas del inmueble (¿puede haber algo más indiferente y estólido que una prisión en la noche?): "venimos a que los dejen libres. Tuvimos reunión en donde viven los otomíes. Venimos a echar la mano. Se va a leer una carta. Ojalá los dejen en libertad. Algún día podríamos ser nosotros".

Hablaron representantes de Ucizoni, el CIPO Ricardo Flores Magón y las mujeres istmeñas (mixes y chinantecas) de Oaxaca ("Estamos con ustedes todas las mujeres que vivimos en la cintura del país"). Siguieron los nahuas de Manantlán ("Si no salen, tendremos que bloquear carreteras, cerrar empresas. Estén seguros que los apoya el CNI. Son parte de nuestro corazón"). Un zapoteca señaló: "Sabemos que los encerraron por defender su bosque, su tierra, su agua". Hablaron luego mujeres indígenas de Xochimilco, Guanajuato y Xochistlahuaca (Guerrero), con palabras conmovedoras.

La movilización indígena exigió especialmente la liberación de Magdalena García Durán y Arturo Chávez Sánchez, del pueblo mazahua; Juan Ventura Juan, otomí, y el defensor de derechos humanos Damián Gustavo Camacho Guzmán. Todos ellos, miembros del CNI que se encontraban en Atenco durante el ataque de las policías mexiquense y Federal Preventiva el pasado miércoles.

Un grupo de autoridades wixárika danzó con plumas, "para que las cosas se pongan mejor", y músicos del mismo pueblo bailaron un rato frente al fuego al son de un alegre violín. El grupo indígena se retiró cerca de las cinco de la madrugada.

El purépecha Salvador Campanur había leído ante las rejas de Santiaguito la Declaración de N'Donhuani (nombre otomí de San Pedro Atlapulco, en el Alto Lerma), "Por la autonomía en los hechos y la resistencia indígena", presentada pocas horas antes en la clausura de la cuarta asamblea nacional del CNI.

Atenco, un espejo

Reunidos en la comunidad de N'Donhuani-San Pedro Atlapulco, estado de México, los delegados y delegadas representantes de los pueblos nahua, zapoteca, wixárika, mazahua, amuzgo, cuicateco, kumiai, kikapu, purépecha, tlahuica, chocholteco, chinanteco, ñu saavi, hñahñu, tenek, maya, totonaco, mayo, tlapaneco, coca, trique, tepehua, rarámuri, chol, tzeltal, guachichil-chichimeca, zoque, matlatzinca, mixe y popoluca de 25 estados del país celebraron el cuarto Congreso Nacional Indígena y emitieron las siguientes consideraciones:

"Desde la traición de los tres poderes de la Unión en 2001, cuando el Estado mexicano decidió no reconocer los derechos de los pueblos indios, comprendimos que estábamos solos y que teníamos que ejercer nuestros propios derechos y nuestra autonomía en los hechos. Haciendo eco de los acuerdos tomados en Nurío en el tercer Congreso Nacional Indígena comenzamos la regionalización de la casa de todos.

"No todas las regiones pudieron hacerlo. La guerra de exterminio planteada contra los pueblos y comunidades fragmentó a pueblos y comunidades, y la represión y la cooptación desarticularon muchos espacios. Sin embargo, no nos pudieron exterminar. Nos han golpeado, pero aquí estamos, aquí seguimos. Aquí nos reunimos y nos juntamos las palabras y las historias de muchos para gritarle al poder, a las empresas, a la clase política que no nos van a vencer. Nuestra luz está viva.

"Hoy entendemos que de todos los rincones del país nuestro corazón late, y que desde San Pedro Atlapulco en este cuarto Congreso Nacional Indígena reprobamos con toda nuestra energía y nuestra rabia la represión, el asesinato y el encarcelamiento contra nuestras comunidades y pueblos por el puro y vil interés de quedarse con nuestros recursos, despojarnos de nuestros territorios y convertirnos en obreros asalariados y alejados de nuestras propias comunidades para ser fantasmas sin futuro en las ciudades.

"Por eso San Salvador Atenco es un espejo. Sus problemas son nuestros problemas. También ellos están defendiendo su tierra, también ellos son campesinos, también ellos defienden sus siembras, porque también ellos están empeñados en defender su vida y su derecho, su razón y su destino contra las grandes empresas que quieren acabarnos. Al igual que los compañeros de San Salvador Atenco, en muchas regiones del país los pueblos ejercen ya su autonomía en los hechos."

El CNI, dice el documento, realiza reuniones, talleres, encuentros, "pero también fortalecemos nuestras asambleas, nuestras autoridades agrarias y tradicionales, la lucha en defensa de nuestros maices, la defensa de nuestros bosques y el agua, la lucha contra la certificación de nuestras tierras y los servicios ambientales, ejerciendo una educación cada vez más autónoma. Así lo hacemos en Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Yucatán, Puebla, Oaxaca, estado de México, Sinaloa, Sonora, Chihuahua, Veracruz, Campeche, Quintana Roo, Durango, Nayarit, Baja California, Morelos, Coahuila, Chiapas, Guanajuato, San Luis Potosí y el propio Distrito Federal.

"Así lo hacemos, luchando contra las mineras, las madereras, los acaparadores de la tierra, contra los grandes empresarios acaparadores de alimentos, como la cadena Wal-Mart, contra la privatización de nuestra agua y las leyes estatales que quieren legitimar la contrarreforma de 2001. En la práctica de la autonomía y defensa de nuestros derechos hemos comprendido que los intereses que hoy dominan el mundo globalmente han cooptado al sistema de partidos y a su clase política, imponiéndoles sus agendas y profundizando el despojo de los pueblos.

"Ante el sometimiento del Estado mexicano a los intereses del gran capital, hemos llegado a la conclusión de que no podemos solicitar el reconocimiento de derechos a un Estado que ante nuestros ojos ha perdido toda legitimidad. Hoy aquí le gritamos al Estado que impugnamos toda su corrupción, todo su sistema político de partidos y todas sus legislaciones que no obedecen al interés del pueblo; que cuestionamos todo su modelo de desarrollo, su sistema racista y discriminador, y rechazamos su política de exterminio y represión contra los pueblos, comunidades y personas cuyo único delito es defender la vida."

Por lo tanto, el CNI declaró esta madrugada: "seguiremos ejerciendo nuestra autonomía en los hechos. Ratificamos la Sexta declaración de la selva Lacandona y reivindicamos la otra campaña como un espacio de articulación de las luchas indígenas con los otros sectores que se mantienen en resistencia contra el modelo neoliberal y su política de exterminio. Exigimos la liberación de todos los presos políticos del país, en particular la liberación inmediata de todos los aprehendidos en San Salvador Atenco y la región de Texcoco.

"Exigimos la retirada inmediata de las policías y cuerpos represores del Estado de la región de San Salvador Atenco, pero también de todas las otras regiones del país donde se mantiene el control militar y policiaco para hostigar y amedrentar a todos los pueblos y comunidades que luchan por la defensa de su territorio y sus formas de vida. Repudiamos los asesinatos de los compañeros Javier Cortés, muerto por las policías que reprimieron al pueblo de Atenco; Concepción Gabino, de la comunidad indígena de Cuzalapa, que luchaba por la defensa de la tierra en la región de Manantlán, y Faustino Acevedo, de San Blas Atempa, en el istmo de Tehuantepec, cuando se dirigía a esta comunidad para participar en este congreso.

"Repudiamos la violación de todas las compañeras aprehendidas en San Salvador Atenco por los policías, y la violencia sistemática y fascista que ejerce el Estado contra todas las mujeres que con su trabajo están reivindicando las luchas de resistencia y dignidad a lo largo y ancho del país. Llamamos al fortalecimiento de todas las regiones del CNI y a la celebración frecuente y periódica de reuniones de articulación: reflexión, acción y propuestas.

"Rechazamos todas las leyes con las que el Estado pretende despojarnos, legitimar la entrega del país e imponer controles que restringen la acción de pueblos y comunidades, y le dan manga ancha a las empresas trasnacionales para devastar y apoderarse de la riqueza material y espiritual de nuestros pueblos y de todos los mexicanos.

"Rechazamos los programas de gobierno que aplican las leyes mencionadas y que pretenden dividir a las comunidades. Reforzaremos los mecanismos de comunicación entre las diferentes regiones y comunidades del Congreso Nacional Indígena. Reforzaremos y haremos eficaces los mecanismos de solidaridad y compromiso con las luchas de todas y cada una de las comunidades, organizaciones y pueblos indígenas.

"Como punto último, impugnamos al Estado mexicano y llamamos a todos los pueblos, comunidades y organizaciones indígenas y a todos los sectores oprimidos a conformar un frente amplio anticapitalista que impulse un proceso que conduzca hacia una nueva Constitución y otra forma de gobierno que permita el reconocimiento de nuestros derechos y una sociedad justa, libre y democrática."

La declaración concluye con la habitual huella de agua del CNI: "Por la reconstrucción integral de nuestros pueblos, nunca más un México sin nosotros".

 
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