Aceptan perder $60 millones ofrecidos por el Ejecutivo
Mejorar infraestructura educativa, prioritario para los profesores
El magisterio de Oaxaca está dispuesto a perder los 60 millones de pesos que ofreció el gobierno del estado para la rezonificación a cambio de que el gobernador Ulises Ruiz se comprometa a invertir recursos en el desarrollo educativo, sobre todo en infraestructura de las escuelas y becas para los alumnos, afirmó Antonio García Sánchez, representante de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), en Oaxaca.
Expresó que a pesar de la campaña de desprestigio que la administración estatal ha emprendido contra el movimiento magisterial, al plantear que lo único que quieren es aumento salarial, 90 por ciento del pliego petitorio que se entregó al gobierno de la entidad "exige 15 puntos de desarrollo educativo, debido a que hace falta construcción de aulas, laboratorios y talleres; mobiliario, uniformes, desayunos escolares, ampliación de becas y recursos humanos".
Al participar en una rueda de prensa convocada por la Coalición Trinacional por la Defensa de la Educación Pública -que agrupa a docentes y representantes sindicales de la educación de México, Canadá y Estados Unidos-, García Sánchez refirió que las movilizaciones magisteriales en esa entidad "se han convertido en un tema político que ya salió de las manos del gobernador".
El docente indicó que a pesar de la "amenaza" de Ulises Ruiz para que mañana se incorporen a clases los maestros, su lucha continuará porque fue el gobernador el que se retiró de la mesa de negociación.
Subrayó que aunque existe un estado de "sicosis" por la presencia de la PFP, "reforzamos la vigilancia porque estamos dispuestos a defender el movimiento. No estamos solos, tenemos el apoyo de un gran sector de la sociedad".
Ante la movilización magisterial, el pasado jueves, la fracción priísta del Congreso local apremió al mandatario estatal a solicitar la presencia de la PFP para disolverla. Por ello, Pedro Hernández Morales, representante de la sección mexicana de la coalición trinacional, refirió que ese organismo internacional tiene temor de que el movimiento de los maestros oaxaqueños sea reprimido como sucedió con el del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, en San Salvador Atenco. "En este país se está volviendo tónica la represión de los movimientos sociales."
Reveló que ante la preocupación, ese órgano trinacional solicitó a las secciones estadunidenses y canadienses que "ejerzan presión" a las autoridades estatales y federales a través de cartas y exigencias, con objeto de evitar la represión.
Las demandas que se realizarán son: diálogo para brindar una respuesta satisfactoria al pliego de peticiones de la sección 22 del SNTE; cese a la campaña de desprestigio, amenaza e intimidación contra los docentes de Oaxaca; respeto a la democracia sindical; además, "se externará la preocupación por el clima de violencia y represión que se ha ejercido contra los atenquenses, los mineros, los trabajadores de la salud, de educación indígena, y el magisterio mexicano".
Por su parte, María de la Luz Arriaga, académica de la UNAM y participante de la coalición, consideró que no sólo es preocupante, "sino indignante" la forma en que los gobiernos estatal y federal usan los medios de comunicación para desprestigiar a los maestros, "y así justificar la posible entrada de la PFP".