Wayne Rooney debutó en la Copa y aunque no hizo gol sí marcó diferencia

Trinidad y Tobago domó 83 minutos a Inglaterra, pero al final sucumbió

Los europeos aseguraron un sitio en los octavos de final y se podrían enfrentar a Alemania

DPA, AFP Y REUTERS

Nuremberg, 15 de junio. Inglaterra luchó hoy hasta el final para superar el muro defensivo planteado por Trinidad y Tobago, y se aseguró un lugar en los octavos de final del Mundial, tras derrotar 2-0 a los caribeños, que resistieron heroicamente durante más de 80 minutos.

Peter Crouch, a los 83 minutos, y Steven Gerrard, a los 91, convirtieron los goles ingleses. El rival por el pase a cuartos de final será Ecuador o Alemania, que decidirán el martes quién es el ganador del Grupo A.

En el comienzo del partido todo fue de Inglaterra: la posesión de la pelota, el dominio del campo y las mejores oportunidades.

El portero Shaka Hislop contuvo los tibios disparos de Jamie Carraghier y Frank Lampard. Después, ahogó el grito a Crouch, quien conectó un centro impulsado desde la derecha por Joe Cole.

En la parte final del primer tiempo, los caribeños se animaron, a tal punto que estuvieron muy cerca de marcar después de dos malas salidas del guardameta inglés Paul Robinson. A los 36 minutos, luego de un tiro de esquina, Stern John no pudo mandar la pelota al fondo de la red, y en la última jugada de la primera parte, el defensor John Terry salvó en la línea la conquista de Trinidad y Tobago, luego de una arremetida del atacante Kenwyne Jones.

Un rato antes, los pupilos del sueco Sven Goran-Eriksson habían gozado de sus posibilidades más claras para anotar: al 41, Lampard, tras recibir un pase de Owen, disparó alto cuando se encontraba a dos metros del área chica y libre de marcas. En la siguiente acción, Crouch recibió un balón sin defensor rival cerca, pero se precipitó al definir y su remate de volea se fue desviado.

El elenco inglés se retiró abucheado por el público al finalizar el periodo inicial. La falta de respuesta evidenciada por el once titular europeo despertó el malestar de los aficionados, que reclamaron el ingreso de la joven estrella Wayne Rooney.

En los primeros minutos del complemento, Inglaterra tuvo dos oportunidades para anotar. Primero, Crouch intentó una media chilena, pero el balón salió muy lejos. En el siguiente arribo ofensivo inglés, Owen conectó con la cabeza un centro de Beckham, sin embargo la pelota no encontró destino de gol.

Sin un control claro de la pelota en los metros finales, Inglaterra bombardeó de centros el área rival, mientras los caribeños se replegaban para defender el histórico empate.

Faltaban menos de 32 minutos para el final, cuando un ulular impresionante en las tribunas fue el preludio a la entrada a la cancha por primera vez en el Mundial de Rooney, la esperanza de gol y emociones de los ingleses. Pero a Rooney no le dieron espacios y lo controlaron con un marcaje severo.

A los 72, Ashley Cole salvó al conjunto europeo al interponerse en el disparo del atacante Cornell Glen, quien tras una extraordinaria carrera demoró su definición. En réplica inglesa, Lampard remató alto desde inmejorable posición.

Pero al 83 llegó el momento esperado por los 25 mil ingleses, casi la mitad de la capacidad del estadio Frankenstadion. Crouch conectó con la cabeza un centro lanzado desde la derecha por Beckham, sacándole un metro en el salto a Brent Sancho y convirtiendo en imposible la reacción de Hislop.

No sería la única emoción. Todo parecía acabado, y de hecho ya se había entrado en el tiempo suplementario, cuando Steven Gerrard, con un zurdazo de media distancia, batió otra vez al portero caribeño.

Trinidad no pudo irse con un gol a favor. Glen convirtió de taco un pase que recibió en el área chica, pero estaba en posición adelantada. No hubo consuelo para los trinitarios -la nación más pequeña en disputar un Mundial-, que tras resistir durante casi todo el partido, vieron al más grande llevarse todo el premio.