Usted está aquí: lunes 19 de junio de 2006 Sociedad y Justicia Liconsa requiere más recursos para evitar la quiebra: expertos

Es necesario ajustar el precio de la leche, señalan

Liconsa requiere más recursos para evitar la quiebra: expertos

ALMA E. MUÑOZ

Leche Industrializada Conasupo (Liconsa) atraviesa por una etapa financiera negativa, que podría derivar en su quiebra técnica por la falta de aumento al precio de la leche que distribuye entre la población con menores ingresos. Un equipo evaluador, del Tecnológico de Monterrey, resaltó en un estudio que la empresa arrastra pérdidas desde 2004, por lo que se pidió con urgencia a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y a la propia Secretaría de Desarrollo Social, cabeza de sector de la empresa, inyectar recursos adicionales para evitar el descalabro financiero.

Además, en el balance profundizan sobre una serie de irregularidades detectadas en la operación del Programa de Abasto Social de Leche (PASL), como la duplicidad con el padrón de Oportunidades, de un 14 por ciento de beneficiarios -unas 400 mil familias, algo que se dijo terminaría en este sexenio-; caída en la atención en zonas rurales, mientras se registra más apoyo en las urbanas, especialmente en el Distrito Federal y el estado de México; falta de estudios socioeconómicos a los empadronados y operación de tiendas en lugares que económicamente están por encima de las personas a las cuales debería de enfocarse la ayuda.

Se reporta, por ejemplo que hubo una reducción de 8.9 por ciento de los beneficiarios que viven en las localidades menores de 2 mil 500 habitantes. Además, en las microrregiones definidas por la Sedeso disminuyeron los puntos de atención en 239, de familias en 29 mil 975, de municipios en 32, y de beneficiarios en 51 mil 13. El equipo evaluador consideró como causas los bajos índices de retiro de los beneficiarios y los elevados gastos de padrón y distribución del programa o el inicio de otro esquema, el Programa de Apoyo Alimentario, dirigido precisamente a las localidades rurales con alta incidencia de pobreza en alimentos.

En el reporte final de la Evaluación de resultados del programa de abasto social de leche, a cargo de Liconsa, SA de CV, del periodo enero-diciembre de 2005, se advierte que el actual ejercicio financiero también será de pérdida. Dicho trabajo fue coordinado por Jorge Mario Soto Romero y elaborado por los investigadores Claudia Sánchez Velasco, Víctor Aramburu Cano, Andrés Blancas Martínez, Alfonso Brown del Rivero, Juan Eduardo Lozano Ortega y Angélica Zambrano Osorio.

Se reporta que el programa consolidado de Liconsa "dejó de ser autofinanciable en 2004, y la tendencia negativa continuó en 2005. Sus resultados financieros fueron negativos, acumulando una pérdida de 327 millones de pesos, considerando los recursos fiscales. Sin ellos, el saldo negativo ascendería a 857 millones".

Las pérdidas, abunda, "se deben fundamentalmente a la falta de actualización del precio de la leche para abasto social. De junio de 2001 a junio de 2004, el precio de 3.50 pesos por litro se rezagó 87 centavos, cuando el costo real promedio por litro fue de 4.49 pesos. En el proyecto de presupuesto para 2005 se planteó que Liconsa alcanzaría el equilibrio financiero a finales del ejercicio fiscal, con un precio de cuatro pesos por litro. Sin embargo, en enero (de ese año), el titular del Ejecutivo Federal (Vicente Fox) anunció que el precio se mantendría en 3.50 pesos por el resto del año, por lo que no se alcanzó la meta".

Para los investigadores resulta prioritario ajustar el precio de la leche líquida a cuatro o 4.50 pesos por litro en el presente año, mantener o aumentar en menor medida el del lácteo en polvo y asignar recursos fiscales especiales para cubrir las pérdidas que el "PASL acumulará en 2006" para evitar, como ocurrió con la inyección de presupuesto que le hicieron en el segundo semestre de 2005, "la quiebra técnica de Liconsa".

Los investigadores resaltaron que de 2004 a 2005 se incrementó el número de beneficiarios del padrón en casi 355 mil. La mayor contribución la hicieron mujeres de 45 a 49 años, aunque hubo una reducción de más de 380 mil niños de seis meses a 13 años, "que podría explicarse por la disminución de la tasa global de fecundidad y el paulatino envejecimiento de la población".

Sin embargo, también anotan que 78.2 por ciento de aquellos se ubican en las zonas urbanas y 21.8, en las rurales. Asimismo, se advierte que el esquema "redujo la presencia geográfica", de tal manera que dejó de brindar servicio en 40 municipios, 806 localidades y 350 puntos de atención. Así, mientras hace dos años "se beneficiaba a 21.3 por ciento de los hogares objetivo, en el anterior se atendió sólo a 20 por ciento. Es decir, se cubría a uno de cada cinco de esos hogares".

 
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