Usted está aquí: lunes 3 de julio de 2006 Política "Daremos una oportunidad a AMLO; ojalá no nos falle"

En el DF se superó el clima de miedo con participación

"Daremos una oportunidad a AMLO; ojalá no nos falle"

Creciente interés de los capitalinos desde temprana hora

ARTURO GARCIA HERNANDEZ

Ampliar la imagen Cientos de personas esperan turno para emitir su voto en la casilla especial de la terminal de autobuses de Observatorio, en la ciudad de México Foto: José Carlo González

Ampliar la imagen El escritor Carlos Monsiváis votó en la colonia Portales Foto: Cuartoscuro

La ciudad se puso en movimiento desde temprana hora. Es obvio que no se trata de un domingo cualquiera. Así lo indica el intenso tráfico vehicular que inunda las principales calles y avenidas.

El sol entibia la mañana. Media centena de policías modorros pasan lista en la esquina de Municipio Libre y Sevilla, en el sur de la ciudad de México, antes de ser despachados para cumplir con la tarea de vigilar que la jornada transcurra en calma.

Hoy no hay futbol. El Mundial entró en receso. Ya eliminada la selección mexicana, nada queda de la burbuja de euforia que hasta hace 10 días nos envolvió. La atención se centra en otra cosa. Por eso los aparatos de televisión de los restaurantes en Coyoacán están sintonizados en los canales de televisión. Pasadas las nueve, los lugares están casi llenos.

Como siempre, las familias pasean por los jardines de esta zona de la ciudad. Los cafés están llenos. Lo diferente es la interminable fila de votantes que nace de la casilla especial, situada en el gimnasio de Cuauhtémoc y Carrillo Puerto. Son tantos, que dan la vuelta a la manzana. Nadie parece desesperado. La mayoría tiene cara de "aquí me planto y no me muevo".

En otra parte de la megaurbe, sobre avenida Ermita-Iztapalapa, los candidatos ofrecen sus sonrisas deformes desde los pendones propagandísticos colgados en postes y árboles. Parece un último -agónico- esfuerzo por ganar las preferencias del electorado.

Esta vez no hay tanta propaganda callejera como en elecciones anteriores. Ya se sabe: la televisión fue el gran escaparate. De todos modos, los lemas y promesas de campaña salen al paso del peatón en cada cuadra; tienen un tono seductor casi caduco.

Beatriz Paredes: "Una mujer con soluciones". Felipe Calderón: "Para que vivamos mejor". Andrés Manuel López Obrador: "Cumplir es nuestra fuerza". Demetrio Sodi: "Sabe, quiere y puede". Pero el mejor por su humor involuntario es el de Erick Ruiz, candidato panista a una diputación local: "Yo sí voy a trabajar".

La casilla y el púlpito

Día de tianguis en el centro de Iztapalapa, frente al Parque Popular Cuitláhuac. "¡Pásele, pásele, que lo bueno se acaba, se acaba!" Los pregones se mezclan con una cumbia de Rigo Tovar, las mañanitas en la voz inmortal de Pedro Infante y un reguetón que se machaca hasta el cansancio: Lo que pasó, pasó... entre tú y yo.

En la casilla 2049, instalada en la escuela primaria Enrique Laubscher, todo transcurre en calma. Los funcionarios dicen que hubo mucha gente desde temprano, que la votación es constante.

Misa de una de la tarde en el templo de San Lucas, a un costado del parque. Un párroco dicharachero sermonea a los feligreses. Les dice que para salvarse no basta ir a misa. "De qué sirve si van a hablar mal del prójimo", dice. Al final del sermón hace un recordatorio: "Hoy es 2 de julio, y tienen una obligación. Los exhorto a que voten. No les voy a decir por quién, voten por quien quieran. Y vamos a orar a Dios para que ilumine al ganador, que le dé carisma para dirigir nuestro país, porque es un puesto de mucha responsabilidad". Amén.

Marcos tomando el sol

A las 14 horas el subcomandante Marcos encabeza un mitin de la otra campaña en el Zócalo. Da la palabra a varios oradores que hablan en nombre del pueblo "de abajo a la izquierda". Dicen que todos los partidos son lo mismo y exigen la liberación de los detenidos de Atenco; también se dan tiempo para criticar el capitalismo salvaje y sus personeros. La multitud heterogénea (darketos, neojipis, concheros, campesinos, la mayoría joven) escucha con atención. Atestiguan cuatro pancartas gigantes con las fotos de Marx, Engels, Lenin y... ¡Stalin!

Por la calle de Argentina, algunos peatones van y vienen entre Tepito y el Zócalo. Un joven echa relajo con un patrullero que podría ser su abuelo: "Votaste por el PRD para que te den tu pensión, ¿verdad, güey?". Adelante, un hombre apresura a su mujer, que empuja la carreola: "Apúrate que todavía hay que votar". Ella recuerda que perdió su credencial.

Tepito es el tenso hormiguero de siempre. Pero en calma. En la calle Aztecas, María Angélica Espinosa, funcionaria de la casilla 4693, asegura que la votación se ha desarrollado sin sobresaltos y sonríe, convincente. Son casi 16 horas y las urnas están casi llenas.

En el poniente de la ciudad unas nubes negras cubren el sol.

Un taxista que circula sobre Paseo de la Reforma está contento porque la jornada ha sido tranquila. Pero sí ha habido trabajo y mucho tráfico.

-¿Por quién votó?

-¿Por quién cree? -responde, y muestra un tarjeta con la foto de López Obrador y el lema: "Por el bien de todos".

-¿Por qué?

-Vamos a darle una oportunidad. Y si nos falla, ojalá que se le quite lo hablador. ¡Ya ve cómo nos falló Fox!

En cafés y restaurantes de la colonia Condesa se comentan las incidencias del día. Se anticipan resultados. Hacen eco los rumores.

A 17:30 horas cae la lluvia. El tráfico ha descendido. Hay calma. No se cumplieron las profecías apocalípticas que anticipaban miedo y violencia.

 
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