Usted está aquí: jueves 13 de julio de 2006 Política Caos en el aeropuerto por torrencial aguacero

Se inundaron locales comerciales del ambulatorio

Caos en el aeropuerto por torrencial aguacero

Vuelos demorados, una de las consecuencias

TRIUNFO ELIZALDE

Una fuerte precipitación pluvial, con granizo y vientos huracanados, se abatió ayer sobre el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), entre las 18 y 18:20 horas, provocando un caos momentáneo en gran parte de la zona comercial del área nacional, donde las aguas inundaron no sólo parte del ambulatorio principal sino diversos locales, mientras que en la parte extrema de la Terminal 1, el tránsito vehicular se dificultó y entorpeció debido a las aguas acumuladas, en especial en los lugares de ascenso y descenso de pasajeros.

Fue tal la cantidad de lluvia y granizo que cayó sobre el techo de la nave cóncava que cubre la ampliada zona del área comercial, que el diámetro de las tuberías de desagüe fue insuficiente, y el líquido comenzó a escapar por varias columnas de la estructura metálica.

Este hecho no tiene precedentes. La caída de las aguas, del techo al piso, se precipitaba desde una altura de más de 10 metros, lo que sorprendió a los cientos de pasajeros que en esos momentos se disponían a registrar sus boletos de salida ante los mostradores de las aerolíneas. No podían dar crédito a lo que estaban viendo, cataratas de agua de lluvia cayendo con estrépito e inundando todo.

A la vez, por las puertas 5 y 6 el agua que se había acumulado afuera, en las zonas donde desciende y asciende la gente que llega y sale de la terminal aérea, se deslizó con rapidez hasta llegar a los mostradores de la línea aérea Magnicharter. Los empleados no supieron qué hacer. Lo mismo sucedió con una parte de los mostradores de Azteca.

Mientras, las aguas penetraron en varios locales comerciales: entre ellos uno de venta de billetes de lotería, una casa de cambio; dos cafeterías, uno más de venta de camisas, otros que se encuentra vacíos, y junto con el correr del líquido por varias partes se observaba -lo que se ha vuelto común cuando llueve- goteras por muchas partes de la nave cóncava, que al caer al suelo dificultan el tránsito por el piso de mármol.

De inmediato aparecieron decenas de trabajadores de la empresa Excelgast, que tiene a su cargo la limpieza y aseo de las áreas publicas del AICM. Al principio fueron insuficientes las escobas, recogedores, trapeadores, mechudos, jaladores, cubetas y hasta los elegantes botes para basura que tienen un costo de mil 300 pesos cada uno y que ayer sirvieron como recipientes para el agua de la goteras.

Tres cosas llamaron la atención: la lluvia con granizo y los vientos huracanados que no duraron más de 20 minutos, suficientes para provocar el caos; antes de esta precipitación, a las 17:10 horas ya se había registrado un primer aguacero que también ocasionó problemas en la zona vehicular, sobre todo en la avenida Carlos León.

Como era de esperar, varios vuelos de salida y llegada se vieron interrumpidos, sobre todo de Mexicana, Clip Mexicana, de Aviacsa y de Aeroméxico. Hasta las 20:30 horas la gerencia de comunicación social del AICM hizo saber que de los cuatro vuelos de llegada que se vieron afectados sólo uno, de Aviacsa, fue enviado a Acapulco, para luego dirigirse a este destino, y los tres restantes se mantuvieron "en patrón de espera", lo que equivale a que volaran sobre el valle de México mientras podían aterrizar.

 
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