Usted está aquí: lunes 24 de julio de 2006 Espectáculos Iberia, invento que tiene mucho de documental y más de artificio: Saura

Basada en la suite para piano de Albéniz, busca placer visual y auditivo, expresa

Iberia, invento que tiene mucho de documental y más de artificio: Saura

No es una cinta argumental; es un musical en estado puro, con soporte fundamental en el flamenco, un ritmo de hoy y de mañana, señala

Sara Baras y Antonio Canales, entre los protagonistas

ARTURO CRUZ BARCENAS

Ampliar la imagen Sara Baras en un fotograma de la película del realizador español

La película Iberia de Carlos Saura, galardonada en el Festival de Toronto, se estrenó el pasado fin de semana en México, la cinta cuenta con la participación de actores como Sara Baras, Aída Gómez, Jorge Pardo, Manolo Sanlúcar y Antonio Canales. Es un ejercicio de fusión de la música de Albéniz con flamenco, baile tradicional español, y la danza contemporánea en la que también actúan Enrique Morente, Estrella Morente, Rosa Torres-Pardo, José Antonio Chano Domínguez, Gerardo Núñez, Patrick de Bana, Miguel Angel Berna, Marta Carrasco y María Fernández.

Esta es la charla con Carlos Saura:

-La película Iberia es una serie de cuadros, con los mejores exponentes del cante, del flamenco. ¿Hay una o varias esencias? ¿Cómo armó la secuencia, con qué criterio?

-La base musical era la suite para piano Iberia, de Isaac Albéniz, que adaptamos para que pudiera ser coreografiada, especialmente en los ritmos del flamenco.

"Iberia es mi séptimo musical. He trabajado sobre todo en el ámbito del flamenco, pero hice también la película Tango, en Argentina.

"Ahora con Iberia hemos incorporado otros ritmos, aunque sea el flamenco la base fundamental. Así, hay jotas, aragonesas, ritmos caribeños, vascos, etcétera...

"Iberia no es una película argumental. Se podría decir que es un musical en estado puro, porque nada hay, ni argumento ni historia, que distraiga al espectador fuera de la música y la danza. Se puede ver como un espectáculo en el que se busca placer visual y auditivo."

-¿Al final, logró usted su propósito? ¿Una visión moderna y objetiva de la actualidad de una tradición artística tradicional?

-Es posible. En España el flamenco es un invento absolutamente extraordinario, como el jazz en Estados Unidos, el tango en Argentina o los ritmos caribeños. No deja de ser curioso que es a mediados del siglo XIX cuando se cocinan en diversos países esos nuevos ritmos. El caso del flamenco es único por la diversidad y las enormes posibilidades que descubrimos cada día. El flamenco está vivo: es un ritmo de hoy y de mañana.

-¿Estar en un set de filmación es como grabar un disco en estudio? ¿Por qué no optar por escenarios naturales? Lo gitano alrededor de una fogata, y ese tipo de cosas.

-Desde que empecé con los musicales me obsesionaba la eliminación de todo lo que fuera superfluo, es decir, decorados suntuosos, espacios naturales como fondo, etcétera...

"Encontré que en la simplicidad de unos bastidores de plástico se podía llegar, por medio de la iluminación, a una extrema pulcritud y con ello dar el máximo protagonismo a la música y a la danza. Algunos elementos accesorios, visuales y siempre en directo, me permitieron experimentar ampliando esos conceptos.

"Al trabajar en el estudio se puede controlar la luz, y también, el artificio. No engañamos a nadie: sabemos que no estamos en una realidad concreta, sino en otra inventada.

-¿Iberia es un documental?

-No lo sé, no creo que eso sea importante, hoy día esas barreras se rompen con facilidad. Iberia es un invento que tiene mucho de documental y más de artificio.

-En lo personal, para usted, ¿qué se ha perdido de la gran tradición del flamenco en España?

-En mi opinión no se ha perdido nada; al contrario, cada día se ganan cosas. Hay un flamenco ortodoxo y otro que tiende hacia el futuro. Lo dos pueden compaginarse perfectamente.

El espejo multiplica y amplía espacios

-¿Qué función tienen los espejos en varias escenas?

-El espejo y el vuelo son grandes invenciones del hombre. Hay quien dice que el espejo roba el alma de quien se mira. En todo caso multiplica y amplía los espacios y hay siempre algo misterioso en ellos. Por otra parte, son imprescindibles en las escuelas de baile. Quizás convendría recordar que me interesan mucho más los ensayos que la representaciones finales. Es en los ensayos donde se puede ver el esfuerzo necesario para llegar a bailar bien.

-Flamenco-emoción-drama. ¿Qué reflejan el sudor y las lágrimas? ¿Cuál de los artistas le costó más trabajo captar? ¿Cómo es dirigir a un artista del baile y el canto?

-Ellos son personas extraordinarias. Sensibles y delicadas, dotadas de un talento excepcional para la danza, para el toque de la guitarra, para el cante... Es un enorme placer poder trabajar con artistas de esa categroría, de lo mejor que hay hoy en mi país.

Me resulta muy fácil trabajar con ellos, me gusta lo que hacen, me siento muy próximo a ellos, creo comprenderlos y lo más importante: ellos confían en mí.

-¿Qué piensa del cine mexicano de hoy?

-El cine mexicano está en un momento favorable y confío plenamente en que, tanto por su tradición como por el talento de sus artistas, se afiance más y más en el mercado internacional. Ahora mismo mi productor de Iberia, Alvaro Longoria, está en México con una película que es una coproducción con España. Esa es una buena fórmula para abrir mercados.

"En cuanto a ir a México... mañana mismo..., pero ahora no puedo porque preparo una nueva película: Io, Don Giovanni, que se va a hacer entre España, Austria, Italia y Francia."

"Me gustan las canciones que cuentan historias"

-El flamenco es idiosincrasia. ¿Ve usted algo parecido en el mariachi, en la música ranchera? ¿Ha oído usted El son de la negra, con el Mariachi Vargas de Tecalitlán?

-No lo sé. Hay siempre una relación profunda entre México y España, en el baile, por ejemplo, se pueden encontrar pasos semejantes en Extremadura... Lo que difiere esencialmente en las canciones mexicanas, que tanto me gustan, es que son en general desgarradas o melancólicas, algo, en general, alejado de las canciones españolas. Claro que hay corridos alegres y dinámicos, pero los que me gustan son aquellos que cuentan historias, algo que se ha perdido, desgraciadamente, en nuestra música occidental. Durante una temporada escuché cientos de canciones y corridos -que guardo con cariño- cuando hice en México la película Antonieta, sobre Antonieta Rivas Mercado. Entonces me podía considerar casi un experto en el tema.

-¿Quedaron fuera de su película artistas valiosos del flamenco? ¿Jóvenes promesas? ¿Cuál es el futuro del flamenco?

-Siempre quedan fuera artistas que merecerían estar. No están todos los que debieran, pero los que están, tenían que estar. Con respecto del futuro del flamenco, no hay más que observar el auge que tiene el flamenco en España y en otras partes del mundo.

 
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