Usted está aquí: viernes 11 de agosto de 2006 Política Perredistas se entregan a la PGR; "somos culpables de defender la democracia"

No permitiremos que nos intimiden por intentar que se respeten los votos, dicen

Perredistas se entregan a la PGR; "somos culpables de defender la democracia"

Forcejean manifestantes con granaderos y lanzan insultos contra empleados de Televisa

ANDREA BECERRIL Y ENRIQUE MENDEZ

Ampliar la imagen Entre empujones, Martí Batres cruzó la valla de seguridad que instalaron alrededor de la PGR Foto: Carlos Cisneros

Como habían anticipado la tarde del miércoles, ayer dirigentes de la coalición Por el Bien de Todos, senadores, diputados y futuros jefes delegacionales, así como unas 200 personas se presentaron en las oficinas centrales de la Procuraduría General de la República (PGR) para exigir que el Ministerio Público Federal les tomara declaración, luego de que la empresa Eumex y Caminos y Puentes Federales presentaron una demanda por la toma de casetas de peaje y el plantón en las avenidas Reforma, Juárez y Madero.

"Solicitamos que nos abran las puertas de la PGR, para ingresar cuatro personas, porque aquí estamos dispuestos a que, de inmediato, nos tomen declaración. Lo hacemos así porque no vamos a permitir que nos intimiden por luchar por la democracia", expresó el próximo senador por Convergencia, Dante Delgado, antes de que él y otros integrantes de la coalición rebasaron una valla de granaderos y llegaron hasta la reja del edificio de la procuraduría.

Luego de una marcha desde el Zócalo, donde se ubica una parte del plantón permanente, los manifestantes llegaron a la PGR a las 11 de la mañana. Tanto Dante Delgado como el dirigente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Distrito Federal; Martí Batres, el senador por Michoacán Silvano Aureoles Conejo, y el delegado electo por Tláhuac, Gilberto Ensástiga Santiago, forcejearon unos minutos con los granaderos, quienes finalmente cedieron ante el empuje de los manifestantes.

A pesar de su insistencia porque les permitieran el paso al inmueble, esperaron por 45 minutos sin obtener respuesta.

Además de ellos, cientos de personas llegaron a la procuraduría para entregarse voluntariamente, algunos de ellos encadenados en las muñecas, y la mayoría llevaba colgada una cartulina en la que se leía: "culpable por defender la democracia".

El dirigente nacional del PRD, Leonel Cota Montaño, llegó tarde a la manifestación y debió quedarse sentado en el pavimento, al lado del senador y coordinador de la campaña de Andrés Manuel López Obrador, Jesús Ortega Martínez, quien para asegurarse que todos harían lo mismo, exclamó: "¡el que no se siente va a ser señalado como panista!"

En la movilización, como parte de las acciones de resistencia civil activa y pacífica, la gente no sólo coreó la consigna del recuento voto por voto, casilla por casilla, sino que siguió el discurso de crítica a los medios de comunicación, y gritaron de todo a los reporteros. "¡Alcahuetes! ¡A chingar a su madre la prensa! ¡Fuera Televisa, fuera Televisa!"

Inclusive, en el forcejeo con los granaderos, un hombre que portaba una bandera, la usó para pegarle en la cabeza a un camarógrafo, y otros más afirmaron que los comunicadores no eran más que "orejas de Gobernación".

Minutos después, Ortega solicitó a reporteros, camarógrafos y fotógrafos "que nos permitan un espacio para hacer nuestro acto", pero el llamado subió de tono hasta llegar a los insultos por parte de algunos manifestantes, aun cuando el perredista pidió enseguida: "no, tranquilos, están haciendo su trabajo". ¡Que digan la verdad!, le reviraron.

En la protesta también participó una procesión. Un hombre, vestido como Jesús, cargó una cruz de madera para simular la crucifixión de la democracia, y detrás de él una pareja, con máscaras de Carlos Salinas y Marta Sahagún, lo flagelaban con verduguillos de plástico.

Al mediodía, después de esperar infructuosamente que les permitieran el acceso a la PGR, los dirigentes de la coalición traspasaron nuevamente la valla de granaderos, y Dante Delgado anunció el retiro de las instalaciones. "Queremos dejar constancia que la coalición se encuentra en resistencia civil, activa y pacífica, y que la vamos a continuar dando la cara".

Por la mañana, la Central Campesina Cardenista tomó las oficinas de la Secretaría de Hacienda, en avenida Constituyentes y, de manera paralela, un grupo no vinculado a la coalición ni al plantón decidió intentar el bloqueo a los accesos al aeropuerto de la ciudad de México, medida de la que los dirigentes de la coalición se deslindaron. "Se trató de gente vinculada a un dirigente campesino, al que se le conoce como El Negro Contreras", dijo Jesús Ortega.

 
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