Usted está aquí: miércoles 30 de agosto de 2006 Política Comienza en San Lázaro el mayoriteo y venta de votos

El PAN cede al PRI la Junta de Coordinación Política para encabezar la mesa directiva

Comienza en San Lázaro el mayoriteo y venta de votos

Larios compromete con Gamboa modificar fast track la Ley Orgánica

La gobernabilidad de la Cámara de Diputados, en riesgo: Raymundo Cárdenas

Eligen presidente a Jorge Zermeño

CIRO PEREZ SILVA Y ROBERTO GARDUÑO

La primera sesión de lo que será la nueva Cámara de Diputados marcó la pauta de lo que ocurrirá durante los próximos tres años en San Lázaro: la venta de votos entre bancadas al mejor postor. Ayer, quien pujó más alto fue el PRI, y logró el compromiso del PAN de entregarle la Junta de Coordinación Política, aunque esto signifique reformar la Ley Orgánica del Congreso y en sólo unas horas ajustarla a las necesidades del tricolor.

Sin rubor, el coordinador del grupo parlamentario del PAN, Héctor Larios, reconoció abiertamente que para lograr los votos que le garantizaran a su partido presidir la mesa directiva -cargo que correspondía a la segunda fuerza política, el PRD-, le ofreció a Emilio Gamboa, líder de la bancada del PRI, la Junta de Coordinación Política:

"Yo he comprometido que el PAN cederá el espacio que le corresponde a presidir la Junta de Coordinación Política al PRI y, además, he dejado muy en claro al coordinador del PRD que un año presidirá el PRD, un año el PRI y un año el PAN, lo mismo que la mesa directiva", explicó, aunque esto implique ajustar la ley en una acción fast track a modo de satisfacer al PRI.

Una vez que el PRD había sufrido los efectos de la aplanadora PRI-PAN-PVEM-Panal, su líder, Javier González Garza, alertó: "a partir de ahora vamos a escuchar a los panistas hablar de la defensa de la ley, pero hoy quedó de manifiesto que ellos fueron los primeros en romperla".

Puja el Verde y logra secretaría

Las exigencias del PRI no fueron el único escollo que debieron librar los panistas. En la negociación, el PVEM se sintió "mal pagado" por sus votos, que también necesitaba el PAN, y amagó con presentar una planilla propia. Al final, Jorge Emilio González fue premiado con una secretaría en la mesa directiva, al igual que el Panal.

En esta coyuntura, que dejó ver el rencor entre PAN y PRD, la fuerza que sacó ventaja fue el PRI y, más concretamente, su coordinador, que desde su tercer lugar en número de diputados aspiraba no sólo a la Junta de Coordinación Política, sino a presidir en forma simultánea la mesa directiva. Emilio Gamboa, quien operó en el Senado la llamada ley Televisa, daba muestras de no estar al tanto de nada, aunque el acuerdo ya estaba hecho.

"Hay la posibilidad de que el PRI se quede con la Junta de Coordinación Política. Desearía que recaiga en el coordinador de mi fracción -o sea él-, y eso va a tener que llevarse a cabo el día 5 de septiembre (fecha comprometida por el PAN para presentar la reforma a la Ley Orgánica), hay que esperar los tiempos", repetía Gamboa con aire de inocencia que nadie le creía.

La connivencia que ayer marcó un hito en San Lázaro dejó como resultado la presidencia de la mesa directiva a cargo del panista Jorge Zermeño, las tres vicepresidencias a la perredista Ruth Zavaleta, la panista María Elena Bernal y al priísta Arnaldo Ochoa González, y en las secretarías a María Eugenia Valenzuela (PRD), Jacinto Gómez Pasillas (Panal) y Antonio Adame (PVEM).

A la usanza priísta: PRD

Consumado el acuerdo, y antes de que se presentaran formalmente las planillas para ser votadas en el pleno, el presidente de la mesa de decanos, encargada de instalar la 60 Legislatura, Carlos Armando Biebrich, concedió "dos horas de pataleo" a los perredistas para que manifestaran su inconformidad en tribuna.

Al mediodía, después de que la mesa de decanos declarara instalada la 60 Legislatura, se abrió un receso "de una hora", que se convirtieron en cuatro, para, aseguraron, buscar convencer al PRD del acuerdo que ya habían tomado PAN y PRI.

González Garza se dirigió tras banderas para dialogar con Gamboa y Larios, quienes en ningún momento reconocieron el derecho que por un viejo acuerdo parlamentario debía otorgarle la mesa directiva al PRD, por ser la segunda fuerza en San Lázaro. Nada cambió.

Al reiniciarse la sesión, comenzaron los posicionamientos de PRD, Convergencia, PT y Alternativa Socialdemócrata y Campesina contra el acuerdo PAN-PRI-PVEM-Panal.

La perredista Ruth Zavaleta acusó a priístas y panistas de coaligar sus intereses mediante una asociación autoritaria, excluyente y profundamente conservadora; "esto nos indica la persistencia de las peores tradiciones de la política mexicana, donde al adversario político se le sigue considerando un enemigo al cual hay que eliminar, excluir o aplastar si es posible, y no respetan sus derechos".

El mensaje de la legisladora del PRD se centró en comparar lo que ayer sucedía en San Lázaro con el viejo régimen presidencial priísta y con el de Vicente Fox. Esto creó, dijo, gobernantes "esquizofrénicos y paranoicos"; fue un presidencialismo con "deidades y tragicómicos mandatarios, como Luis Echeverría y José López Portillo, y liberales depredadores e ilegítimos como Carlos Salinas de Gortari".

Zavaleta endureció el discurso al advertir que la izquierda representada en San Lázaro "será radical, porque de raíz se necesita transformar a las instituciones, que ya son inoperantes y se han agotado, empezando por el régimen político. Los legisladores del PRD somos una izquierda preparada y dispuesta a buscar los acuerdos que conduzcan a esta reforma radical de las instituciones de la República, pero no somos ilusos, no caeremos en el error de creer que sea posible con las actuales posiciones de simulación".

Enseguida, Elías Cárdenas, de Convergencia, advirtió que no se debe violentar la legalidad; no obstante, "decimos no a las aplanadoras armadas en función de intereses y ambiciones personales o partidistas".

Y Jaime Cervantes Rivera, del PT, enunció una propuesta fundamental en esos momentos de coyuntura, donde el mayoriteo partidista "aplasta" las demandas de las minorías. "Queremos aprovechar para proponer reformas a la Ley Orgánica del Congreso, en aras de atender una auténtica gobernabilidad. Dichas reformas pasan por contar con una mesa directiva plural e incluyente, donde, sin excepción, todos los grupos parlamentarios cuenten con una vicepresidencia.

"También deben abrirse a las representaciones partidistas -dijo- las secretarías de la mesa directiva. Mal nos veríamos en tratar de reditar las épocas en las que el Poder Legislativo estaba subordinado a los intereses y dictados del presidente de la República."

Después de varios oradores cerró las intervenciones en tribuna el perredista Raymundo Cárdenas, quien reclamó a los legisladores de PRI y PAN que ya son inaceptables las reglas que han conducido al país; "tendremos que construir un pacto social. Ya no aceptamos las relaciones de dinero, medios y política, porque son perversas".

Con dureza, el zacatecano emitió una advertencia a sus oponentes políticos: "necesitamos preservar este espacio para acuerdos. Ya no hay espacios para dialogar más que éste; hoy ustedes van a traer la ingobernabilidad... lo único que van a lograr, si esta propuesta alcanza los dos tercios, es que la ingobernabilidad venga aquí. Preservemos esto como un espacio para el acuerdo y el diálogo".

Minutos después, por sólo dos votos, PAN-PRI-PVEM y Panal sumaron las dos terceras partes requeridas. Alcanzaron los 335 sufragios en favor de la planilla encabezada por Jorge Zermeño, contra 161 de PRD-PT y Convergencia.

 
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