Usted está aquí: lunes 4 de septiembre de 2006 Política Aún no convoca el TEPJF a sesión en que difundirá cómputo final de comicios

En dos días vence el plazo legal para que los magistrados finiquiten el asunto

Aún no convoca el TEPJF a sesión en que difundirá cómputo final de comicios

El tribunal electoral califica de "intrascendente" reclamo de la coalición y lo desecha

ALONSO URRUTIA

La espera para la decisión final del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) respecto a la validez de los comicios presidenciales se prolongó al menos un día más, pues, en medio del hermetismo, no apareció la esperada convocatoria para la sesión pública en la que se resolverá el asunto, por lo que dicha reunión se realizará mañana o el miércoles, ya que el plazo legal establecido vence el 6 de septiembre.

Por lo pronto, ayer apareció en estrados un escrito del magistrado presidente del TEPJF, Leonel Castillo, en el que califica de "intrascendente" el reclamo del representante de la coalición Por el Bien de Todos ante el Instituto Federal Electoral (IFE), Horacio Duarte, sobre la sentencia 363, relacionada con el distrito 28 del estado de México, con cabecera en Zumpango.

De acuerdo con la inconformidad de Duarte, en dicha sentencia se reducían en casi 40 mil los sufragios contabilizados a favor del candidato de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador. El magistrado presidente Leonel Castillo, que llevó el juicio, señaló que es intrascendente el reclamo y sólo informó que al no haberse modificado el cómputo de ese distrito, se tomará el que oficialmente dio el IFE.

Castillo recorrió ayer sorpresivamente el salón de sesiones del TEPJF, acompañado por varios colaboradores.

"No pasa del día 6", dijo sonriente.

La prolongación de la espera sobre las definiciones en torno a las votaciones para la Presidencia se irá prácticamente al límite del plazo legal, en un escenario radicalmente distinto al de 2000.

Ese año, el acuerdo general sobre el procedimiento para la elaboración del dictamen relativo al cómputo final de la elección presidencial fue emitido el 25 de julio, es decir, más de tres semanas después de la jornada electoral del 2 de julio, a diferencia del proceso actual, que fue difundido el 30 de junio, tres días antes de los comicios.

Hace seis años no transcurrieron más de ocho días para que fuera resuelta la elección presidencial.

El 26 de julio de 2000, el TEPJF requirió la documentación relacionada con los candidatos contendientes; al día siguiente se resolvieron los juicios de inconformidad presentados, confirmándose los resultados del distrito 2 del estado de México y modificándose solamente el del distrito 11 de Puebla, que vio reducida la votación de 147 mil 503 a 147 mil 64, repartiéndose la disminución de sufragios entre los tres principales partidos.

Para el primero de agosto compareció el representante de la Alianza por el Cambio -formada por los partidos Acción Nacional y Verde Ecologista de México, cuyo candidato era el hoy presidente Vicente Fox-, Germán Martínez, quien entregó los documentos relacionados con la acreditación de los requisitos de ley para ser presidente de la República.

Al día siguiente se finiquitó en su totalidad la actuación del TEPJF, con la declaración de validez de la elección presidencial, así como con la entrega de la constancia respectiva a Fox.

Las diferencias entre ambos procesos de calificación no sólo han sido en cuanto a los tiempos, la cantidad de juicios de inconformidad presentados o los motivos de polémica, sino también en cuanto al comportamiento de otros poderes. La sala superior del TEPJF rubricaba entonces el resolutivo con frases como la siguiente:

"Al presidente Ernesto Zedillo, quien se ha conducido invariablemente con absoluto respeto de la autonomía de este tribunal electoral, así como por su reconocimiento de los resultados de un proceso que siempre consideró digno de confianza."

Muy lejos del comportamiento del actual Presidente, cuyo desempeño incluso forma parte central de los motivos de inconformidad de la coalición Por el Bien de Todos, que lo incorpora expresamente como parte del conjunto de factores que, a su juicio, deben conducir a la nulidad de las elecciones.

Otra frase incluida en el resolutivo de entonces y que ahora igualmente es motivo de las impugnaciones es el desempeño del IFE. Este año la coalición Por el Bien de Todos acusa al instituto de parcialidad, pues, señala, lejos de haber generado certeza con el ofrecimiento de las cifras del Programa de Resultados Electorales Preliminares, el conteo rápido y los cómputos distritales, provocó incertidumbre.

La coalición también señala que el instituto usurpó funciones del tribunal, órgano que en 2000 dedicó un párrafo a dar parabienes al personal del IFE:

"El Instituto Federal Electoral, con su acreditado profesionalismo y probada independencia, una vez más dio vigencia a los principios rectores de la función electoral establecidos en nuestra Constitución, logrando un proceso electoral incuestionable y transparente."

También entonces reconoció el comportamiento de los partidos:

"Los partidos políticos supieron actuar con madurez, al someterse al escrutinio de la voluntad popular y aceptar su resultado, sin reservas, la misma noche de la jornada electoral, colocándose entre los más dignos ejemplos democráticos del mundo."

 
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