Toca a Abascal resolver conflicto en el estado, señalan
AN se suma a la postura priísta de rechazar destitución de Ulises Ruiz
La bancada del Partido Acción Nacional (PAN) en el Senado rechazó ayer la remoción del gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, tras una reunión con su dirigente, Manuel Espino Barrientos.
Los panistas también resolvieron que no recibirá en el Senado el problema oaxaqueño, que debe solucionarse, afirmaron, en la Secretaría de Gobernación.
Así, los panistas se suman al Partido Revolucionario Institucional (PRI) para arropar a Ulises Ruiz y mantener así la alianza entre ambas fuerzas políticas, tanto en el Legislativo como en varios estados.
En tanto, el senador Gabino Cué, del partido Convergencia, pidió en la tribuna de Xicoténcatl que la Junta de Coordinación Política proponga al pleno la integración de una comisión plural que evalúe la situación en aquella entidad.
Pero la iniciativa fue rechazada por el PRI, que por conducto del potosino Carlos Jiménez Macias señaló que debe ser el gobierno federal el que solucione el problema, pues "el Senado tiene que ser garante de la soberanía" de los estados, y "el Legislativo no puede pretender ir a entrometerse en asuntos que competen a los oaxaqueños".
En su intervención, Cué hizo un recuento de los problemas sufridos en el estado, y agregó que el movimiento social y ciudadano no busca la salida de un gobernador para proclamar otro que provoque los mismos conflictos.
Lo que la sociedad oaxaqueña demanda es construir un sistema más democrático y de mayor participación ciudadana; una nueva gobernabilidad, aseveró.
"En otras palabras, un gobierno más incluyente, pluralista, justo, respetuoso de las garantías individuales y los derechos humanos", subrayó.
Consideró inaplazable la intervención del Senado. "Somos la instancia que puede dar la respuesta legal y política que se necesita. Estoy seguro que si una comisión senatorial, plural, acude al estado a verificar lo que ahí sucede, regresará a este cuerpo colegiado con la idea de atender de inmediato la crisis", subrayó sin aludir a la desaparición de poderes.
La posición de Cué fue respaldada por el Partido de la Revolución Democrática en voz de Salomón Jara Cruz y René Arce, quienes insistieron en que priva la ingobernabilidad en Oaxaca y es necesario que el Senado intervenga "y no se comporte de manera autista".
Pero los priístas Jiménez Macías y Adolfo Toledo Infanzón reiteraron que debe ser el gobierno federal el que resuelva.
Jiménez Macías expuso que hay un grave problema en esa entidad, derivado de la desatención federal, y advirtió que si en el Senado se fomenta la remoción de un gobernador, se atentará contra el futuro institucional de la nación, porque ese ejemplo se podría seguir en otro estado, con un gobierno panista o perredista.
Agregó que no es por esa vía como se resolverá el conflicto, sino a partir del diálogo y la negociación. El PRI será respetuoso de la soberanía de los estados, pues esa es la misión y obligación constitucional que tiene, adelantó.
Expuso que se analizará la propuesta de Cué, pero "vamos a ser garantes de esa soberanía y no permitiremos que el Legislativo pretenda ir a entrometerse en los asuntos que competen a los oaxaqueños".
Por la mañana, Espino se entrevistó en Xicoténcatl con legisladores de su partido. Senadores panistas confirmaron que el dirigente pidió impedir la creación de la comisión plural que evaluara la situación en Oaxaca, pues se abriría la expectativa de declarar la anulación de poderes en la entidad, lo que rechaza el PAN, en busca de mantener su alianza con el PRI. Se acordó así no recibir el asunto y responder al titular de Gobernación, Carlos Abascal, que a él toca solucionar el conflicto.
La actual legislatura heredó de la anterior un dictamen sobre la situación oaxaqueña, en la que se desecha la posibilidad de anular poderes.