Usted está aquí: sábado 14 de octubre de 2006 Economía Otorgan el Premio Nobel de la Paz al banquero de los pobres

Para Muhammad Yunus, al hombre no se le debe dar pescado, sino enseñarlo a pescar

Otorgan el Premio Nobel de la Paz al banquero de los pobres

Su banco ha otorgado millones de dólares en microcréditos, pero no da limosna a los mendigos

AFP Y REUTERS

Ampliar la imagen Muhammad Yunus saluda a las personas que lo felicitan por haber obtenido ayer el Premio Nobel de la Paz, en su casa en Dhaka, Bangladesh Foto: Ap

Nueva Delhi, 13 de octubre. Quizás haya hecho más que cualquier otra persona para ayudar a la gente a salir de la pobreza y, sin embargo, Muhammad Yunus, conocido como el banquero de los pobres, no se disculpa por no darle limosna a los mendigos.

El Premio Nobel de la Paz fue otorgado este viernes a Yunus, fundador de Grameen Bank (Banco Rural), que ha entregado más de 5 mil 700 millones de dólares en pequeños préstamos a bengalíes pobres, proveyendo de un salvavidas a millones y de un modelo bancario a más de 100 naciones que lo han imitado, desde Estados Unidos hasta Uganda.

La elección del comité Nobel, que desbarató todos los pronósticos, provocó una cascada de felicitaciones de todos los rincones del planeta, desde la sede de la ONU hasta las aldeas de Ruanda.

La filosofía de Yunus es ayudar a los pobres a ayudarse a sí mismos: ''si a un hombre se le da un pescado, se le está alimentando por un día, pero si se le enseña a pescar, se le alimenta de por vida''.

Es por eso que nunca responde cuando un mendigo ciego o discapacitado, o una madre meciendo a su bebé, extienden su mano para pedir dinero.

"Me siento mal, a veces horrible, porque estoy ignorando a la persona. Pero me contengo. Nunca les doy," dijo Yunus en una entrevista realizada en 2004 en las oficinas centrales de Grameen. "Prefiero intentar solucionar el problema en vez de simplemente darles una mano y hacerme cargo de ellos por un día.''

"Una paz duradera no puede lograrse sin que una parte importante de la población encuentre los medios para salir de la pobreza", declaró Ole Danbolt Mjoes, presidente del Comité Nobel noruego, al explicar las razones que permitieron dar el Nobel de la Paz 2006 a Yunus.

27 dólares, el primer préstamo

El profesor Yunus intenta solucionar el problema desde 1976, cuando le prestó el equivalente a 27 dólares a 42 mujeres en un poblado cerca de su casa en la ciudad portuaria de Chittagong.

Las mujeres estaban endeudadas con prestamistas que cobraban intereses enormes y el objetivo inicial de Yunus fue simplemente persuadir al gerente del banco local a involucrarse y ofrecerles créditos regulares. Pero el banquero expresó que era imposible sin una garantía. Lo mismo hicieron otros.

Yunus se propuso probar que estaban equivocados y nunca miró atrás. Grameen -la palabra significa poblado- desembolsa ahora decenas de millones de dólares por mes a 6.6 millones de acreedores, de los cuales 96 por ciento son mujeres.

"Estoy muy feliz porque continué y se convirtió en una institución y realmente probó su valor," dijo Yunus. "Hemos hecho algo que generó una gran interrogante hacia todo el sistema bancario. La actividad bancaria nunca será la misma."

La hambruna cambió su vida

Yunus nació en 1940 en Chittagong en una familia que tuvo 14 hijos, de los cuales cinco murieron al nacer. Su padre era orfebre.

Una hambruna devastadora que se extendió por Bangladesh en 1974, dejando cientos de miles de muertos, cambió su vida para siempre. Ese año, un viaje universitario le hizo cuestionarse cómo podrían alguna vez las modernas teorías económicas llevar justicia social a los pobres.

"Mientras la gente moría de hambre en las calles, yo enseñaba teorías económicas elegantes," dijo a Alan Jolis, co-autor del libro sobre su vida The good banker, en un artículo publicado en 1996 por el Independent Sunday británico.

"Me empecé a odiar a mí mismo, a la arrogancia de pretender tener las respuestas (...) Nosotros, los profesores universitarios, éramos todos tan inteligentes, pero no sabíamos absolutamente nada acerca de la pobreza que nos rodeaba (...) Decidí que los pobres mismos serían mis maestros," dijo.

Yunus está orgulloso de que el microfinanciamiento se haya extendido en todo el mundo. Si la gente pobre tiene el mismo acceso al crédito que los ricos, prosperarán, explica.

"Hay que dejárselo a la gente," dijo. "Se pueden cuidar a sí mismos. No hay que derramar lágrimas por ellos. Son muy capaces."

Grameen Bank recupera cerca de 99 por ciento de sus préstamos, inclusive cuando sus clientes no necesitan presentar garantías.

Los pagos comienzan a la segunda semana del préstamo, lo que libera a los prestatarios de la necesidad de pagar enormes sumas de dinero al final del año. Todas las transacciones son llevadas adelante en reuniones públicas semanales, en un país en que la corrupción es endémica. Grameen otorga préstamos sin intereses a los más pobres.

"¿Por qué deberían los servicios financieros ignorar a los pobres? ¿Por qué debería ser la tecnología de la información un privilegio exclusivo para la gente rica? ¿Por qué no podemos diseñar cosas para la gente pobre?," se pregunta Yunus.

Los clientes del Grameen Bank son dueños de 94 por ciento de las acciones del banco. El seis por ciento restante es propiedad del gobierno de Bangladesh. Yunus desafía a los críticos que dicen que su banco realiza préstamos muy pequeños y muy caros e insiste en que no está haciéndole la guerra a los ricos, sino sólo ayudando a los pobres.

"No me importa si los ricos se hacen más ricos. No me molesta. Deben hacerse más ricos. Me preocupa que los pobres se hagan más pobres y no más ricos," expuso. "No me importa si hay varios Bill Gates en el país. Lo más importante está en la base de la sociedad," concluyó.

Inspirador del programa de microcréditos que creó el presidente Vicente Fox Quesada cuando fue gobernador de Guanajuato, entre 1995 y 1999, el bengalí Muhammad Yunus, galardonado este viernes con el Premio Nobel de la Paz, ha tenido por un buen tiempo un pie puesto en México.

Yunus publicó en 1997 un libro en el que se autonombró el banquero de los pobres, sobrenombre con el que es conocido en prácticamente todo el mundo. Preside actualmente una red financiera mundial de microcréditos, PlaNet Finance, que funciona como organización no gubernamental acogida a la legislación francesa. Los hombres en México de esa red son: José Córdoba Montoya, el poderoso asesor del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, y Pedro Aspe Armella, secretario de Hacienda también en ese gobierno y hoy dedicado a actividades empresariales y a promover la integración de México en una región de América del Norte, que cubre Canadá, Estados Unidos y México.

El microcrédito vive ahora un crecimiento explosivo en México. Orientado a atender financieramente a personas pobres que no tienen una garantía para obtener financiamiento bancario, es operado tanto desde el gobierno federal y algunos estatales, como por el sector privado. Una microfinanciera, Compartamos, logró este año una licencia para operar como banco y el sector se expande, no sin críticas al alto costo de los créditos, que para el caso de algunas prestamistas llegan a ser de 7 por ciento mensual.

Fox importó el modelo de Yunus

Publicado por Yunus originalmente en 1997, Banker to the Poor: micro-lending and the battle against world poverty (Banquero de los pobres: micro crédito y la batalla contra la pobreza mundial) plasma la idea del hoy premio Nobel de que los pobres pueden ser sujetos de crédito y que préstamos por montos pequeños entregados a grupos reducidos de personas, especialmente mujeres, pueden sacar de la pobreza a familias de comunidades marginadas.

En octubre de 1995, meses después de que había tomado posesión como gobernador de Guanajuato y en medio de la peor crisis económica de México en 60 años, Vicente Fox acudió al primer Foro sobre el estado del Mundo, celebrado en San Francisco, California, con el auspicio del ex presidente soviético Mijail Gorbachov.

El entonces recién estrenado gobernador de Guanajuato, quien había resentido recientemente problemas para pagar algunas deudas y había hecho campaña con la oferta, entre otras, de crear un sistema estatal de financiamiento, conoció en ese foro a Yunus, fundador en 1983 del Grameen Bank (Banco del Pueblo) en Bangladesh.

Luis Miguel Rionda, especialista de la Universidad de Guanajuato, señala que Fox "quedó profundamente impresionado con la experiencia de Yunus, economista y profesor de la Chittagong University en Bangladesh, quien había revolucionado las estrategias tradicionales de financiamiento al desarrollo popular mediante créditos de unos pocos dólares por persona, sobre todo a mujeres emprendedoras".

Fox se entusiasmo con la experiencia y en 1997 convocó en Guanajuato, el estado que gobernaba, al segundo Foro sobre el estado del Mundo, acto que tuvo entre sus resultados concretos, según la página de Internet del foro, la creación de un banco similar al Grameen Bank, llamado Santa Fe de Guanajuato y un centro de desarrollo humano, también apoyado por el banco de Yunus.

El sistema aplicado en Guanajuato fue muy similar al de Bangladesh. Se prestó preferentemente a las mujeres, organizadas en "núcleos solidarios" de entre 15 y 20 personas. Además, se procuró que en un mismo núcleo solidario no participaran matrimonios.

PlaNet Finance da asistencia técnica en nuestro país

De otra manera Yunus también tiene presencia en México. Es a través de PlaNet Finance, red mundial que funciona con estatuto de organización no gubernamental y que es dirigida por Jacques Attali, fundador del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, institución creada a principios de los años 90 del siglo pasado para atender a naciones de Europa del Este después de la caída del bloque comunista. También fue asesor del ex presidente de Francia Francois Mitterrand.

Muhammad Yunus es uno de los dos presidentes del consejo de honor de PlaNet Finance; el otro es Abdou Difour, ex presidente de Senegal.

PlaNet Finance tiene operaciones en México desde 1994, en el estado de Veracruz y en la capital del país. Ha recibido recursos del Banco Mundial y del estatal Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi). Su presupuesto es de mil 500 millones de dólares, de acuerdo con el reporte anual 2004-2005 de la ONG francesa.

La asociada en México de PlaNet Finance, que dirige José Córdoba Montoya, tiene un directorio integrado por: Pedro Aspe Armella, ex secretario de Hacienda; el propio Jacques Attalli y Arnaud Ventura, cofundador de PlaNet Finance.

En México, según el informe de la ONG francesa, PlaNet Finance se dedica a ofrecer asistencia técnica a unas 30 organizaciones de ahorro y crédito para que puedan cumplir las condiciones legales para convertirse en organización de ahorro y crédito popular, que están reguladas por la autoridad financiera, así como para reforzar sus operaciones.

''Los changarros no son recomendables''

Explica Luis Miguel Rionda, de la Universidad de Guanajuato, en un estudio sobre el traslado de la experiencia del Grameen Bank al estado que gobernó Vicente Fox:

"El programa de microcréditos Santa Fe exhibe bondades y oscuridades. La filosofía en la que se funda puede ser debatible, pero tiene una lógica interna que la hace coherente y sencilla de apreciar por parte del común de los ciudadanos. Es claro que uno de los prejuicios sociales más arraigados es la convicción de que el origen de los problemas que aquejan a nuestras familias y grupos sociales debe buscarse en las motivaciones individuales, en la capacidad o incapacidad de asumir de forma singular los retos del entorno. Desde esta visión simplista, el autodesarrollo personal es la vía lógica y privilegiada. Sin embargo, la literatura académica más seria destaca la importancia que tienen los factores comunitarios y la necesidad que tiene el individuo de garantizar los lazos de solidaridad grupal".

Considera que la estrategia de los microcréditos debe buscar reforzar los lazos comunitaristas, pero no a manera de chantaje que garantice el pago, sino por medio de aventuras de inversión conjuntas que unifiquen esfuerzos en torno a un objetivo económico común. El sujeto de crédito debe seguir siendo el grupo solidario, pero también debe ser el responsable de diseñar la actividad que convoque al conjunto. Se asume por parte de los responsables del programa que se está educando en el trabajo de equipo, pero más bien se propone un esquema de vigilancia grupal, pero no de colaboración en torno a propósitos, añade.

"También debería buscarse anudar este tipo de programas con actividades educativas y de capacitación permanentes que busquen calificar las actividades del núcleo, superando los escalones más bajos -y competidos- del escalafón laboral. Tampoco se debería fomentar las actividades informales, los changarros, que no garantizan estabilidad en el empleo, ni seguridad ante los riesgos laborales, ni se sustrae de la explotación del trabajo familiar e infantil. Un puesto callejero puede resolver una situación de emergencia macroeconómica, pero en el largo plazo representa un callejón sin salida sin perspectivas realistas de superación", establece.

 
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