Usted está aquí: sábado 14 de octubre de 2006 Mundo Establecen Gran Bretaña e Irlanda las bases de un acuerdo político en el Ulster

Diferencias entre unionistas y republicanos traban instauración del gobierno autónomo

Establecen Gran Bretaña e Irlanda las bases de un acuerdo político en el Ulster

REUTERS Y AFP

Saint Andrews, 13 de octubre. Gran Bretaña e Irlanda establecieron las "bases" de un acuerdo sobre el futuro político del Ulster, que se prevé sea aprobado por unionistas y republicanos antes del 10 de noviembre y aplicado a partir del 26 de marzo de 2007.

"Tenemos lo que creemos que son las bases de un acuerdo" para solucionar el reparto de poder y de gobierno en Irlanda del Norte, declaró el primer ministro británico Tony Blair. A su vez, el gobernante de Irlanda, Bertie Ahern, dijo que "se han reunido todos los elementos para responder satisfactoriamente a todos los problemas".

La presentación del plan para reinstaurar el gobierno autónomo se dio en esta ciudad escocesa de Saint Andrews, después de que los principales partidos de la provincia no lograron zanjar sus diferencias en tres días de intensas conversaciones.

El pro británico Partido Unionista Democrático (DUP) y el Sinn Fein, pro irlandés, están enfrentados en dos asuntos: la negativa unionista de gobernar con los republicanos y la reticencia de éstos últimos de respaldar a la policía local.

Ahora las partes consultarán las propuestas con sus militantes y deberán rechazarlas o aceptarlas el 10 de noviembre.

Si dan el visto bueno, empezarán los preparativos para restaurar la Asamblea de Stormont. Si no lo aceptan, Londres cerrará la Asamblea, congelará el salario de los diputados y continuará dirigiendo la provincia desde Westminster, con la colaboración de Dublín, según el plan establecido.

Stormont se creó bajo los acuerdos de paz de Viernes Santo de 1998, que pusieron fin a 30 años de enfrentamientos entre la mayoría protestante, que quiere seguir adherida a Gran Bretaña, y la minoría católica partidaria de una Irlanda unida.

Bajo los términos del acuerdo, el poder político se dividía en un Legislativo elegido localmente y un Ejecutivo en que comparten el poder nacionalistas irlandeses y unionistas británicos.

La Asamblea fue suspendida en 2002 por acusaciones de espionaje al Ejército Republicano Irlandés (ERI), que protagonizó una resistencia armada al gobierno británico en que murieron 3 mil 600 personas.

Desde entonces, los intentos por restaurar la Asamblea han fracasado, pero Gran Bretaña e Irlanda confían en que el compromiso del ERI del año pasado, de poner fin a la violencia, que se estima se está cumpliendo, facilitaría llegar a acuerdo.

El líder del DUP, Ian Paisley, se muestra inflexible sobre la condición de que el Sinn Fein, brazo político del ERI, comprometa su apoyo total a la policía antes de acceder a compartir el gobierno con ellos.

Mientras, el Sinn Fein de Gerry Adams dice que no avanzará en el asunto de las fuerzas del orden hasta que Paisley se comprometa a compartir el poder. No obstante, Adams reconoció que quizá ellos han sido "parte del problema".

 
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