Usted está aquí: sábado 14 de octubre de 2006 Sociedad y Justicia Desde 2003 se informó a Macedo de anomalías en flota aérea de la PGR

Declina la dependencia explicar situación de sus transportes, muchos decomisados al narco

Desde 2003 se informó a Macedo de anomalías en flota aérea de la PGR

Cambios de matrícula y fluctuante número de naves con póliza de seguro, entre las irregularidades

GUSTAVO CASTILLO GARCIA

Ampliar la imagen Agentes de la PGR junto a uno de los aviones de la dependencia en el aeropuerto capitalino Foto: Jesús Villaseca /Archivo

La flota aérea de la Procuraduría General de la República (PGR) dependía hasta 2003 en 27.6 por ciento de naves decomisadas al crimen organizado; 14.1 por ciento de helicópteros UH-1H arrendados por el gobierno de Estados Unidos a México y por los cuales, según la dependencia, no ha pagado un solo centavo; 22.7 eran naves donadas, y 35.6 por ciento eran propias, de acuerdo con la póliza de seguros que la institución contrató en marzo de 2003 con Inbursa, que fue aprobada por la Dirección General de Aeronáutica Civil (de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes) ese mes.

Pese a que en 2006 la flota no ha cambiado sustancialmente, se desconoce el estatus de cada aeronave, pues en las pólizas recientemente adquiridas no se señala su situación para operar.

Sin embargo, se puede detectar que en lo que va de este año, al menos en dos ocasiones la PGR ha contratado los servicios de dos aseguradoras (Atlas y Mapfre Tepeyac), y que el número de helicópteros estadunidenses ha variado de 23, en marzo de 2003, a 27, en febrero de este año, y luego a 26 en mayo pasado.

Además, entre 2003 y 2006 se han realizado cambios de matrícula a aeronaves a las cuales se les contrató seguro.

De nueva cuenta, La Jornada insistió ante la PGR para que funcionarios de la dependencia informaran sobre la situación de la flota aérea, sin obtener respuesta.

Pese a que la mayor parte del parque aéreo de la PGR, es el mismo desde que inició el gobierno del presidente Vicente Fox, se han producido aumentos y disminuciones en el número de naves que han sido aseguradas, inclusive en un mismo año.

En febrero de 2006 se aseguraron 177 naves con Mapfre Tepeyac (de ellas 105 se reportaron en vuelo y 72 en tierra, es decir, 37 por ciento inoperativas), y para el 4 de mayo el número de aeronaves a las que se les adquirió una póliza con seguros Atlas se redujo a 162, y en el reporte entregado a la DGAC no se menciona el estatus que tenían.

De acuerdo con la póliza 909004159 contratada con seguros Inbursa en marzo de 2003, la flota aérea estaba integrada por 58 naves propias, 23 arrendadas al gobierno de Estados Unidos, o por lo menos así aparece en el documento que recibió la DGAC, y que envió Enrique Enríquez Farías, subdirector técnico de Daños de esa aseguradora.

Asimismo, se señala que la PGR operaba con 45 aeronaves decomisadas a la delincuencia organizada y 37 que le fueron donadas.

Respecto de los helicópteros UH-1H que Washington entregó al gobierno de México para combatir el narcotráfico, ahora las pólizas de seguro que pagó la PGR permiten establecer que las aeronaves sí fueron transferidas al país mediante un convenio de arrendamiento y, según fuentes oficiales de alto nivel consultadas, por cada helicóptero se debía pagar un dólar al año.

Como se recordará, los UH-1H rentados a México, en concreto a la PGR, en su mayoría eran materiales considerados "sobrantes" por el ejército estadunidense tras la guerra de Vietnam y, para ser empleados en la lucha contra el narcotráfico, se "reacondicionaron" (La Jornada, mayo de 1995).

Desde 1994, la PGR ya "rentaba" a Estados Unidos 18 helicópteros, y en 1995 se buscó cuadriplicar el número de aeronaves de este tipo.

Aunque la información había sido clasificada como confidencial por el gobierno México, en esta investigación se ha podido conocer que el Ministerio Público Federal contaba, para febrero de 2006, con 27 de esos transportes. La mayoría -14-, supuestamente en estatus de "operativos" y se utilizan para la erradicación de cultivos ilícitos e intercepción de naves que transportan drogas por el espacio aéreo nacional.

Los otros 13 fueron reportados "en tierra", es decir, varados por necesidades de servicio o refacciones, según informes obtenidos con funcionarios de la Dirección General de Servicios Aéreos (DGSA) de la PGR.

Lo anterior consta en la carta de cobertura que el 1º de febrero de este año, envió a la oficial mayor de la PGR, Cecilia Barra y Gómez Ortigoza, Carlos Alberto Osorio Ruelas, representante legal de Mapfre Tepeyac.

El pasado 12 de octubre, la PGR respondió una solicitud de información mediante el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI); estas son las preguntas y sus respuestas:

-¿Cuántos helicópteros UH-1H ya no están en funcionamiento y qué destino se les dio?

-Cinco helicópteros ya no están en funcionamiento y el destino que se les dio fue baja.

-¿Cuánto ha pagado la PGR por su arrendamiento a Estados Unidos?

-Nada ha pagado la PGR por concepto de arrendamiento.

Por otra parte, y de acuerdo con las mismas pólizas de seguros, en la PGR hubo aeronaves que cambiaron matrícula entre 2003 y 2006. Entre ellas, el Cessna modelo 210 (con número de serie 64536), que en 2003 tenía la matrícula XC-AA35 y ahora se identifica con la matrícula XC-DAD.

Otro caso es el de un avión Gulfstream, modelo TC980, que en 2003 tenía matrícula XC-AA94 y serie 95052, y ahora es identificable como XC-ALB y, un tercer caso es el del avión Cessna modelo 210, con número de serie 61269, al que se le asignó la matrícula XC-AA83, y ahora tiene la XC-DAE.

Sin embargo, las presuntas irregularidades en la DGSA no sólo han sido denunciadas durante la gestión de Daniel Cabeza de Vaca. En 2003, la Secretaría de la Función Pública, cuando el procurador era el general Rafael Macedo de la Concha, recibió un escrito elaborado por personal de esa dirección, en el cual se exponía la "existencia de malos manejos y anomalías".

En el documento se mencionaba que Arturo Peña Mora, director de Operaciones, "fue contratado para ocupar una plaza administrativa, pero, haciendo gala de influyentismo, se autonombró comandante de ala fija, es decir, capitán piloto aviador exclusivamente de la aeronave Grumman II, matrícula AA70" -supuestamente la que suelen usar los titulares de la PGR- sin tener la licencia necesaria para ello.

Para 2004, el encargado del almacén de helicópteros UH-1H envió un oficio a Cristóbal de Jesús Rodríguez Vaca, en ese entonces coordinador regional de Abastecimientos Aéreos, en el que le informaba que "hemos detectado muchas anomalías; le señalo como ejemplo las últimas tres entregas del proveedor Optimus".

Según el escrito, la Dirección de Ala Rotativa solicitó la compra de dos refacciones para un helicóptero Bell 412, pero el proveedor entregó piezas de "un UH-1H. Nada más les sobrepusieron una etiqueta, y las partes que se entregaron cuestan 2 mil dólares, según consta en el sistema, y el proveedor las cobra, una a 200 mil y la otra a 210 mil" dólares. De las refacciones entregadas, mencionó "ni parecido tienen" y, por si fuera poco, estaban en mal estado.

Otra entrega: "el mismo proveedor" proporcionó 20 partes de helicóptero "como nuevas sin serlo, además, vienen mal".

La tercera, el 18 de noviembre de 2004, entregó "siete palas de rotor principal para UH-1H como overhaul, y también vienen mal".

Por ello, el encargado de almacén de helicópteros UH-1H agregó en su oficio: "me permito aclararle (a Cristóbal de Jesús Rodríguez, coordinador regional de abastecimientos aéreos), que esto que estamos haciendo en el almacén de UH-1H a mi cargo, no son nuestras funciones, tampoco tenemos facultades para ello, pero considero que alguien debe hacer algo. También quiero que quede claro que lo único que estoy haciendo es defender los intereses de la dependencia que me paga, y esa dependencia es la PGR".

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.