Usted está aquí: martes 17 de octubre de 2006 Política Granier busca terminar con 18 años de división

Sin equipo propio, tendrá que negociar con el PRD

Granier busca terminar con 18 años de división

El empresario Ignacio Cobo, artífice de la guerra sucia

ARTURO CANO ENVIADO

Ampliar la imagen Festejo de Granier en la Plaza Juárez, de Villahermosa, el pasado domingo. El candidato llega al poder en medio de una grave crisis política Foto: Carlos Ramos Mamahua

Villahermosa, Tab. 16 de octubre. El desfile es interminable y Andrés Granier, con sus 10 puntos de ventaja, se da tiempo para recibir todos los abrazos, felicitaciones y saludos que le caen encima. Algunos, claro, tienen un lugar especial en el ánimo del candidato. Truena el abrazo, las palmadas en la espalda. Sonrisas de oreja a oreja. Fotos.

-Te felicito y me felicito -suelta el empresario Ignacio Cobo, dueño de dos periódicos locales, hoteles y otros negocios, aunque es más conocido por ser socio y amigo de Carlos Slim.

Granier le pide hablar en privado y ambos se sientan a charlar en el restaurante de un hotel de aquél, que ha sido y es centro de operaciones del PRI estatal.

Ignacio Cobo es un sesentón esbelto, de aspecto juvenil a pesar de sus canas, dicharachero y malhablado. Chihuahuense, pasa casi todo su tiempo en el Distrito Federal, pero aquí vive su familia y todos lo conocen y lo saludan.

Pero ahora muchos perredistas de Tabasco no quieren ni verlo. En la campaña López Obrador dijo que Cobo estaba "metido en los enjuages" de la guerra sucia contra el PRD y su candidato.

En un acto de campaña se quejó de que en sus periódicos ocultaban su presencia para apoyar a César Raúl Ojeda, y en un popular programa radiofónico local aludió a Cobo como parte de los poderosos intereses empeñados en que el PRD perdiera en Tabasco.

"No es poca cosa -dijo López Obrador-, porque el presidente del Grupo Carso es alguien que tiene muchísimo dinero, sin duda el más rico de México, el más rico de América Latina y como el tercero o cuarto más rico del mundo."

¿Cuál fue el papel de Cobo en la campaña del PRI? "¿Pues cuál va a ser? Lo que Nacho hace es poner dinero, es el financiero", dice Francisco Peralta Burelo, ex diputado federal, analista político y ex priísta del grupo de Arturo Núñez.

Cobo, ciertamente, tiene esa fama en Tabasco; sería impensable que no la tuviera dada su cercanía con Slim, a quien conoció hace 43 años, cuando ambos eran "estudiantes y solteros".

En una charla informal ("nunca doy entrevistas", dice), afirma que no se explica la animadversión del perredismo: "Yo me llevo bien con todos, ayudo a todos, no sé por qué la emprendió Raúl (Ojeda) contra mí. Me llevo con todos, pero me llevo mejor con los de izquierda".

Periódicos y guerra sucia

Ignacio Cobo tuvo un breve paso por la administración pública. Fue director de prensa en el gobierno de Enrique González Pedrero, con quien mantiene una relación permanente. También forma parte de un círculo de amigos que se reúne para hablar de Tabasco y otros temas. En ese grupo participaba también Raúl Ojeda, el candidato del PRD.

No es el único vínculo. También son compadres y las hijas del perredista estudiaron en una escuela cuya propietaria es la esposa de Cobo, Graciela Trujillo, hija del ex gobernador Mario Trujillo, funcionaria del gobierno de Manuel Andrade y hermana de la dirigente del PRI local.

"Cobo -dice el perredista Horacio Duarte- era el distribuidor de Bimex (las bicicletas encontradas en las mapacheras del PRI). No queremos entrar a una madeja de especulaciones, pero armando la madeja de especulaciones de poder y de negocios de familia, podemos encontrar muchos elementos".

Así ponían en contexto los perredistas el papel del financiero. Pero los vínculos son harto conocidos aquí, y antes nunca impidieron que miembros del PRD tuvieran relación con Cobo.

Quizá por ello los perredistas han puesto ahora el acento en el tono empleado en los diarios del empresario. Ambos, por ejemplo, emplean con toda naturalidad el lenguaje xenofóbico que privó en los últimos días de la contienda (chilango igual a delincuente) y no bajan a los perredistas de "hordas violentas".

Uno de esos diarios, Presente!, fue rescatado por Cobo cuando su dueño, el suegro del candidato Granier, tuvo problemas financieros. Pero el dueño se deslinda: "Con todo respeto, yo ni los leo".

Una persona cercana al empresario dice que todas las acusaciones son una cortina de humo para ocultar una visión que comparten incluso muchos perredistas: que Ojeda no era el mejor candidato.

Lo dice Humberto Mayans, coordinador de campaña de Granier, como antes de Ojeda: "Era un pésimo candidato".

Los críticos de la decisión de mantener a Ojeda para una tercera contienda señalan que el error fue haberse confrontado con los militantes "históricos" del PRD tabasqueño, además de su imagen de rico, ajeno a las necesidades de los pobres.

Los perredistas tabasqueños también le recriminan a Cobo haber invitado a su casa a Roberto Madrazo el 2 de julio pasado, cuando el priísta votó en esa ciudad: "Yo me llevo con todos; a él le dije 'te invito a desayunar a mi casa porque sé que no vas a ganar'".

Los eufemismos del PRI

El candidato está hasta el gorro de la pregunta. Se la hacen una vez más y truena. ¿Le ganó a Raúl Ojeda o le ganó a López Obrador? "¡Ya, ya lo dije!", responde Granier, más conocido como El Químico.

Un reportero reformula la pregunta a la presidenta estatal del PRI, Georgina Trujillo. ¿Ganó el PRI o ganó Granier? Ella responde con el eufemismo que se ha acuñado para el caso: "Ganó Tabasco".

Al otro lado de la acera, y a tono con los últimos días de la contienda, Ojeda visita a los seis perredistas encarcelados y torturados, quienes hoy quedaron libres. También anuncia que impugnará la elección, pero en su ánimo no parece la ruta que hay que caminar. Así lo entiende la mayoría de dirigentes del PRD que este día se marchan del Edén.

Las cifras comparadas de la elección de diputados y gobernador arrojan luz sobre una de las causas de la derrota de Ojeda. En el primer caso, el PRI gana 10 de 21; en el segundo, su aspirante a la gubernatura se lleva 16 de 21 distritos.

Muchos atribuyen ese voto diferenciado a las virtudes de Granier, químico de profesión y dueño de laboratorios, quien, dicen los priístas, supo atraer a su campaña a ciudadanos sin partido.

Cuando fue alcalde de Centro, Granier daba audiencias a las cuatro de la mañana y era dado a regalar máquinas de coser y a bautizar niños a diestra y siniestra.

Ahora retoma el discurso de la concordia y dice que su gobierno acabará con 18 años de división en Tabasco. ¿Quién conformará su equipo? Todos aquí coinciden en que Granier no tiene uno propio y sus apoyos de campaña no fueron precisamente ángeles de la concordia.

¿Con qué perredistas va a dialogar? Los legisladores zarandeados en la jornada electoral y los militantes del PRD encarcelados y torturados son, en su mayoría, miembros de la corriente Nueva Izquierda, es decir, los "moderados" del PRD. Así comienza la era de la concordia: dando palo a los dialoguistas.

 
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