Usted está aquí: viernes 20 de octubre de 2006 Mundo La invasión a Irak se vuelve contra republicanos

La invasión a Irak se vuelve contra republicanos

El partido de Bush evade el tema en la lucha electoral ante los fracasos en el país asiático

DAVID BROOKS CORRESPONSAL

Nueva York, 19 de octubre. Ahora que los militares estadunidenses en Irak acaban de reconocer que la estrategia para pacificar Bagdad no está funcionando, que este mes pudiera ser uno de los más letales en un año para los soldados estadunidenses y que se desploma entre la opinión pública del país el optimismo sobre la guerra (además de los escándalos de corrupción política en Washington), los republicanos están al borde de ser una víctima más de esta aventura bélica.

Los comicios legislativos nacionales que se realizarán aquí el 7 de noviembre po-drían marcar el fin del monopolio republicano sobre la política nacional, no por alguna gran jugada o por los candidatos brillantes de la oposición, sino por los fracasos en el tema principal con que los republicanos han controlado la política nacional desde el 11 de septiembre de 2001.

El general William Caldwell, principal vocero de las fuerzas estadunidenses en Irak, declaró hoy que el programa para reducir la ola de violencia en Bagdad ha fracasado, y señaló que de hecho los ataques violentos se han incrementado en más de 20 por ciento, en un "descorazonador" incremento de la violencia.

Mientras tanto, si continúa el promedio de entre tres y cuatro soldados estadunidenses caídos cada día, octubre podría ocupar el tercer lugar en número de muertos de este país desde el inicio de la guerra. Los militares informaron hoy de otros dos soldados muertos, para llegar a 72 hasta ahora.

Con el torrente de malas noticias que llegan desde Irak todos los días, en tanto comandantes militares señalan que la situación amenaza con empeorar y se encuentra al borde de una guerra civil fuera de control, el público estadunidense acepta cada vez menos la versión oficial de los políticos en la Casa Blanca y el Congreso de que no hay otra opción que "mantener el curso", aunque hasta el comandante en jefe, George W. Bush, se vio obligado en estos días a aceptar que podría haber necesidad de hacer "ajustes" a la estrategia bélica y por primera vez manejó la palabra "flexibilidad".

Tal vez lo que más confirma que la guerra se ha vuelto una pesadilla política para sus promotores es que cada vez más candidatos republicanos a la legislatura evitan el tema. El New York Times reporta hoy en primera plana que, por primera vez desde las elecciones nacionales de 2002, la estrategia política republicana de emplear el tema de la guerra podría no funcionar. Hace apenas unos meses los estrategas políticos encabezados por el asesor político de Bush, Karl Rove, giraron instrucciones de que el conflicto en Irak, como batalla central de la "guerra contra el terror", fuese el tema principal de estas elecciones. Ahora, menos de tres semanas antes de los comicios, los republicanos intentan evitar el tema lo más posible.

No son misteriosas las razones -aparte de la realidad objetiva- por las cuales un candidato republicano de pronto prefiere no hablar de la guerra. La encuesta más reciente comprueba la tendencia de la opinión pública registrada durante las últimas dos o tres semanas. Por un abrumador 68 contra 20 por ciento, los votantes se dijeron "menos optimistas" sobre el curso de los hechos en Irak y una mayoría, 57 por ciento, opina que el presidente no ha ofrecido buenas razones para que las tropas estadunidenses permanezcan allá, según la encuesta de NBC News/Wall Street Journal publicada hoy.

Alrededor de 63 por ciento desaprueban la manera en que Bush ha manejado la guerra, y lo sorprendente es que, tal vez por primera vez desde el inicio de la invasión, más votantes opinan que los demócratas en el Congreso podrán abordar mejor el asunto de Irak que los republicanos.

A la vez, el nivel de aprobación del Congreso en general se ha desplomado a sólo 16 por ciento -el punto más bajo desde que se inició esta encuesta, hace 17 años- y el nivel de desaprobación se ha incrementado en 10 puntos, hasta llegar a 75 por ciento.

Y las expresiones de disidencia ahora provienen de las mismas filas militares. Además de mensajes críticos de algunos altos mandos militares, filtrados a través de políticos y medios, hay sorpresas aun para el comandante en jefe desde las propias filas.

La viuda de un soldado muerto en Afganistán fue invitada a platicar con Bush para que el comandante en jefe pudiera expresarle sus condolencias. El Washington Post reportó que ella le contó al presidente, en su sesión privada, la vida con su esposo y sus hijos, y de pronto agregó: "Y ahora está muerto. ¿Para qué? ¿Por qué?" Cuando le pidieron que sus hijos salieran de la sala, continuó: "estos dos niños no lo quieren a usted y tienen buena razón por sentirse así, y yo lo responsabilizo por la muerte de mi esposo". Bush trató de justificar la guerra y le dijo que esperaba que esa reunión le hubiera ayudado un poco con su pesar, pero la mujer le respondió: "¿Sabe qué ayudaría a curarme? Que cambie sus políticas en Medio Oriente". Bush sonrió, pero no respondió.

 
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