Usted está aquí: viernes 27 de octubre de 2006 Espectáculos Cumple Yeah Yeah Yeahs bajo la lluvia en el Palacio

El aguacero no logró ahuyentar a los fanáticos

Cumple Yeah Yeah Yeahs bajo la lluvia en el Palacio

JORGE CABALLERO

Ampliar la imagen Karen O, la frontgirl de la banda

La granizada que cayó el miércoles en el oriente de la ciudad no impidió que 10 mil personas acudieran a ver cómo la banda de art-punk neoyorquina, Yeah Yeah Yeahs (YYY) mostrara sus órganos, su epidermis sus huesos y su fiebre musical en la segunda visita al país, en el Palacio de los Deportes. Un concierto basado en su estupendo sonido puro, que tuvo como epicentro la batería golpeante de Brian Chase, extendido en todo el escenario por las cuerdas de la guitarra de Nick Zinder y coronado con la enorme/trepidante voz de Karen O,, quien se coló por los oídos/ojos de los asistentes hasta llegar al torrente sanguíneo para irrigar los cuerpos y provocarles ñáñaras.

La banda encargada de abrir las hostilidades de la húmeda noche fue la mexicana Sub División, que tuvo escasa atención en la media hora que duró en el escenario, en parte porque los ánimos del público estaban sensibles por la odisea que representó llegar al foro y por el anonimato de la banda.

La otra tormenta

A la mera hora de la tormenta algunos jóvenes se apostaron frente a la puerta principal del Palacio de los Deportes.

La falta de tacto de los encargados hizo que los mancebos se impacientaran y organizaran el portazo; la mayoría tenía boleto, pero algunos lograron colarse.

Después de la tormenta llegó la calma, pero sólo 47 minutos, porque los veinteañeros convocados por los YYY iniciaron la suya: una furiosa respuesta cuando los músicos estelares aparecieron en el escenario. Con una gran bienvenida el respetable se compactó, aunque algunos sensatos se quedaron en la parte de atrás, sacrificando el baile por el espectáculo.

El piso se sacudió y no se quedó quieto en 90 minutos que duró la presentación de los neoyorquinos, que arrancaron con algunos temas de su primer disco Fever to tell y continuaron con temas de Show your Bones. Los cuerpos comenzaron a girar; Karen O recorrió todo el escenario y embrujó al fanático más exigente con su potente voz.

El espectáculo se lo llevó la frontgirl de la banda, con su luminoso conjunto top/short verdes, mallas moradas y su original baile: lanzando las piernas al aire, moviendo las nalgas, yendo de un extremo al otro, además, claro, de sus enormes cambios de voces.

En general, todas las canciones de los YYY fueron coreadas, pero los momentos sobresalientes, los que sí elevaron el ánimo a un nivel demencial, fueron Maps, Date with the night y Cheated hearts, que lograron un enorme coro que por momentos pareció echar abajo el domo de cobre.

El concierto fue de puro rocanrol y reafirmó la importancia que esta banda tiene en México.

 
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