Se mandó a la fuerza pública para "defender los derechos de la sociedad", afirma

Decisión "muy atinada", que Fox enviara a la PFP a Oaxaca: Rivera

Censura Desde la fe que diputados y magistrados "se despachen con la cuchara grande"

GABRIEL LEON ZARAGOZA

El cardenal Norberto Rivera afirmó que la presencia de la Policía Federal Preventiva (PFP) en Oaxaca es una decisión "muy atinada" del gobierno federal, porque en la entidad se necesita paz, que se respeten los derechos de la población y, sobre todo, que no queden en la impunidad los crímenes cometidos en los más de 160 días de conflicto.

Dijo que la presencia de la fuerza pública federal en el estado -ordenada por el presidente Vicente Fox Quesada- no es para reprimir, aplastar al pueblo o violar sus derechos humanos, sino "para defender sus garantías y liberar a una sociedad que se siente atrapada".

Rivera Carrera señaló que antes de la medida "se recorrió un camino largo de intentos de diálogo", por lo que "finalmente el gobierno debe, para eso tiene la fuerza pública, hacer valer los derechos de toda la ciudadanía".

Aunque anteriormente el prelado se había manifestado en contra del ingreso de las corporaciones de seguridad a la entidad, en esta ocasión aseguró que no ha cambiado de opinión: "siempre he dicho que la fuerza pública es para resguardar el orden público, pero debe ser lo último que debe entrar".

Entrevistado al término de su misa dominical en la Catedral Metropolitana, el cardenal precisó que con sus señalamientos no está pidiendo nada a los gobiernos federal y estatal. "Estoy declarando los principios fundamentales que deben regir una sociedad y cuál debe ser la actitud de un gobierno: el camino del diálogo. Y si ya no se puede, entonces tiene la fuerza pública para salvaguardar los derechos de una ciudadanía, la cual se siente incapaz de defenderse."

Sobre los llamados de diversos sectores sociales para que renuncie el gobernador Ulises Ruiz, que se han sumado a las peticiones de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, Rivera Carrera expresó que corresponde al Congreso decidir la permanencia del mandatario.

Por otra parte, en su órgano de difusión semanal, la arquidiócesis se pronunció por la integración de una clase política menos enfrentada y una sociedad más consciente y menos manipulada "por intereses mezquinos", ante una situación política que se complica más cada día, al final de un "sexenio que ha estado marcado por los desacuerdos, la ineficiencia y los egoísmos partidistas, que han puesto al borde de la violencia a la sociedad en las pasadas elecciones".

En el editorial de Desde la fe, la arquidiócesis aseveró que los sucesos en Oaxaca son "muestra palpable y dramática de nuestro divisionismo político: un gobierno estatal agotado, sin capacidad de gestión; diversos grupos sociales intransigentes y violentos, decididos a quebrar la legalidad, y las instituciones con motivos poco claros y con consecuencias nada justificables: más de un millón de niños mexicanos privados de su derecho a la educación y una actividad económica y turística arrasada".

Destacó que debido a "la permanencia de conflictos poselectorales en el país cunde el mal ejemplo", al tiempo que otros "se apresuran a despacharse con la cuchara grande", como los diputados, quienes gastan cantidades millonarias en arreglar sus oficinas, "en las que pocas veces los vemos trabajando y menos buscando diálogo y soluciones para el país".

También censuró a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, quienes se concedieron "una generosa despedida de sus labores de 21 millones de pesos legalmente obtenidos. Y para colmo, los burócratas exigiendo un bono sexenal azuzados por sus líderes, en lugar de mirar a más largo plazo hacia mejores remuneraciones para todos los trabajadores mexicanos y no en prebendas injustificadas que nos hablan más del México corrupto que no acabamos de superar".