Usted está aquí: domingo 5 de noviembre de 2006 Política Marcos, ante la ruina agrícola en La Laguna

80% del agua es controlada por 10 familias poderosas

Marcos, ante la ruina agrícola en La Laguna

HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO

Torreón, Coah., 4 de noviembre. La ruina agrícola recorre la comarca Lagunera. Los ejidos otrora productivos y prósperos se han colapsado de manera atroz, y con ellos la población, que busca vivir como subproletariado en Torreón y Gómez Palacio, sin derechos laborales luego de perder lo que habían ganado como campesinado de punta. Esta ruina ha salido al paso del subcomandante Marcos y la otra campaña. La miseria crece alrededor de Torreón, que se mantiene como ciudad rica y comercial, por efecto de las voraces empresas Lala (Lácteos La Laguna) y minera Peñoles, líder mundial en produción de plata y contaminación letal.

El ejido El Cambio, municipio de Matamoros, es ejemplar en el peor sentido. Gran pobreza. El canal de riego es un basurero. Las calles de tierra, destruidas. Las casas reflejan decadencia. Un mundo reseco es este de La Laguna, donde 80 por ciento del agua es controlada por 10 familias poderosas. Donde el campo está al servicio, a nivel de servidumbre, de los socios de Lala. En breve: el antiguo vergel lagunero hoy es pastizal y alfalfar para las vacas del gigante lechero que de paso acapara el agua, y ejidos o poblaciones desfallecen en la sequía.

"Los campesinos estamos siendo despojados de la tierra porque la miseria nos está ganando", dijo esta noche un campesino en Lequeitio. "El arsénico acaba con la vida de nuestros hijos, con los mantos acuíferos, con todo". El río Nazas dejó de ser suficiente. Norias y pozos están controlados por la propiedad privada. Y lo que antes no ocurría: los trabajadores laguneros migran a Estados Unidos, o se desplazan hacia la desventajosa condición de trabajador maquilero.

Marcos reconoció que, contra lo que se piensa, "no hay diferencia entre norte y sur". En la comarca Lagunera los ejidatarios están en condiciones similares a las de los indígenas.

En agotadora jornada, el delegado Zero sostuvo encuentros en las universidades Autónoma Agrícola Antonio Narro (UAAAN) y Autónoma de Coahuila, y en diversos ejidos laguneros. En la segunda casa de estudios, el doctor Víctor Rodríguez expuso los daños que produce la contaminación crónica de Peñoles, poderosa empresa protegida por Diego Fernández de Cevallos y la cúpula panista, y cómplice del salinismo. Plomo, arsénico y otros venenos están ya en el aire y el suelo de Torreón. Hay 36 mil niños contaminados de plomo.

En el patio de la Facultad de Administración Fiscal, Marcos señaló con la mano: "Allá atrás está Peñoles y a mi izquierda, un cerro negro que no existía y fue hecho con los desechos de la empresa. Podemos darle la espalda y pensar que no es nuestro problema, aunque el doctor acaba de explicar que es nuestro problema. Podemos mentarle la madre y quedarnos en una actitud contestataria, o podemos elegir organizarnos".

Si el médico platicó "el mal que nos puede hacer a los que estamos aquí, imagínense a los trabajadores, que están ahí más de ocho horas por un salario mínimo. Trabajan para morirse. La gente de Torreón vive para morirse. No sólo se trata de exigir al gobierno que tome medidas, Peñoles debería pagar el tratamiento médico de todos, porque es responsable directa".

Otra vez saltó Oaxaca. En la UAAAN habló una mixteca en nombre de indígenas explotados miserablemente por un tal Jesús Gálvez Frausto, que saca dinero gubernamental para presuntos programas de ayuda que son negocios personales. Luego Marcos mencionó a ejidatarios de la Comarca Lagunera e indígenas que trabajan y luchan en Torreón, "y de una u otra forma nos dimos cuenta de cómo se estaba colando Oaxaca por todas partes, y es el momento y la hora de hablar de Oaxaca. Ese pueblo, "se levantó y exigió la salida de Ulises Ruiz. Y todos esos enfrentamientos que se ven en la televisión olvidan que allá arriba la clase política comete una de las estupideces más grandes del gobierno de Fox, precisamente a la hora de salir: apostar por la represión para mantener a un gobernante al que nadie quiere. Fox está dispuesto a terminar su sexenio con las manos manchadas de sangre indígena, y Calderón parece dispuesto a empezar igual.

"Estamos dispuestos a desafiar al que sea allá arriba y a hacernos compañeros de quien sea acá abajo, y no tenemos miedo, así como el pueblo de Oaxaca nos demuestra que no teme a las armas, los tanques ni los helicópteros con los que trataron de derrotarlo hace dos días, paradójicamente en una universidad como ésta y que fue el pueblo, no sólo la APPO sino la gente que bajó de las colonias, la que derrotó a la PFP.

"Sabemos que la víspera de un gran cambio todo es imposible, pero las cosas comienzan a convertirse en realidad cuando se empieza a decir el ya basta que dijimos en 1994." Pidió a los estudiantes que nombren a Oaxaca "como nos ha enseñado a nombrarla la APPO, con dignidad".

 
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