Usted está aquí: domingo 5 de noviembre de 2006 Sociedad y Justicia Impone la industria automotriz normas ambientales en México, dice Greenpeace

"Su objetivo es vender más vehículos, no cuidar la ecología"

Impone la industria automotriz normas ambientales en México, dice Greenpeace

MARIANA NORANDI

Medidas como el Hoy no circula o la reciente norma oficial mexicana (NOM) 044, que establece los límites permisibles para la emisión de contaminantes en vehículos que usan diesel, evidencian la falta de una política pública integral sobre transporte y la injerencia de la industria automotriz en la elaboración de la normatividad ambiental mexicana, afirmó Arturo Moreno, coordinador de la campaña Energía y cambio climático, de la organización internacional Greenpeace.

Según Moreno, en la elaboración de la NOM 044, aprobada el pasado 12 de octubre y en la cual la permisividad de emisión de contaminantes en vehículos que usan diesel es muy flexible, participaron representantes de toda la industria automotriz, como la Asociación Nacional del Transporte Privado, la Cámara Nacional de la Industria de Transformación, y la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, además de empresas armadoras como Chrysler, Volvo o Volkswagen. "Son estas empresas las que elaboran la normativa ambiental mexicana que tienen que cumplir los vehículos, cuando esa es tarea de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. De esta manera, tenemos normas que en vez de proteger el medio ambiente buscan vender más automóviles".

El ambientalista añadió que con el Hoy no circula se incentivó la compra del auto particular, no la política de transporte público y, por otro lado, la NOM-044 no obliga a la industria automotriz a producir motores más limpios, lo cual afecta severamente la calidad del aire y la salud de la población.

Ante una política federal que sacrifica las mejoras ambientales en pro del beneficio empresarial, Greenpeace lanzará una campaña sobre transporte y vialidad que comenzará a funcionar el próximo diciembre.

En esta campaña propone la implantación de normas de calidad del aire mucho más estrictas, basadas en monitoreos realizados en zonas de elevados índices de contaminación y cuya mediciones sean tomadas en el nivel de aire que respiran las personas, "porque los monitoreos se hacen a una altura mayor de la que respira la gente, donde las concentraciones de contaminación son mucho menores. Además, debe existir transparencia en la información para que los habitantes sepan lo que respiran, y no pase como ahora en el Centro Histórico, que hay personas que están adquiriendo propiedades de lujo en lugares donde no se puede respirar".

 
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