El restante 90 por ciento, fondos autogenerados
Sólo 10%, el subsidio oficial a los institutos tecnológicos
Pese a que la matrícula de la educación superior tecnológica representa 13 por ciento de la cobertura a nivel profesional, el subsidio asignado por el gobierno representa apenas 10 por ciento de su gasto, mientras el restante 90 por ciento proviene de fondos autogenerados, lo que contrasta con otras universidades públicas en las que 90 por ciento de su presupuesto procede de la inversión del Estado, y el restante de recursos propios.
De acuerdo con el Informe de rendición de cuentas del Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica 2000-2006, el déficit presupuestal pone en riesgo la operación oportuna, eficiente y eficaz de estos institutos.
Además, la escasez de recursos ha impedido la contratación de profesores, por lo que en los últimos seis años, el número de docentes se ha mantenido en 22 mil 900.
Lo anterior, pese a que la matrícula de licenciatura aumentó de 258 mil 834 estudiantes en 2001 a 334 mil 103 en 2006.
El informe también alerta sobre otra de las graves problemáticas que enfrentan los institutos tecnológicos, como la jubilación: "la gran mayoría de nuestras instituciones rebasa los 30 años de vida, motivo por el cual un porcentaje considerable de profesores de tiempo completo está en edad de jubilarse, no haciéndolo por el bajo monto de pensiones.
"Este fenómeno y el déficit mencionado dificultan el recambio del personal con los perfiles que requiere la educación superior tecnológica y los niveles de exigencia académica que nos hemos planteado."
Contrario a lo establecido en el discurso oficial, que habla de equidad en la educación, estos planteles evidencian la extrema desigualdad que opera en el sistema educativo, ya que los institutos tecnológicos tienen el costo anual promedio por alumno más bajo de todo el nivel superior, al representar apenas una suma de 23 mil 850 pesos.
Con base en cifras de la Secretaría de Educación Pública, el año pasado las universidades públicas federales tuvieron un costo promedio por estudiante de 80 mil 420 pesos y las públicas estatales de 41 mil 280 pesos, aunque entre ellas varió de un rango de 22 mil 90 a 79 mil 120 pesos. En las universidades el índice promedio fue de 31 mil 320 pesos.
Así, marginados por la vía de los hechos de un presupuesto que les permita remontar las problemáticas más urgentes, los tecnológicos han logrado, no obstante, contender con la presión cada vez mayor de los jóvenes que demandan un lugar.
En el ciclo 2001-2006, el número de aspirantes a ingresar en algún tecnológico fue de 72 mil 862, número que creció a 125 mil 508 en 2006-2007. El rango de aceptación fue variable, ya que los planteles ubicados en regiones de bajo desarrollo lograron ingresar hasta ocho de cada 10 solicitantes; en contraste, en otras zonas el acceso se redujo a tres de cada 10.
En materia de deserción, el indicador del Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica se ha mantenido en un promedio de 6.6 por ciento anual, por debajo de la meta programada al inicio de 2000, que fue de 8 por ciento, y por debajo del indicador nacional para la educación superior, con 20 por ciento o más, establece el reporte.