Trámites burocráticos retrasaron 10 meses su rescate
La biznaga mexica se exhibirá este año en el Templo Mayor
La biznaga labrada por manos mexicas en roca basáltica, mejor conocida desde su hallazgo (en agosto de 2005) como La piedra de la librería Porrúa, será expuesta este año en el Museo del Templo Mayor. Así lo informó el arqueólogo Leonardo López Luján, quien descubrió el monolito en la esquina que forman las calles de Argentina y Justo Sierra, adosado precisamente a la pared de dicha librería.
"Sacar la piedra de ese lugar fue un viacrucis, porque tuvimos que esperar 10 meses para obtener permisos, después excavar y trasladarla finalmente al laboratorio de conservación del Museo del Templo Mayor, en donde ya se incluyó en el acervo", señala.
"En ese periodo la escultura estuvo sujeta a un proceso de limpieza, porque tenía cemento en la parte superior, además de que se fijaron los pigmentos rojos que tenía y demás residuos que servirán para analizar en los meses siguientes el uso que tuvo en su época."
La biznaga se encuentra actualmente en la bodega del recinto y será analizada desde los puntos de vista histórico, arqueológico y botánico en los próximos meses, indicó López Luján.
En esta labor trabajarán, además del arqueólogo, Aurora Montufa, especialista en botánica del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y el historiador Guilhem Olivier, experto en documentos y códices prehispánicos. "Los resultados que obtengamos los publicaremos posteriormente en un artículo en medios científicos y de divulgación", señala Luján.
El arqueólogo, quien también realizó el trabajo de reconocimiento iconográfico del monolito de Tlaltecuhtli al lado de Eduardo Matos Moctezuma, explicó que dejó la investigación de la biznaga para realizar otros trabajos en Estados Unidos durante más de 10 meses.
La pieza, dijo, es una escultura "muy bella y su calidad plástica es excepcional. El análisis que realizaremos en las próximas semanas será para darlo a conocer una vez que esté concluido el estudio, para que todo el mundo la disfrute".
La piedra ya está completamente restaurada, de manera que puede ser exhibida sin ningún problema; obviamente, se debe realizar la ficha informativa para completarla en la exhibición."
Sobre las hipótesis que apuntan a que el monolito habría sido utilizado en prácticas sacrificiales, abundó: "De momento no podemos corroborarlas, debido a que no estaba en su lugar, que pudo haber sido una pirámide o una plaza, y con el paso de los años fue trasladada a un edificio colonial del siglo XVIII.
"Debemos tomar en cuenta ese contexto para determinar su uso y procedencia, porque por mucho tiempo estuvo sujeta a inclemencias y daños de la gente que pasaba por el lugar, y por eso se perdieron los restos originales que tenía."